―¡Ay! ―se quejó Khan cuando le pasé el algodón por la herida de la nariz, ahogando de seguido un gruñido profundo de enfado.
―Te lo mereces por haberle dado el primer golpe.
―¡Él empezó a provocarme! ―gritó, pero yo seguí curándole poco a poco las heridas de la cara.
Técnicamente Eriel no estaba creyendo las palabras de Khan cuando le dijo que teníamos un bebé entre ambos, por lo que el rubio azuzó un poco a su tío. Lo llamó mentiroso, envidioso, y sobre todo que era imposible que yo estuviera tan loco de haberme dejado engañar por él. Además de decirle que "parecía demasiado viejo".
Como era de esperarse, Khan no se contuvo en lanzarse contra él y darle un buen puñetazo en la barbilla que le hizo caer de espaldas contra el suelo.
Fue bochornoso.
Ver a dos Alfas maduros golpeándose como animales descerebrados era, cuanto menos, tan ridículo que la gente literalmente se largó corriendo al ver el espectáculo; y alguien dijo que llamaría a la policía porque parecía que se iban a matar. Por ello, lo mejor que se me ocurrió fue gritarles que se quedaran quietos de una vez y pararan de golpearse, aunque al principio no me escucharon hasta que Khan se descentró al ver que me estaba largando y recibió un fuerte golpe en la nariz.
No supe que pasó tras de mí, me negaba a ver, pero lo que sí vi es que Eriel le golpeó lo bastante duro para que el anillo abriera heridas en la piel de su tío y comenzara a sangrar en varias direcciones.
Nos metimos en el coche de inmediato, condujo hasta la casa de Karina, y ahí tuve que ver a una Beta sermoneando a un Alfa como si fuera un niño: Infantil, irresponsable, problemático... fueron las mínimas palabras que le soltó ella en una charla de casi quince minutos. E incluso Khan estuvo a nada de gritarla que se callara, pero Amus se limitó a mirarle con los brazos cruzados y una expresión impasible para proteger a su esposa. No iba a permitir que Khan le faltara el respeto.
Terminada la charla, Boston condujo el coche que nos llevó hasta ahí y yo me centré en que todos los niños terminaran durmiendo en sus respectivos lugares.
―Al menos él terminó peor que yo ―masculló Khan.
―No es una competición, idiota.
―¡Ay! ―se quejó de nuevo.
Khan la había cagado al abrir esa bocaza, por eso mismo no quería que él viniera. Estaba seguro que terminaría haciéndolo, ya que él no sabía contener sus pensamientos cuando se enfadaba; y Eriel era lo bastante hijo de puta para tocarle los cojones hasta sacarlo de sus casillas.
Terminé de curarle, cerrando el botiquín que dejé en la parte de atrás de los asientos, y le rodeé el cuello con mis brazos para apoyar mi cabeza en la zona del hombro.
―Debes de tener más cuidado, Khan... ―murmuré, sintiendo que él sólo asintió vagamente para abrazarme por la espalda y pegarme contra su cuerpo―. No importa cuán fuerte y grande seas. Eriel es de la familia, y tú siempre dices que la familia es tan importante como el apellido.
Por eso las "manadas" ya no tenían el mismo significado que en el pasado.
―Sabía que él haría algo raro contigo... ―musitó en voz baja, lo suficiente para ser audible―. Sólo... pensé en ti... y pensé que... bueno... Eriel sería capaz de besarte incluso, ya que se le da bien engatusar a la gente.
―Alfa bobo ―solté con una pequeña risa, mirándonos ahora cara a cara, para así darle un capirote en la frente. El antiguo Khan me hubiera gritado de todo y dado un bofetón, pero el de ahora sólo se le pusieron las orejas rojas y puso una mueca―. Si te soy sincero... necesito pensar más sobre lo de Eriel, sobre todo porque hay cosas que no entiendo del todo.
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𝕰𝚕 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎 𝕰𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚍𝚘 [También en Inkitt]
Werewolf[Libro 1] Chase, es todo lo que un Beta NO debería de ser en la sociedad en la que vive: Le gustan las tareas del hogar, disfruta cocinar, su personalidad es gentil... pero, sobre todo, Chase no ama de manera «tradicional» y guarda un secreto que pu...