Capitulo 25

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Pov Marti

Llegamos al hospital después de que Gabi nos dijera que Delfina desperto. Lourdes estuvo todo el viaje ansiosa y cuando llegamos fue corriendo directo a la habitación de su hermanita junto a sus padres.

Yo decidí darles su espacio y tambien respirar un poco, estos últimos días habian sido bastante ajetreados y la pelea que habia tenido con Lourdes me habia terminado de agotar. Sali al patio y me largue a llorar.

—Hola linda, ¿te sentis bien? —una señora me pregunto.

—Si, si. Estoy bien, no pasa nada. —le respondí amablemente.

—¿Segura? ¿No queres que llame a alguien? —negué. —¿Y hablar de lo que te pasa?

—No se si sea buena idea. —reí algo triste.

—¿Por qué no? Vamos, si estas mal podes descargarte. —insistió.

—Me cuesta expresarme, y es por esa misma razón por la que estoy llorando. —explique.

—¿Lloras por amor? —asentí. —¿Cortaste con tu pareja?

—Ni si quiera es mi pareja, y no lo es porque no le puedo decir que la quiero. —agache la cabeza.

—¿Estas aca visitandola? —pregunto.

—No, a su hermanita, tuvo una operacion fallida y estuvo en terapia una semana y hoy desperto. —le conte.

—Es el momento de hablarle y decirle lo que te pasa. —me dijo.

—Siempre lo intento pero las palabras no me salen frente a ella. —suspire. —Creo que una parte mía sabe que no la merezco y es por eso que no puedo decirselo, ella sin mi esta bien.

—¿Lo sabes o lo asumis? —levanto una ceja.

—Es lo que veo. —conteste.

—Sabes, la vida es demasiado corta como para que pienses asi, sos joven pero no sabes si de un dia para el otro la vida te puede arrebatar lo que mas queres. —lo sabía, si. —Es mejor perder arriesgando que perder sin intentar.

—¿Y si le hago mal? —esa era mi mayor preocupación.

—¿Ahora le estas haciendo bien? —la respuesta a esa pregunta era no. Yo hacia sufrir a Lourdes y me lo habia hecho saber en la pelea que tuvimos. Quizas me estaba torturando demasiado a mi misma, quizas tendria que confiar un poco más en mi, si yo la amo, ¿por qué no podria hacerla feliz?

—Tengo que hablar con ella. —le dije.

—Hacelo y espero que todo salga bien. —me dijo de forma genuina.

—Gracias por esto, de verdad, creo que necesitaba una opinion externa. —le agradeci.

—No es nada, me gusta hablar con la gente ya que tengo que estar aca por un largo tiempo. —ambas sonreimos.

—Por cierto, ¿como se llama? —le pregunte.

—Silvina. —me respondió.

Quede en shock. Por un momento senti como mi piel se erizaba por completo. Esa señora que me habia ayudado con mis dudas se llamaba igual que mi madre. Y era imposible no ponerme a pensar en que era una señal de su parte. Eso me alento muchisimo más a correr hacia Lourdes y decirle todos mis sentimientos.

La señora me sonrió calidamente y se fue. Me dejo una sensación de armonía en el cuerpo.

Entre de nuevo al hospital y fui hasta el piso donde estaba Delfi. Tenía que hablar con Lourdes pero tambien queria visitarla a ella. Cuando llegue, no vi a la ojiverde por ningún lado pero Gabi me llevo a ver a la más pequeña de los Gonzalez.

Delicate || MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora