TRASLADOR

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Fui la primera de las tres en despertarme aquella mañana. Me preparé y vestí en silencio, para después acercarme lentamente a la cama de una muy dormida Hermione.

-Hermione, despierta... ya es la hora. Avisé acariciando su pelo, recibiendo una especie de sonido en respuesta.

Hice lo mismo con Ginny antes de agarrar mi bolso y salir del lugar camino a la cocina.

Me encontré a Molly Weasley sirviendo las gachas de avena en varios cuencos, a las fotocopias más dormidas que despiertas sentadas en la mesa, y a Harry conversando con el señor Weasley sobre el atuendo "muggle" del último.

-¿Dónde están Charlie, Bill y Percy? Pregunté reprimiendo un bostezo.

George fue el primero en hablar tras abrir los ojos. -Sabemos lo interesada que estás en nuestro querido hermano, Star. Pero...

-Al menos podrías tratar de disimularlo un poco, ¿no crees? Me limité a negar con la cabeza repetidamente, ignorando el comentario de Fred mientras me sentaba en la mesa, al lado de Harry, tras haberle dado un beso en la cabeza a modo de saludo.

-Como van a aparecerse, les dejé dormir un poco más, querida. Me explicó con dulzura la señora Weasley.

-¿Y por qué no podemos aparecernos nosotros también? Se quejó Fred cuando le estaba echando canela a mi avena.

-Porque no tenéis la edad y no habéis pasado el examen ¿Y dónde se han metido esas chicas? Dijo Molly, saliendo de la cocina en su búsqueda.

-Al menos no falta mucho para que nos dejen hacer los exámenes... Comenté, sirviéndome una taza a rebosar de cafeína.

-¿Hay que pasar un examen para poder aparecerse? Preguntó el azabache.

-Desde luego. Le respondió el señor Weasley. -La aparición no es fácil, y cuando no se hace como se debe, puede traer complicaciones muy desagradables como la escindición.

Todos hicimos un gesto de desagrado, menos Harry.

-¿Encindición? Volvió a preguntar desorientado.

-La mitad del cuerpo queda atrás. Expliqué.

Arthur Weasley siguió hablando. -Con la aparición no se juega. Hay muchos magos adultos que no quieren utilizarla. Prefieren la escoba: es más lenta, pero más segura.

-¿Pero, Bill, Charlie y Percy sí que pueden?

-Charlie tuvo que repetir el examen. Dijo Fred con una sonrisa ladina -La primera vez suspendió porque apareció ocho kilómetros más al sur de donde se suponía que tenía que ir. Apareció justo encima de unos viejecitos que estaban haciendo la compra.

-Bueno, pero aprobó a la segunda. Aclaró la señora Weasley entre nuestras carcajadas, volviendo a la cocina con las chicas tras ella.

-Percy lo ha conseguido hace sólo dos semanas. Desde entonces, se ha aparecido todas las mañanas en el piso de abajo para demostrar que es capaz de hacerlo. Contó George en medio de un bostezo.

Tras muchas quejas, explicaciones de porque nos levantábamos tan temprano y una desagradable escena que hubo cuando la señora Weasley descubrió que las fotocopias no se habían desecho de los caramelos longuilinguos, comenzamos la extensa caminata.

Finalmente, llegamos exhaustos a la cresta de la colina, en el momento en el que ya empezaban aparecer los primeros rayos del sol.

-¡Uf! Bien, hemos llegado con tiempo. Tenemos diez minutos... Ahora solo falta el traslador. No será grande... Vamos... Señaló el señor Weasley, buscando a su alrededor.

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora