Capitulo 12

2K 205 22
                                    


×Enid×

Me removí sobre aquella suave tela que me abrigaba, resguardandome del frío en la habitación, se sentía como un espacio pequeño, podía escuchar el canto de las aves a través de las persianas, sentí mi cuerpo agradable, dándome la vuelta en aquella cama de sábanas negras con gris.

¿Negras con gris?

Abrí mis ojos lentamente, curiosa, encontrándome con una habitación tapizada de negro completamente, con repisas llenas de libros por todos lados, recorrí el lugar con mi mirada, parecía un estudio, la habitación estaba abierta al resto del lugar, mirando más allá de lo que parecía ser la puerta, aún sin una puerta, me encontré con algo simplemente maravilloso.

Llevaba unos shorts que le llegaban hasta las rodillas, de un clásico y característico color negro, al igual que su top deportivo, dejándome ver su espalda baja, sorprendentemente seductora, y sus brazos descubiertos. No podía ver su rostro, estaba de espaldas, en lo que parecía ser la cocina de su remolque.

Ahora que lo pienso....

¿¡Cómo carajos llegué aquí!?

¿¡Y porque estoy en su cama!?

Al moverme en la sábanas, intentando salir de ellas, la cama rechino, llamando su atención, la cual se posó rápidamente en mi; me quedé de piedra al verla acercarse, su rostro no parecía muy contento, y eso me asustó, escudando mi cuerpo con las sábanas; se detuvo frente a mi, calmada, sentía su aroma más fuerte que en días anteriores, intenso, espeso, estimulante, se cruzó de brazos frente a mi, dándome una vista demasiado buena de sus marcados brazos, mordí mi labio inferior y una parte de mi rezaba por que subiera a la cama, que subiera y estuviera sobre mi-

¿Sabes cómo llegaste aquí? — preguntó, sacándome de mis hormonales pensamientos, con un tono ronco, como si acabara de despertar, algo que me llevó a sujetarme de las sábanas mientras mis ojos seguían recorriendo su cuerpo.

Al no recibir respuesta de mi parte, se acercó más a la cama, inclinándose un poco hasta apoyarse en ella, su mirada parecía examinar mi alma, tragué saliva y evité que mi voluntad se desmoronara ante ella.

¿Recuerdas lo que hiciste anoche? — ¿anoche? Pensé para mí misma, no entendía a lo que se refería, pero miré debajo de las sábanas, llevaba una sudadera negra encima, cubriendo mi cuerpo, aparte de eso, mi ropa para dormir, la cual es sumamente pequeña, no pude evitar sonrojarme ante la idea de que me viera vestir eso.

¿Que ocurrió anoche? — Pregunté con dificultad, temiendo a la respuesta.

La ví pensar por un momento, como buscando las palabras, eso me alteró más.

¿¡No ocurrió nada, verdad!?.

— A parte de la mamada que me diste, no.

...

¿Que?

¿A qué te refieres con-?

— Que me chupaste el pene hasta que descargué todo dentro de tu boca, que sacie tu sed con mi leche, que bebiste de mi helado hasta estar satisfecha, que-

Al Filo De Dos Cuchillos 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora