Dentro de mi huracán.
Layla.
Llego a casa cansada y con la espalda ardiendo de tanto sol que tomé en Cancún.
–Al fin en casa, te extrañé mucho. —mi madre me envuelve en sus brazos.
–¡Mamá! —exclamo entusiasmada. –No pensé que terminarías tan pronto.
–¡Sorpresa!
Me separo de sus brazos y nos ponemos al día mientras desempaco mi maleta, mi madre se tiene que ir a una reunión de su trabajo y aprovecho para dormir un poco después de darme una ducha, el cuerpo me pesa y la mente confundida con un Daniel rondando.
En la tarde Amanda llega muy emocionada por saber que tal fueron las vacaciones de fin de semana.
–Cuentame como estuvo todo.
Se sienta en mi cama con las piernas cruzadas y la imito.
–Estuvo bien. —me limito a decir.
–¿Segura? No tienes el semblante de una persona que hubiera pesado bien su fin de semana. —cuestiona. –¿Que te preocupa?
–Me acosté con Daniel cinco veces. —lo suelto de golpe haciendo sobresaltar a mi amiga.
–¿Son novios?
Es la única pregunta que sale de su boca y es que me conoce, me gusta divertirme, salir con mis amigos, conocer chicos pero ella sabe perfectamente que no soy de las que se acuestan con el primero que pasa sin tener una relación, ejemplo claro de ello Ian.
–No Ami, solo follamos. —cierro los ojos con frustración.
–No eres la Layla que conozco y no voy a juzgar pero si lo hiciste es porque en verdad hay una fuerte conexión y algo más que simple gusto.
–No, no hay conexión, solo hubieron calentones por su parte y más de diez copas de alcohol en mi sistema.
Me tomo el puente de la nariz, estoy desesperada, sin saber que hacer.
–Vale. —piensa unos segundos eligiendo bien sus palabras. –Ya lo hecho hecho está y no puedes hacer nada para cambiarlo, no le des más vueltas.
–Es que no es solo eso.
–¿Que más?
–Es el novio de Clara.
–¿De la rubia desteñida prima dr Claudia?
Su pregunta me hace reír apagada.
–Si.
Nos quedamos calladas varios minutos, ella mirando un punto neutro y yo mirándola a ella, deseando que diga algo.
–Bueno. —por fin habla. –Vuelvo y repito, ya nada puedes hacer, fue un momento de calentón, tu hace siglos no tienes a nadie y estabas débil, ahora toca olvidarlo y seguir adelante Layla, no puedes torturarte con eso el resto de tu vida.
La tarde pasa entre consejos e intentos de animarme porque ciertamente me siento como si hubiese cometido un crimen.
######
Cierro la puerta de casa y el claxon de un auto me hace saltar sobre mis pies para dirigir la mirada a la entrada, es Ian en su Camaro gris, avanzo hacia él y sale del auto rodeandolo hasta quedar frente a mi.
–Ya no te veo, evitas mis mensajes, rechazas mis llamadas, ¿Sucede algo?
Me quedo observándolo y es el hombre que desee después de Brandon, en mis planes estaban una relación con él y ahora todo es tan confuso que lo evito a toda costa con miedo a que descubra una infidelidad que simplemente no existe.
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Placer y Obsesión
Teen FictionLayla regresa a Witko finalizadas sus vacaciones en Hawaii la tierra donde reside su padre. En su regreso al trabajo en la Academia Pembrook, unidad militar que pertenece a su apellido, una Academia que recluta y prepara soldados para la disposición...