Al Filo De Dos Cuchillos 🖤 Wenclair

Capitulo 46

Estaba inquieta, la emoción que creía no era capaz de sentir, tenía este extraño latido anormal y la conciencia llena de culpa.

Merlina Addams no es buena con los sentimientos, eso era un hecho, nunca lo fué, pero se convenció a si misma que no necesitaba de eso para entablar buenas relaciones de convivencia.

Gran error.

En su mente, creía que el demostrar interés era solo un acto impulsivo por conseguir la atención de alguien, talvez otras personas no lo hagan con ese fin, pero ella siempre lo vió de esa manera, porque consideraba que el tener interés por Enid era nadar desesperada en medio del mar, y Enid era esa pequeña isla donde podría descansar.

Pero no sabía cómo decírselo, no tenía conocimiento sobre eso, quizás si fuera una ecuación matemática o algún pergamino que ruega porque desentrañen los misterios escritos en sus arrugadas páginas, ella sería capaz de descifrarlo.

Pero con Enid no, aunque sabía que sus sentimientos no eran rechazados, tenía el presentimiento de que si demostraba el como se sentía, lo que era Enid para ella, y lo que quería de ella, entonces si sería rechazada.

Enid no mentía, era una cobarde, mientras otros daban su máximo por ella, por su bienestar y salud, ella no podía hacer lo mismo, sus pensamientos calculados y sin gramo de optimismo detenían sus pies, y solo se quedaba atrás, mirando a los demás avanzar.

Escuchó el sonido de su celular sobre el escritorio, detuvo el toqueteo de su pie sobre la madera al moverlo con velocidad y se colocó de pie, yendo por el para contestar.

– Matriarca, su cachorro insiste en ver a tu Omega – Escuchó la voz de Eleonor al otro lado, lucía agotada, terminando con un suspiro.

– ¿Tan de repente? – Preguntó, sentándose en su escritorio.

– Ha estado inquieto desde ayer en la noche, insiste en que estás haciendo las cosas mal y quiere ver cómo está tu Omega – Aquellas palabras calaron profundo dentro de ella, haciéndola más conciente del peso de sus patéticas acciones.

Claro que Ferlan lo sabía, la conexión entre madres y cachorros es igual de fuerte que un lazo entre Alfa y Omega, no podría oculparle que se estaba equivocando, y no podía permitir que se enterara que no tenía ni la más mínima idea de lo que hacer.

– ¿Puedes dejarme hablar con él? – Llevó sus dedos índice y pulgar hasta el puente de su nariz, presionando un poco, lo estaba arruinando y no era algo que la perjudicaría solo a ella, por lo que debía comenzar a andarse con más cuidado.

Escuchó un sonido aprobatorio de parte de Eleonor quien se dirigió en busca de su pequeño, un par de segundos después, escuchó la voz de Ferlan, y sabía que estaba enojado.

– Creo haberte dicho que no la hicieras llorar – Un gruñido de parte de su cachorro llevó a su lobo interior a bajar las orejas.

– Sobre eso- – Fué interrumpida por Ferlan, quien continúo hablando.

– Escucha, te equivocas en algo, sin tí, mamá no está sola – Confirmó – Mamá es popular en el pueblo, muchos hombres y mujeres venían a casa con la esperanza de verla, de tener una oportunidad, pero ella siempre los rechazó.

– Siempre ha sido popular desde que la conozco – Dijo con vergüenza, intentando llenar el vacío en la conversación de su parte.

– Debió serlo, después de todo mamá es hermosa, una mujer tan valiosa como ella debe ser codiciada de manera natural, razón por la que yo me aseguré de que nadie se le acercara demasiado – Percibía la hostilidad en las palabras de Fer, reconociendo el adónde se dirigía – No permitiré que nada que le haga daño esté cerca de ella.