Lizzy
Era por la mañana y ya pronto volverían a casa solo quedaba un día, las primeras en despertar fueron lucía y Sol, una por nerviosismo y la otra por emoción, Lucy despertó primero se dió cuenta que el sol comenzaba a asomarse por su balcón, paso sus manos por los ojos y suspiro, recordó todo lo que hablo con Sol en la madrugada y sonrió inconsciente, la miro y detallo su rostro, estaba tranquilo y muy lindo de hecho, no se había dado cuenta que la estaba observando como acosadora hasta que la otra abrió sus ojos color miel y la miro con un poco raro, fue entonces cuando la pelinegra aparto su mirada un poco apenada.
— Buenos días lucy — susurró un poco burlona por la reacción de su amiga.
— buenos días Sol... Pudiste dormir mejor — comento lucy mirando al techo avergonzada.
— ignorado las horas que no dormí, si algo sin embargo aún tengo sueño — bostezo.
— deberías seguir durmiendo yo iré a preparar café, ¿Quieres un poco? — preguntó nerviosa la científica.
— No, la verdad Lucy quisiera que te quedes en la cama conmigo, después de todo ¿Cuando tendremos de nuevo unas vacaciones así? Y aún es muy temprano todos están dormido. Quédate — el tono de voz que utiliza la castaña al final fue suficiente para que convencer a Lucia de quedarse con ella en la cama.
Al cubrirse de nuevo con las sábanas, Sol se escabulló dentro de ella para abrazar a Lucy, está quedó inmóvil no penso que haría eso, le recordó a la Sol de antes de todo lo ocurrido. Todo se sentía un poco como antes y más tranquilo.
Pero quería saber si comenzaba a se así de nuevo inconscientemente o simplemente se sentía en confianza de nuevo después de ayer y lo que hablaron en la madrugada y el acuerdo que llegaron.
Paso al menos una hora más para que Lucy se levantará de la cama y dejara a su acompañante aún profunda, escucho ruido afuera como el movimiento de unas tazas y fue a ver quién era, además de que moría por café tu querida Sol le quitó ese privilegio de ir a la cocina temprano por la mañana dónde nadie estaba y todo estaba en silencio amaba esa paz de la mañana sola, pero alguien tenía un pequeño capricho de quedarse más rato en la cama.
Al bajar descalza las escaleras de madera, encontró una cabellera rubia andando por la cocina haciendo lo que más deseaba en ese momento, Kara se fijó que su hija había bajado.
— buenos días unah — sonrió cálida y tomo otra taza para servirle a ella.
— Jeju, buenos días... — miro la taza de café — tengo en entendido que las embarazadas no pueden tomar café — dijo mirando la taza blanca que tenía la rubia en su mano, aunque parecía intacto.
— No, esto no es para mí — le pareció tierna la preocupación de su hija mayor. — es para tu madre, quiero despertarla con esto — Lucy le dió un sorbo a su café y es como si volviera a sentirse como ella.
— eso me parece un lindo gesto — sonrió, pero recordó lo que le había dicho Lena anoche, que debía hablar del tema de tener un hijo con su madre, ella debía y tenía el derecho de saber todo. — crees que después de que le lleves eso podemos hablar — Kara la miro con el ceño fruncido extrañada pero asintió.
— por supuesto, vuelvo en seguida — Kara con cariño acaricio el brazo de su hija y subió con cuidado las escaleras hacia la habitación principal.
— Dios muero por café — comento una voz algo fresa y ronca al mismo tiempo, lucía conocía muy bien esa voz tan aguda, era su hermanita.
— buenos días Lori — sonrió Lucy recibiendo a su hermanita en la cocina y le dió un beso en la cabeza, la chica aprovecho este momento para robar el café de su hermana.
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Volverte a encontrar
General FictionKara y Lena se conocieron cuando eran muy jóvenes, pues nunca negaron el amor que sentían una por la otra, en una noche de inexperiencia y deseo, producto de su amor Lena le concibió un bebé a Kara el cual no supo de su existencia después de 14 añ...