VALÍA

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-¡Mamá, Charlie está en casa... ¡Cassie! Exclamó la pelirroja al verme. Causando que me levantara a su encuentro.

-¿Qué tal estas semanas en Rumania? Me preguntó Ron al separarme del abrazo de Ginny.

Los  hermanos Weasley sabían la misma historia que habíamos creado para  despistar al ministerio. Aún no podían saber sobre la Orden, el cuartel,  o lo que estábamos haciendo.

-Perfectamente. He logrado que  tu hermano divida su tiempo entre los dragones y yo. Comenté divertida  cuando mi pareja rodeó mi cintura con su brazo izquierdo.

-Ginny, Ron, ¿por qué no vais arriba un segundo? Cass y yo queremos hablar a solas con papá y mamá.

Parecía que los dos fueran a quejarse, pero interrumpieron sus palabras cuando vieron a su padre entrar al lugar.

Una vez los Weasley menores se fueron escaleras arriba, hablamos con los padres de Charlie sobre los detalles del traslado al cuartel general, tal y como nos había dicho Dumbledore.

Al día siguiente, Bill legó de Egipto y nos reunimos en el Caldero Chorreante para contarle todo lo ocurrido hasta ahora:

-Será estúpido. No puedo creer que le dijera todo eso a papá. Exclamó refiriéndose a las palabras dichas por Percy.

-No sabe lo que dice... Escucha, Bill. Sé que prefieres mil veces los viajes a una oficina, pero te necesitamos para la orden. Tú eres el único cercano a los duendes. Y eso nos favorecerá contra los planes de los mortifagos. Necesitamos todo el apoyo posible. Le explicó con tranquilidad el dranologista.

-Y  además, cierta francesa está haciendo sus prácticas en Gringotts...  Quizás podrías ofrecerte para darle algunas clases particulares... Ya  sabes, para mejorar el inglés... Murmuré con una sonrisa insinuante,  llamando su atención.

-¿Fleur está en Londres?

-Mmm... Y ya es miembro de la orden... Respondí elevando una ceja hacia el primogénito de los Weasley.

-¿Y cuándo dices que podría empezar en el tema de la orden? Su pregunta hizo que su hermano soltara una sonora carcajada.

-Parece  que mi novia ha logrado convencerte en un tiempo récord, hermano.  Observó el ojiverde con burla en su voz, apoyando su brazo en el  respaldo de mi silla.

-Es un don. Comenté con simpleza, encogiéndome de hombros con una sonrisa y dando otro sorbo a mi taza de café.

La luna de julio pasó de forma tranquila. Esto permitió a mi padre recuperarse prácticamente al completo antes de la primera reunión con la orden.

Por esta vez, los invitados iban entrando a través de la Red flu. Dentro de poco, Dumbledore añadiría más encantamientos de protección como el encantamiento fidelio, del cual sería el guardián para asegurarnos de la máxima seguridad posible.

Mis padres y yo fuimos recibiéndoles a todos ellos:

Los señores Weasley, Charlie y Bill fueron de los primeros. Más tarde llegaron los Tonks, Mcmilan, Fleur, Viktor, Geralt, Liam y los profesores de Hogwarts al completo, para nuestra desgracia.

-Black... Saludó Snape con desdén.

-Snivellus... Contestó mi padre con una sarcástica sonrisa, atrayéndonos a mi padre y a mi más cerca suya todavía.

De ahí pasamos a las presentaciones de los antiguos miembros: El verdadero Ojo loco Moddy, el auror Kigsley Shacklebot, Arabella Figg, quien al parecer era vecina de Harry, Mundungus Fletcher, quien era un ladrón básicamente, entre otros.

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora