ENTRENAMIENTO

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Ese día nos convocaron para una reunión urgente de la orden a primera hora de la mañana. Charlie y yo salimos de nuestra habitación, cruzándonos por el camino con los otros dos dragonologistas.

Cuando bajamos, Kingsley ya empezó a hablarnos seguido con una gran cantidad de datos que ni siquiera escuché. Alcé la mano para detener sus palabras.

-Si empezáis a darnos ordenes a primera hora y sin que tengamos un mínimo de cafeína en nuestro organismo, corréis peligro de muerte. Advirtió Liam, pasándome la cafetera tras servirse dos tazas a rebosar. Yo hice exactamente lo mismo.

Ayer estuvimos revisando informes hasta tarde.

-Es cierto, completamente. Señaló Geralt, sentándose al lado de su pareja y dejando una tostada frente a él, asegurándose de que también ingería algo de comida. Liam le miró de reojo, pero después comenzó a comer la tostada en silencio.

-Sí... es mejor que no los veáis molestos y con el mono de cafeína. Apoyó mi novio a mi lado. Había traído dos boles con yogurt, canela, cereal y algunas frutas. Dándome uno de ellos a la vez que yo le extendía uno de los muffins que acababa de agarrar de la mesa. -No es una buena combinación.

-Para nada. Aseguró Geralt, comiendo sus gachas de avena.

Algo más calmados, continuaron hablando sobre los últimos movimientos de Fudge y su comportamiento irracional:

-¿Y si le han maldecido con la maldición imperius? Cuestionó mi prima releyendo el profeta una vez más.

-Es demasiado obvio que actúa por su propia cuenta. Sino, habría tomado medidas severas y beneficiosas para Voldemort en vez de verse fuera de si y decidir cosas estúpidas solo para contradecir a Dumbledore. Argumenté finalizando mi café doble.

-El ministro está fuera de control. He conseguido que piensen que estás en Alemania, Sirius. Pero no creo que tarde en echarte la culpa de todo esto. Confesó Kingsley, a lo que mi padre hizo el amago de una sonrisa que acabó siendo más bien una pequeña mueca.

Al acabar la reunión, Moddy se acercó a Bill, Fleur, Charlie y a mí con seriedad.

-Os quiero en el patio en 5 minutos. Demandó el auror.

Nos miramos extrañados unos a otros, pero aún así seguimos sus indicaciones.

-Bien, esta noche tendréis vuestra primera misión de campo. Se trata de acudir a un restaurante de élite donde varias familias sangre pura, es decir, pasados y, lo más probable, actuales mortífagos acuden a menudo. Habló Alastor Moddy nada más llegar al grande patio trasero.

-¿Y qué tenemos que hacegg allí? Quiso saber la rubia.

-Los cuatro contáis una buena reputación frente a esta "alta sociedad": la heredera de una de las casas más poderosas, un dragonologista y un rompemaldiciones de renombre y una bruja del extranjero que ha participado en uno de los eventos más prestigiosos de la historia de la magia. Explicó con calma. -Y además, sois dos hermanos y sus respectivas parejas.

Pude ver como Bill y Fleur estaban algo nerviosos de pronto. Su relación era oficial desde hace poco tiempo y no todos lo sabían, pero ya era de lo más obvio.

-¿A dónde quieres llegar con esto, Ojoloco? Preguntó mi pareja, cruzando sus brazos.

Moddy bebió de su petaca antes de continuar. Cada vez que lo hacía, el momento en el que descubrimos a su impostor y las palabras que me dedicó pasaban por mi mente:

"¿Eres igual a él sabes? Era mi mejor amigo... Pensé que iba a nombrarme tu padrino cuando naciste... pero prefirió al traidor de su hermano..."

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora