Pequeña Lunática [Charlie Weasley]

ANUNCIO INESPERADO

El verdadero invierno comenzó a principios de Diciembre.

Las fotocopias y yo retomamos los proyectos que teníamos en pausa, para poder sacarlos al mercado cuanto antes.

Por la noche, tras la cena, decidimos bajar a las cocinas. Los elfos nos saludaron tan simpáticos como siempre.

-¡Hola, Dooby! Saludé hacia el elfo.

-¡Señorita Lupin! Dooby se alegra de verla de nuevo.

Dooby fue el elfo doméstico de los Malfoy antes de que Harry lograra que obtuviera la libertad. No me gustaba como Lucius lo trataba, pero Dooby y Draco tenían una gran relación.

Cuando supe que estaba buscando trabajo, se lo comenté a Hagrid, y este, a Dumbledore. El director les ofreció a él y a Winky, la exelfina del señor Crouch, un puesto en las cocinas de Hogwarts.

En el momento en el que estábamos probando su nueva receta de tarta de calabaza, Harry, Ron y Hermion entraron a las cocinas.

-¿Qué hacéis aquí? Nos preguntó Ron.

-Visita rutinaria. Contestamos al mismo tiempo.

-¿Rutinaria? Preguntó Harry esta vez.

-Venimos mínimo una vez a la semana a saludarles. Explicó George.

-Y así probamos sus ideas de recetas. Añadió su fotocopia.

-Siempre están abiertos a sugerencias. Mencioné, comiendo otra cucharada de mi porción.

-La pregunta es... Dijo Fred.

-¿Qué hacéis vosotros aquí? Completé.

-No querrás obligarlos a entrar en huelga, ¿verdad? Preguntó George, mirando a Hermione de forma acusatoria.

-¡No! Vine a que Harry y Ron vieran que Dooby estaba aquí. Repuso la castaña.

-Tendremos que creerte por el momento... Murmuraron los pelirrojos.

-Ahora debemos irnos. Señalé.

-¿Y eso? Cuestionó su hermano pequeño.

-Asuntos de negocios. Respondimos al unísono, llevándonos unas cuantas galletas para el camino.

La clase de transformaciones estaba llegando a su fin. Ya habíamos logrado todos trasformar los puffskein en pisapapeles.

-¡Weasleys! ¡¿Queréis atender por una vez?! Gritó la profesora McGonagal irritada. Fred y George llevaban un gorro de papel cada uno en la cabeza, iban cambiando de forma y color mediante un encantamiento. Nos habían hecho unos a Angelina y a mi, y estaban haciendo el de Lee en ese momento.

Los trozos de papel pasaron a ser pequeños pájaros que luego se desintegraron. El resto no pudimos reprimir nuestras risas.

-Ahora que los señores Weasley, y todos vosotros, tendréis la amabilidad de comportaros de acuerdo a vuestra edad. Habló la profesora a modo de advertencia. -Tengo que deciros algo.

-Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo deseáis podéis invitar a un estudiante más joven... Los murmullos no tardaron en oírse por toda el aula.

-Será obligatoria la túnica de gala. Prosiguió la profesora. Con que para eso era la túnica de gala... -Tendrá lugar en el gran comedor, comenzará a a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien... me disgustaré muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal lugar al colegio.