Encontramos algunas dificultades para poder reunirnos las siguientes dos semanas, pero Hermione no tardó en idear un plan para poder ponernos en contacto: galeones falsos.
Estos se calentaban cuando Harry decidiera poner los datos de la siguiente reunión en el galeón.
Había demasiada emoción y expectación por nuestro partido, ya que hacía más de un año que no se celebraba la Copa de Quidditch. Decidí imponer entrenamientos prácticamente diarios para mejorar el rendimiento del equipo.
McGonagall adquirió un espíritu tan competitivo que ni siquiera nos mandó deberes en las fechas próximas.
Lo cierto es que Ron había adquirido un nivel que incluso Wood aprobaría. Incluso realizó varias paradas impresionantes, pero solo cuando pensaba que nadie le miraba. Aquel era su punto débil.
-Te digan lo que te digan los Slytherin, ignóralos. Le advertí el día de antes al partido. -Es su método para intimidarte y hacerte fallar. No lo permitas, Weasley.
El día del partido, el Gran Comedor se llenó notoriamente. Al pasar por la mesa de las serpientes, vi como todos ellos tenían una insignia plateada en forma de corona en su pecho:
A Weasley vamos a coronar.
-No dejéis que vuestro hermano las vea. Demandé a las fotocopias.
Desayuné junto al resto del equipo para terminar de planificar las últimas jugadas. Después, nos dirigimos al campo.
Dentro de los vestuarios, me dediqué a hacer la charla previa al partido al ya conocer la alineación definitiva del rival.
-Ya es la hora. Anuncié. -¡Ánimo y buena suerte!
-Daos la mano capitanes. Ordenó la señora Hooch una vez ambos equipos nos situamos de pie en el campo.
Montague presionó mi mano con fuerza intentando lastimarme. En respuesta, le clavé mis uñas pintadas de un color burdeos en el dorso de su mano.
Subimos a nuestras escobas y al sonido del silbato los catorce jugadores emprendimos el vuelo.
Conseguí marcar el primer tanto nada más empezar. Los comentarios de Lee animaban al público: -Primer Gol de nuestra nueva capitana. Como juega esta chica, una pena que cierto pelirrojo ya le haya robado el corazón...
Le guiñé un ojo al pasar por la cabina del comentarista a la vez que el chico recibía las reclamaciones de McGonagall. Pero esto no cesó sus característicos comentarios.
Sobretodo porque intentaba encubrir la insultante canción que habían comenzado a cantar en las gradas dedicada a Ron.
Me distraje por un segundo causando que intentaran derribarme de la escoba. Regateé su movimiento haciéndole caer al contrario en picado.
Ron no tardó en ponerse nervioso al escuchar el interminable cántico.
Tras varios minutos, el contador era de diez - veinte. Aún podíamos recuperar.
Poco después, conecté miradas con ambas fotocopias y asentí pensando lo mismo que ellos.
Alice me pasó la quaffle y ambos pelirrojos se pusieron a mi lado para defenderme de las buggles. Le pasé la pelota a Angelina para crear distracción entre las serpientes. Una buggle venía en mi dirección, por lo que George me lazó su bate y la golpeé mandándola hacia la otra punta del campo. Rápidamente le devolví el bate y recibí de nuevo la quaffle por parte de Alice para seguido marcar un último gol antes de que Harry atrapara la snich.
Habíamos ganado.
Bajé al suelo para celebrarlo con el equipo y felicitar a Harry cuando escuchamos la voz de cierto rubio insoportable:
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Pequeña Lunática [Charlie Weasley]
FanfictionCassiopea Lilian Lupin. Prefecta de Gryffindor, cazadora del equipo de quidditch, una excelente estudiante y a su vez, de las mejores bromistas que llegareis a conocer. Su necesidad de perfección y determinación le hacen digna de su apellido. Una...