Pequeña Lunática [Charlie Weasley]

SORTILEGIOS WEASLEY

La señora Weasley entró a la habitación con las manos apoyadas sobre sus caderas. -¡Ah, hola, Harry, Cassie! Me alegro de que ya estéis aquí. Dijo, yendo a abrazarnos para después mirar a su marido de forma interrogante.

-¿Qué es lo que tienes que decirme?

Ginny y Hermione aparecieron detrás de la señora Weasley, dedicándonos tanto a Harry, como a mi, una sonrisa que correspondimos en medio del incómodo silencio.

-¿Qué tienes que decirme Arthur? Volvió a preguntar con un tono de voz cada vez más serio.

-Nada, Molly... Fred y George solo... He tenido unas palabras con ellos. Murmuró el señor Weasley.

-¿Qué han hecho esta vez? Si tiene algo que ver con"Sortilegios Weasley"...

-¿Por qué no le enseñamos a Harry y a Cassie donde van a dormir, Ron? Propuso Hermione desde la puerta.

-Ya lo saben. Harry en mi habitación y Cassie contigo en la de Ginny. Respondió el menor de los pelirrojos sin entender.

-Podemos ir todos, así nos ayudáis con el equipaje. Comenté, haciéndole comprender a Ron la situación.

-¡Ah! De acuerdo...

-Sí, nosotros también vamos. Dijo George, intentando huir en vano.

-¡Vosotros os quedáis donde estáis! Exclamó su madre, provocando que fuéramos hacia las escaleras con rapidez.

-Con que ese era Charlie... Ahora entiendo porque me hablas tanto de él. Me susurró Harry, mirándome con una sonrisa de lado y con las cejas elevadas de forma insinuante. Le di un pequeño golpe en el hombro con una sonrisa.

-No digas tonterías, Potter... Murmuré, negando con la cabeza, manteniendo mi sonrisa a la vez que ponía un pie en el primer escalón para comenzar a subir las zigzagueantes escaleras.

-¿Qué es eso de "Sortilegios Weasley"? Cuestionó Harry mientras nos digiramos a los pisos superiores de la madriguera, causando que Ron, Ginny y yo soltáramos una pequeña risa.

-Mi madre ha encontrado un montón de cupones de pedido cuando limpiaba la habitación de Fred y George. Comenzó a explicar Ron en voz baja.

-Largas listas de precios de cosas que ellos y Cassie han inventado. Artículos de broma, ya sabes: varitas falsas, caramelos con truco, un montón de cosas. Es estupendo, nunca había imaginado que hubierais estando inventando todo eso... Finalizó mirándome.

-La mayoría de los inventos son ideas suyas, yo me encargo de pensar como llevarlas acabo de forma cien por cien segura y eficaz. Llevan pensando en esto desde que les conozco. Aseguré.

-Hace mucho tiempo que escuchamos explosiones en su habitación, pero nunca supimos que estuvieran fabricando algo. Creíamos que simplemente les gustaba el ruido. Comentó Ginny.

-Lo que pasa es que la mayor parte de los inventos... bueno, son algo peligrosos. Pensaban venderlos en Hogwarts para sacar dinero. Mi madre se ha puesto furiosa. Les ha prohibido seguir fabricando nada y ha quemado todos los cupones de pedido... Además de estar ya enfadada por sus notas...

-También han habido varias discusiones porque mamá quiere que entren a trabajar al ministerio como papá y ellos dicen que lo único que quieren es abrir una tienda de artículos de broma. Añadió Ginny.

Las fotocopias ya me habían contado todo lo ocurrido en una de sus cartas. Dado que aparte de su mejor amiga, también soy una de las principales inversoras del proyecto. Y no pensamos renunciar tan fácilmente.

Confío en ellos. Y sé el talento que tienen para poder emprender su propio negocio y llegar a ser unos empresarios de éxito.

Solo hacía falta demostrarle a la señora Weasley lo equivocada que estaba al respecto.