HERMANA

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El sábado antes de la primera prueba, hubo una visita a Hogsmeade. Estuve con Cedric y con otros prefectos guiando a los de tercer año. Luego pasamos por Honeyduckes, en mi caso, por chocolates varios. Al salir de ahí, me despedí de Ced, dado que el Hufflepuff había quedado con Cho.

Estaba eligiendo unas cuantas plumas que necesitaba en el momento en el que unos brazos me rodearon la cintura desde detrás. No tardé en identificar ese característico perfume.

-Buenos días. Saludé con una estúpida sonrisa.

-Buenos días. Murmuró tras dejar un beso en mi cuello.

Me giré en su dirección aún apresada entre sus brazos. -Bonito jersey. Me resulta familiar... Observó, mirando mi ropa de hoy.

-¿Ah, sí? Fue un regalo. Es bastante cómodo. Y me queda demasiado bien como para no llevarlo. Respondí.

El pelirrojo esbozó una media sonrisa. -Eso se puede ver a simple vista...

-Bonita bufanda. Señalé, colocando bien la que era mi bufanda en su cuello.

-Fue un regalo. Es bastante cómoda. Contestó, haciéndome reír levemente. -No tengo que hacer nada en el refugio hasta la noche ¿Te apetece ir por una cerveza de mantequilla?

-Charlie Weasley proponiendo una cita... Me siento tan halagada que no podría negarme ni aunque quisiera. Mencioné divertida. -Pago esto y vamos.

Compré todo lo que necesitaba en la tienda de plumas Scrivenshaft. Después, dimos un paseo hasta las tres escobas.

-Ahí está Rita. Señaló Charlie. Parecía estar buscando a alguien a quien interrogar. -Lo más probable sea que esté hospedada en el pueblo para ver la primera prueba.

-No me importa. Ya es hora de que todos vean lo equivocada que está. Dije tirando de su mano para basar sus labios brevemente a la entrada de las tres escobas.

-Estoy de acuerdo.

Dentro del local, había varios estudiantes resguardándose del frío. Me senté en una de las mesas mientras Charlie pedía las bebidas.

Visualicé a Ron junto con los gemelos y Lee en una de las mesas. Al entrar pasamos por su lado, estaban tan molestos conmigo, que no se percataron de que me encontraba con Charlie, simplemente optaron por ignorarme.

-Una cerveza de mantequilla con canela espolvoreada por encima. Dijo Charlie, dejando la jarra frente a mi para luego sentarse a mi lado.

-Me conoces demasiado. Déjame adivinar, ¿jengibre? Señalé, ganándome un asentimiento a modo de respuesta.

-Hoy hablarás con tu padre y con Harry, ¿cierto? Me preguntó tras dar el primer sorbo a su cerveza de mantequilla.

-Sí. Dice que tenemos que hablar de varias cosas. Ha estado investigando y espero que haya averiguado algo que me ayude a entender que hace Harry en este Torneo... Algo que explique lo que realmente ocurrió en los mundiales... Contesté bajando el tono de voz.

-¿Esa es Hermione hablando... sola? Observó el pelirrojo, señalando una de las mesas situada en una esquina.

-Sí, es Hermione. Pero no habla sola. Harry tendrá la capa de invisibilidad puesta para evitar a los estudiantes y a Ron. Aclaré. -Me mata ver a Harry y a Ron así. Tienen a la pobre  Hermione  de un lado para otro. Todo porque ninguno quiere admitir que hecha  de menos al  otro.

-No me creo que sigan enfadados...

-Yo tampoco... Murmuré mirando a los gemelos desde mi sitio. Charlie dirigió su vista al mismo lugar y entrelazó nuestras manos por encima de la mesa, llamando mi atención. Le dediqué una leve sonrisa en agradecimiento.

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora