Delicate || Martuli

Capitulo 58

Pov Luli

Al otro día me levante y Martina seguia durmiendo a mi lado, aferrada a mi como una garrapata. Me desperte pensando en el te amo que me dijo antes de dormirse. ¿Qué tan real era? No tendria que estar pensando en esto.

Fui hasta el baño y me lave los dientes con un cepillo descartable que tenia la rubia en su mueble. Al ir a la cocina encontre a Gian dejando unas bolsas de compra en la mesa.

—Buenos días. —me dijo él.

—Buenos dias. —le respondí.

—¿Como esta Marti? —pregunto.

—Durmiendo, le bajo la fiebre por lo menos. —dije.

—Uff eso es buenisimo. —se alivio. —Traje sus cereales favoritos para desayunar, unos panes para hacer tostadas y la mermelada de rosa mosqueta que tanto jode con que le gusta. —me sorprendio ver que Gian conocia sus gustos a la perfección.

—Realmente la conoces eh. —él levanto los hombros con una sonrisa modesta.

—¿Qué te puedo decir? Soy muy bueno para estas cosas. —dijo riendo.

—Y tambien la queres mucho y te preocupas bastante por ella. —dije.

—Es mi mejor amiga, claro que la quiero y me importa. —dijo como algo obvio.

—¿Nunca intentaron volver a estar juntos? —no se ni por que estaba preguntandole esto.

—¿Eh? —largo una carcajada. —Ah preguntas en serio. —yo asentí. —No, nunca, no podriamos. Ella esta muy enamorada de vos y a mi solo me ve como su amigo, y yo con el tiempo comence a verla de la misma manera, hasta te diria que ya siento que es como de mi familia.

—Igual fue muy desubicado preguntar eso, perdona. —me arrepenti enseguida.

—Tranquila, no hay problema. —me dijo. —Yo se que todavia la queres, y respeto que mantengas tu distancia y elijas estar con otra persona pero si me permitis darte un consejo: el amor no se elije, y por más que te enoje sentir lo que sentis por Martina, no podes obligarte a amar a alguien más.

—Creo que tengo que irme, Melissa me debe estar esperando. —le dije cortando el tema ahi. —Cualquier cosa me avisas, si esta mejor o...lo que sea.

—Esta bien, yo te llamo. —contesto. —Te acompaño a la puerta.

—No, tranquilo, se donde esta la salida. —me dirigi hacia el ascensor y sali de ese departamento lo más rapido que pude.

El camino de vuelta a casa me quemaba la cabeza y tambien me mataba la culpa. Estaba haciendo todo mal, dormi con Martina, le menti a mi novia, no podia seguir de esta manera. Tenia que aclarar mi mente de alguna manera.

—Mi amor, buenos días. —vino Melissa corriendo hacia mi apenas entre. —Tenes mucho olor a vainilla, decile a Angie que si esa es la nueva colonia de la bebe es demasiado fuerte. —se alejo de mi después de darme un beso.

Era el olor a Martina.

—Esta bien, yo le digo. —conteste.

—¿Desayunas? —negue. —¿Te pasa algo?

—No, solo es que estoy cansada, Emma no nos dejo dormir mucho. —le menti. Otra vez.

—Me imagino, la otra vez Brisa vino conmigo para que le preste esa crema que uso para las ojeras. —me conto. —Pero debe ser muy lindo tener a una criaturita tan linda y chiquita dando vueltas por ahi.

—Si lo es. —respondi.

—Imaginate cuando tengamos nuestros hijos. —eso me hizo atragantarme con mi propia saliva.