Al Filo De Dos Cuchillos 🖤 Wenclair

Capitulo 2

Sentía su cuerpo pesado, el agotamiento comenzaba a pasar factura, con el sudor recorrer su frente, y los múltiples moretones en su cuerpo, se sentía estar hecho mierda, pero a la distancia ya podía notar la suave luz en la pequeña cabaña de su club, tocando la puerta con pánico, para que esta fuera abierta solo un segundo después, y pudiera entrar.

- Eugene, ¿Que te paso? - Su fría compañera lo miro alterado, en el lamentable estado en el que se encontraba y asustado, sobre todo eso.

No podía hablar, estaba más concentrado en recuperar el aliento, miro en todas dirección con angustia en su rostro y se dirigió rápidamente hacia el interruptor de luz, apagando las luces del lugar, y quedando a oscuras.

Cuando la morena estaba por volver a preguntar este cubrió su boca con su mano, llena de tierra, y con la otra susurro un pequeño "Shhh" indicándole que guardara silencio. Apuntó con la mirada hacia el exterior y Merlina pudo verlo.

- ¿Dónde se metió ese pequeño bastardo? - Una voz masculina, característica de un adolescente con problemas paternales evidentes se escuchó claramente.

- Max, tenemos que irnos, ya entramos en la propiedad de Nevermore, si la escuela se entera nuestra escuela estará en problemas - Luego, una voz un poco más temerosa y racional tomó parte en la conversación, deteniendo en su avance al joven que encabezaba aquel pequeño grupo de 4 persona.

El sujeto que iba al frente se detuvo, miró fastidiado al que habló, y de mala gana le hizo caso.

Los rostro apenas eran apreciables por la oscuridad del medio externo, pero sus olores eran bien recibidos por la morena, diferenciando así a un Alfa con olor a musgo, y tres Betas con olores muy leves a melón, avellana y grosellas.

Se marcharon cuando escucharon un ruido, saliendo a prisa del lugar.

Cuando dejó de ver sus siluetas perderse entre las ramas y arbustos del bosque, Merlina miró una vez más a su amigo, quien se quitó su camisa, exponiendo su cuerpo magullado y golpeado hasta los hematomas.

No realizó pregunta alguna está vez, en su lugar, lo ayudo con el botiquín de primeros auxilios que el más bajo tomó, y le tendió una mano en el tratamiento a sus heridas.

Tiempo después, cuando varias vendas adornaban su últimamente más delgado cuerpo, se dejó caer en un pequeño sofá que había en el club, y relajó sus músculos, no estaba olvidando la clara curiosidad de Merlina por saber que había pasado, así que procedió a hablar por su cuenta.

- Salí siguiendo a la colmena número 7, normalmente acompaño a las abejas cuando buscan nuevos sitios para realizar su trabajo y este día no era diferente, pero una de ellas, la líder de la colmena, decidió ir un poco más lejos, no había notado que estaba en territorio de otra escuela hasta que esos chicos me atraparon, me golpearon todo lo que pudieron, eran más, pero mis abejas acabaron con unos cuantos, lamentablemente ellas no lograron sobrevivir cuando uno de ellos las fumigó, logré escapar mientras acababan con ellas y correr de regreso, y así es como llegué aquí.

Se quitó sus lentes e hizo sus rulos hacia atrás, su rostro más delgado, su labio inferior partido al igual que su nariz, no eran la razón por la que ahora pequeñas lágrimas corrieron por sus mejillas, y Merlina sabía, que Eugene era más de llorar por otros que por el mismo, su dolor estaba en las compañeras y amigas que había perdido.

- ¿De que escuela son? - Merlina se inclinó delante de él. Ciertamente no debía entrar en los terrenos de otra escuela, pero eso no significaba que debían molerlo a golpes - Solo te lo preguntaré una vez, para la próxima lo descubriré por mi cuenta, y esos chicos la pasarán peor.

Dudó por un momento, pero les dijo a qué instituto pertenecían.

Y las cosas no acabarían ahí para la Addams.