RECLUTAMIENTO

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Cuando el sol apareció en el cielo, bajé a la cocina para preparar el desayuno. Que como no podría ser de otro modo, incluía: café, tostadas, repostería y más café.

Mis padres no tardaron mucho en aparecer. Sus ojeras me delataban que no había sido la única que no había dormido mucho durante la noche.

En el momento en el cual estábamos recogiendo todo, el timbre sonó, despertando a la insoportable madre de Sirius.

La ignoré y caminé por el vestíbulo hacia la puerta.

-Dumbledore... Murmuré haciendo un gesto para que pasara.

-Buenos días. Respondió el director bajo los gritos de la antigua dueña de la casa.

Guié al mago hasta el comedor, donde se encontraban mis padres esperando.

-Bien, ya me he puesto en contacto con varios miembros de la orden y están dispuestos a colaborar. Anunció. -De hecho, he hablado con los Weasley y en pocos días podrán trasladarse al cuartel general.

-Eso es bueno. Comentó el licántropo.

-Sí. Ahora solo faltan algunos miembros por reclutar. Y esperaba que tú pudieras ocuparte de ello, Cassiopea. Señaló mirándome con una media sonrisa.

-¿Yo? Pregunté extrañada.

-Tienes relación con la mayoría de la lista. Solo pretendo que les hables sobre la orden y la situación actual. Es decisión suya completamente unirse o no. Me explicó con cautela, cediéndome una lista de nombres.

-Está bien, lo haré.

-Se lo agradezco, supongo que el joven Weasley también estará encantado de ayudarla en cuanto lo sepa. Necesitamos la mayor cantidad de magos extranjeros posible. Aclaró. -Me gustaría quedarme para una taza de té, pero el tiempo apremia. Se despidió para luego dirigirse a la salida.

Al día siguiente, ya había metido todo lo necesario en mi bolso y estaba de camino a Rumanía para encontrarme con Charlie, quien me recibió alegre en la estación.

-¿Estás segura de esto? Me preguntó mientras caminábamos de la mano por la ciudad antes de ir al campamento. Haciendo referencia al tema de la orden.

-Quiero asegurarme de hacer todo lo posible para mantener a la gente que quiero a salvo. Contesté de forma segura, conectando el verde y el gris una vez más.

El pelirrojo detuvo nuestros pasos para unir nuestros labios con dulzura.

Tiempo después, Geralt y Liam nos esperaban en su cabaña. Al verme, fueron directos a abrazarme.

-Charlie nos acaba de decir que venías de nuevo, ¿tan horrible se ha vuelto Londres? Dijo Liam divertido.

-Está vez no vengo de vacaciones. Mis palabras hicieron que ambos me miraran expectantes. -¿Sabéis que es la Orden del Fénix?

No nos costó mucho explicarles lo que era debido a que sus familias fueron miembros de la orden y a que estuvieron presentes durante los sucesos del último año.

-Y bien, ¿podemos contar con vosotros? Preguntó el pelirrojo algo inquieto.

Gerealt fue el primero en hablar. -Tenéis que estar locos para desafiar al ministerio así. Me apunto. Afirmó con una sonrisa.

Todas las miradas pasaron a Liam:

-Mi familia confiaba en Dumbledore Y yo no confío en el ministerio, pero sí en vosotros. Así que... sí, quiero formar parte de la orden. Finalizó haciendo que el resto le dedicáramos una sonrisa.

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora