Capitulo 26

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×Goody×

La miré, con su rostro lleno de dudas, sin entender de que le hablaba.

— Actúas como si no nos conocieras — Seguí, la mirada de Enid nunca se apartó de la mía, su silencio casi parecía darme a entender que no sabía en qué idioma le hablaba, y eso me desconcertaba — Te estoy hablando en español, Enid.

— Pues no sé de qué mierda estás hablando — Acercó más las sábanas a su cuerpo, toda su atención estaba en la amenaza que había en esa habitación, que para ese momento, era yo.

— Y eso es lo que no entiendo yo, pues solo te estoy recordando algo de hace unos 9 años, cuando eras una niña de 10 que conoció a unas mellizas, acompañada de su fiel y mejor amiga, Lily Birdsnow.

— No tienes derecho a pronunciar su nombre — Noté como eso la irritó, cosa que por alguna razón, me produjo diversión.

— Así que a ella si la recuerdas.

— Jamás olvidaría a Lily, era todo lo que tuve en mi infancia — Escucharla decir eso me hizo notar, que a las únicas a las que había olvidado era a Merlina y a mí.

— ¿Y como murió ella? — Noté el aroma a ira que comenzaba a emanar de su cuerpo.

— Fue asesinada... — Dijo con pesar.

Un golpe en mi memoria con aquella sangre en mis manos, el color plateado de su cabello, sus ojos amarillos.

— ¿Por quién? — Para ese momento mis ojos estaban en el suelo, sentí mi corazón latir más lento, pero más fuerte, como el retumbar de un tambor.

— Por un mal nacido que odiaba a la familia Birdsnow — Sus ojos brillaron, el gruñido que acarició su garganta me estremeció, pues me transmitió su rencor.

¿Por un mal nacido?

Por favor Enid, es como si no recordaras la razón por la que me odias.

Y eso no puede ser posible.

— Nunca conocí este lado de tí, estar embarazada debe haberte cambiado.

— Es solo que antes mi odio hacia ti no era tanto, ahora siento que si no pusiera en peligro la vida de mi cachorro yo misma te arrancaría las tripas.

No pude evitar reírme, sabía que me estaba mirando con odio, pero este lado de Enid, me hace recordarla a cuando era una niña, tan temperamental, que solo una persona podía someterla.

— Pareces orgullosa de llevar a su primer cachorro.

— Lo estoy — Comentó al instante — Quiero tener a su cachorro, ¿Algún problema con eso?.

— A penas se conocen.

— Lo sé, pero no me importa, quiero tenerlo.

— ¿Nunca te preguntaste porque la amas tanto? — No pareció seguir respondiendo con soberbia, se detuvo a pensar.

Al Filo De Dos Cuchillos 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora