Capitulo 10

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Merlina se estiró en el Rin, en el proceso, dejo salir un pequeño bufido, similar a un gruñido, sonrojando a varias en el lugar, incluída Enid, que ni podía mirar la pelea; cuando creyó estar lista, miró nuevamente al pálido larguirucho frente a ella.

— Tienes cara de que has estado en prisión — Dió pequeños saltos, calentando las piernas — Más de una vez.

El hombre mostró una desagradable sonrisa, chocando sus propios puños entre si.

— Y tú tienes cara de que no sabes cómo se siente una vagina — Dijo el sujeto, Relamiendo sus propios colmillos, y moviendo sus hombros, preparándose — Hueles a Alfa virgen.

Las feromonas de Omegas volaban por el aire, el espectáculo se había convertido en algo más cuando la Alfa se presentó, y cuando menos lo esperaban...

...Sonó la campana.

— Pues esta virgen te va a dar la cogida de tu vida en el Rin — En uno de sus pequeños saltos, cogió impulso del suelo y se lanzó a la carga, posicionó su cuerpo en una pose más cercana al suelo, y preparó un golpe bajo dirigido a la mandíbula del mayor.

El sujeto intento cubrirse, escudando su mentón con ambas manos, pero el puño de Merlina no cedió, sacudiendo la conciencia del más alto al recibir el impacto.

Dió largos pasos hacia atrás, cogiendo distancia, acarició su mentón con una mirada de ira en sus ojos, para finalmente escupir el protector bucal ensangrentado.

— Nada mal — Dijo, emocionado, y arremetiendo en contra de la morena.

Lanzó una ronda incesante de golpes a la defensa de la pelinegra, más la azabache se mantenía de pie, recibiendo los golpes; alcanzó a contraatacar en una pequeña pausa del mayor, golpeando su mentón con un derechazo perfecto.

Era un combate dónde los golpes iban y venían, el sujeto alto no se veía del todo bien, y Merlina ya tenía algunos moretones en el cuerpo, especialmente en el costado derecho, dónde se centraban los golpes de su contrincante, luego de mantenerse en un intercambio fluido, la energía del mayor palideció enfrente de la Alfa.

— Te ves cansado — Gruñó, golpeando su rostro de lleno con un fuerte gancho — ¿Es tan difícil seguirle el ritmo a una virgen?

Un golpe más, sacudiendo la cabeza del larguirucho y haciéndolo tambalear.

Golpe tras golpe, Merlina lo arrinconó en una esquina del Rin, dónde este intento protegerse, pero sus brazos magullado de tantos golpes apenas servían de defensa, el sudor en sus cuerpos, la agitación en su respiración, y los pequeños gruñidos que escapaban de su garganta, tenían mal a muchas Omegas en el lugar, cuyas parejas se veían enojadas mientras miraban la pelea.

Mientras se mantenía arremetiendo en su contra, sus pies se deslizaron por el sudor en el Rin, perdiendo el equilibrio, a lo que el más alto aprovechó para abrazar a Merlina, y crear algo de tiempo.

Apenas sintió el cuerpo del mayor tocar el suyo, el Alfa dentro de ella soltó un aullido iracundo, encendiendo su enojo.

Uso su pierna para hacer perder el equilibrio al sujeto, quien la soltó en camino a caer de espalda, pero Merlina le ayudó con un fuerte golpe en el centro de su rostro que lo condujo al suelo por la inercia, acompañado del impacto extra de la morena, produciendo un ruido sordo cuando su cuerpo finalmente tocó el suelo.

Silencio.... El público estaba en silencio.

Cuando la pelinegra se alzó, tambaleante, desorientada, jadeante y agotada los presentes la miraron asombrados, la anfitriona tuvo problemas para orientarse y recordar cuál era su papel, sacudiendo su cabeza con fuerza para salir del trance y subir al Rin a declarar la oficial ganadora del torneo.

Al Filo De Dos Cuchillos 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora