PASADO

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En los últimos tres días, no paraban de entrar y salir diferentes  miembros de la Orden. Mi padre Remus apenas estaba en casa. Y eso  entristecía, preocupaba y malhumoraba más aún al animago.

La  misma noche que estuve en el ministerio, hubo un reunión urgente en  mitad de la noche en la que el propio Dumbledore estuvo presente.

Informé  de mis avances en el ministerio y planificamos como sería la vista de  Harry. Tanto mis padres, como yo, nos ofrecimos a acompañar al azabache,  pero al director no le pareció prudente.

El miércoles por la  noche, Harry apenas probó bocado de la cena. La vista sería la mañana  siguiente y todos nos encontrábamos algo inquietos por ello.

Intentaba autoconvencerme de que saldría absuelto, tenía que ser así.

Las pesadillas me atormentaban de nuevo. Decidí prepararme un té y sentarme en el el sofá del salón a leer un poco mientras comía algo de chocolate.

Una cabeza azabache se asomó por la puerta:

-Deberías estar durmiendo, Harry. Dije con una sonrisa. Este se encogió de hombros levemente y fue directo a sentarse a mi lado.

No tardó en entrar un gran perro negro con una tetera levitando a su lado. -Veo que no soy el único que no podía dormir. Murmuró. -Lunático aún está recuperándose de la luna, así que he bajado como Canuto para hacer el menor ruido posible. Hacedme un hueco, cachorros.

Se sentó entre medio de ambos, provocando que Harry y yo nos recostáramos a su lado cómodamente. Me arrebató con cuidado el libro de constelaciones. Parecía sorprendido al verlo, pero luego sonrió con nostalgia y empezó a leerlo en voz alta al mismo tiempo que iba contándonos algunos datos interesantes.

El ojiverde no tardó en quedarse dormido. Mi padre Sirius le llevó con cuidado a su habitación sin despertarlo gracias a la magia.



Un par de horas más tarde, el primero en bajar fue mi padre Remus. Seguido de Dora y el señor y la señora Weasley.

Preparé el desayuno junto a Molly a la espera del azabache.

Intentamos tranquilizarle lo máximo posible y le deseamos suerte antes de que se fuera con Arthur al ministerio.

Unas horas después, ambos aparecieron por la puerta y todos esperábamos las novedades inquietos.

-¡Absuelto! ¡Absuelto de todos los cargos! Exclamó Harry, quitándonos a todos una preocupación de encima.

El ambiente se tornó en uno mucho más alegre: -¡Lo sabía! Siempre te libras de todo. Dijo Ron dando golpes al aire emocionado.

Las fotocopias y Ginny realizaron bailes y cánticos de celebración: -¡Se ha librado!

Entre tanto alboroto, Arthur nos comentó que habían tenido un encuentro no muy agradable con Lucius. Tanta reunión con Fudge comenzaba a ser sospechosa.



Al salir al jardín a fumar, me encontré con mi padre Remus sentado en los escalones de madera y mirando un serie de fotografías:

Me senté a su lado y le ofrecí la caja de cigarrillos y la mitad de una barrita de chocolate.

-Las he encontrado en una vieja caja. Hacía años que no las veía. Comentó con un brillo en sus ojos. Me dio la caja para que pudiera ver las fotografías. Eran de sus años en Hogwarts y de los primeros al salir del colegio.

-Esta era es de la Orden del Fénix original. Señaló. -Ahí está Ojoloco, a su lado Dumbledore y Dedalus Diggle... Esa es Marlen, murió dos días después de esa foto junto a toda su familia... Esos son Alice y Frank, ya sabes lo que les pasó... pobres. Emmeline, ahí estoy yo, Benjy Fenwink también murió, a manos de la manada de Greyback. Edgar Bones, el hermano de Amelia que también murió, Sturgis Podmore, Dearborn, murió seis meses después... Hagrid, Doge, los hermanos de Molly: Gideon y Fabian, eran verdaderos héroes... Aberforth, hermano de Dumbledore. Solo le vi aquella vez... Dorcas, quien mató Voldemort personalmente, Sirius con el pelo corto porque te encantaba jugar con sus rizos, James, Lily.... Colagusano... ¡Ah! Y aquí está Mary...

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora