Pequeña Lunática [Charlie Weasley]

LOS MUNDIALES

A pesar de las quejas de Ron, los tres amigos fueron por el agua debido a la importancia de la seguridad antimuggles.

Ginny y yo nos quedamos en la tienda. El resto, fueron por la leña para la hoguera que debíamos hacer de forma completamente muggle.

Después de que la mayoría volvieron con la leña, decidí hacerle una pequeña visita a Cedric en lo que Ron, Harrry y Hermione venían con el agua.

Pasé por la tienda de los Diggory para recoger al Hufflepuff y así dar una vuelta por el prado. Los magos y brujas ya se estaban despertando. Miles de magos de todo el mundo reunidos en un solo lugar, impresionante.

No tardamos mucho en encontrarnos a Oliver y a su familia. El excapitán estaba realmente emocionado, acababa de firmar para formar parte de la reserva del Puddlemere United. También saludamos a varios compañeros del curso y finalmente, Ced me presentó a Cho Chang, la Ravenclaw en la que estaba interesado.

Cuando regresé a la tienda, los chicos ya habían vuelto al fin con el agua. E incluso Bill, Charlie y Percy se habían aparecido. Ahora se encontraban todos al lado de la fogata, esperando al almuerzo.

-¿Has podido aparecer dentro del perímetro o has vuelto a asustar algún pobre muggle? Comenté con burla hacia uno de los pelirrojos recién llegados.

-Oye, eso solo pasó una vez. Se defendió, fingiendo su ofensa a la par que dejaba sitio a su lado para que me sentara.

-Has tardado siglos, Star. Dijo de forma exagerada una de las fotocopias.

-Pensábamos que ya no te volveríamos a ver. Continuó su igual.

-¿Dónde estabas? Me preguntó Harry.

-Ya que tardabais tanto en ir por el agua, fui con Ced a dar una vuelta por el prado y aprovechar para saludar a unos conocidos. Contesté con sencillez.

Charlie se giró en mi dirección. -Cedric, ¿Cedric Diggory? Asentí sin darle importancia.

-Creo que alguien está celoso... Murmuró George, ganándose una mala mirada de su hermano mayor.

Fred soltó una carcajada. -No te preocupes hermano. Por si no lo has notado, ella es más de pelirrojos. Le di la razón para después guiñarle un ojo al dragonologista, causando que me dedicara una sonrisa de lado.

La persona menos discreta que podía haber en este evento, pasó por delante de la tienda. -¡Ajá! ¡El hombre del día! ¡Ludo! Exclamó el señor Weasley, provocando que se acercara a zancadas.

-¡El viejo Arthur! ¡Vaya día! ¿A qué no podíamos pedir un tiempo más perfecto? Vamos a tener una noche sin nubes... Y todos los preparativos han salido sin menor tropiezo... ¡Casi no tengo nada que hacer!

Él no, pero sin duda sus compañeros de trabajo que estaban alrededor sí.
Se veían agotados y con bastante trabajo por delante.

Percy por poco se cae al tenderle la mano apresuradamente, haciendo que el señor Weasley pasara a las presentaciones.

-Este es mi hijo Percy que acaba de empezar en el ministerio... y este es Fred... digo George, perdona... Fred es este de aquí... Bill, Charlie, Ron... mi hija Ginny... y sus amigos, Hermione Granger, Cassiopea Lupin y Harry Potter. Este es Ludo Bagman: gracias a él hemos conseguido unas entradas tan buenas.

Tras conseguir que Fred y George apostaran varios galeones a que Irlanda ganaría pero que Viktor Krum, el buscador de Bulgaria, atraparía la snich, el jefe de departamento se sentó con nosotros a tomar un té.

Percy no tardó en ponerse a elogiar a su jefe, cosa que ignoré hasta que la conversación dio un giro algo más interesante. -¿Sigue sin haber noticias de Bertha Jokins, Ludo?