Capitulo 1

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Layla.

Fin de vacaciones.

Mi cuerpo tendido sobre una tumbona en la terraza de la casa de mi padre disfruta de la vitamina D que le ofrece el sol del caluroso Hawaii.

Cierro los ojos tratando de ignorar la voz de mi padre desde la puerta.

-¡Layla no las vuelvo a llamar!

Mi padre esta vez suena enojado y suspiro colocándome los lentes sobre la cabeza, mis amigas me imitan y nos dirigimos al interior cada una resoplando más.

–Es injusto, dos semanas de vacaciones me parecen muy pocas.

Se queja Claudia a mi espalda y me rasco la cabeza.

-Tienes razón, creo que todo ser humano que pasa la mitad de su vida trabajando para sobrevivir debería tener el privilegio de gozar de un año de vacaciones, no saben cuánto me gustaría pasar media vida bajo este delicioso sol.

Ronronea Amanda a mi lado y suspiro pesadamente.

-Chicas, soñamos demasiado.

-¡Layla! -vuelve a gritar mi padre. -¡Perderán el vuelo!

-Ya vamos.

Nos arrastramos hacia la cocina donde ya está la cena servida y tomamos lugar en la mesa.

Comenzamos a comer mientras mi padre me examina detenidamente.

-Te estás tomando esto muy a la ligera y tienes que estar mañana a primera hora en la Academia.

-Lo sé papá, no te preocupes, todo saldrá bien, si me tomo mi trabajo al pie de la letra.

-Bien.

Se levanta y sube las escaleras, por mi parte comienzo a comer mi almuerzo sin muchas ganas.

-Cariño. -Margaret mi madrastra me coloca una mano en el hombro. -Ya sabes cómo se pone cuando están llegando las elecciones, es un momento importante para él al igual que para ti, ascenderas a Teniente.

Sonrío dejando el almuerzo de lado.

-Iré a empacar las cosas que me quedan..

Subo las escaleras en busca de mi habitación y ahí encuentro mi maleta media hecha en mi cama y ahí mientras empaco las cosas encuentro algo que me remueve por dentro, la foto de Brandon, que nos tomamos en nuestro primer aniversario.

-Lay, ¿Se puede?

-Si, adelante.

Me seco una lágrima que ha escapado de mi ojo izquierdo.

-Oye, ya nosotras estamos listas y....

Claudia detiene sus palabras al ver mi cara.

-Ven aquí.

Me aprieta contra ella y me permito dejar escapar varias lágrimas de nostalgia, ya no duele como antes, ahora solo queda un vacío que me ha sido casi imposible llenar.

Brandon era mi prometido, nos íbamos a casar, era ese chico del que te enamoras y planeas todo un futuro a su lado, el típico príncipe azul y simplemente un día desapareció, sin dejar rastro, sin explicaciones, solo se esfumó, la mafia Sueca lo capturó, lo torturó hasta que murió lentamente.

-Nena tiene que pasar, no puedes seguir sufriendolo, ya han pasado tres años.

Me separo sorbiendome la nariz.

-Tranquila, solo es la nostalgia y el echo de saber que nunca más lo volveré a ver.

-Pero....

-Tranquila, esto pasará, voy a buscar a mi padre.

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