CAPITANA

2.3K 158 8
                                    

Preparamos todo lo necesario para nuestro habitual desayuno: café, bizcocho de chocolate, tostadas, crema de cacahuete, mantequilla y mermelada...

Nada más comenzar, mi padre Sirius utilizó un hechizo silenciador para poner canciones míticas de los 70s y 80s con las que me habían criado a todo volumen. Una vez acabamos de preparar todo, quitó el encantamiento haciendo que mi padre bajara al escuchar la música.

Estábamos cantando "Good Old‐Fashioned Lover Boy" cuando me giré hacia la entrada, viendo a mi padre Remus apoyado en la puerta con los brazos cruzados y sonriendo en nuestra dirección.

-¿No te unes Moony? Inquirió mi padre Sirius.

-Prefiero observar por hoy Canuto. Respondió divertido, entrando a la cocina.

-Buenos días. Saludó, dejando un beso en mi cabeza para después besar los labios del otro merodeador.

-Buenos días. Dije, comenzando a servirme en mi taza un americano con un poco de miel a modo de endulzante.

-¿Has podido dormir algo? Le preguntó mi padre Sirius, sentándose a mi derecha en la cabecera de la mesa, quedando enfrente de mi otro padre.

-La molestia en mi cadera cada vez va a menos gracias a los ungüentos de Cassie, así que sí. Sois vosotros los que no dormís nada últimamente.

-Muy pocas horas en el día como para gastarlas durmiendo. Comenté restando importancia, aunque todos sabíamos el motivo de nuestro desvelo: el pasado y el miedo a que este se repita.

Nada más empezamos a desayunar, una voz se metió en mi cabeza.

-¿Cuándo le preguntarás si puedo acompañaros? Preguntó mi padre impaciente a través del uso de la legremancia y oclumancia, las cuales me había ayudado a manejar a la perfección este verano. Una de las cualidades hereditarias de los Black.

-Papá, aún ni hemos desayunado. Señalé de la misma forma, dando un mordisco a mi tostada.

-¿Y eso qué tiene que ver?

-Tendrá mejor humor cuando haya comido, más con la luna reciente. Parece como sino lo conocieras. Comenté, mirándole de forma obvia.

Sentía como mi padre Remus observaba nuestros gestos silenciosos. - Bien visto. Nuestra pequeña lunática, siempre pensando en todo. Sin duda en eso has salido a mi. Observó, haciendo que una sonrisa ladina se escapará de mis labios mientras daba un sorbo a mi taza llena de cafeína.

-Estáis hablando por legremancia de nuevo, ¿verdad? Dedujo el licántropo.

-Puede ser... ¿Otra tostada? Le contesté de forma inocente mientras le ofrecía el plato repleto de estas. Mi padre Remus negó con la cabeza divertido, aceptando finalmente otra rebanada.

Mi otro padre me guiñó un ojo de forma cómplice a la vez que me servía un trozo de bizcocho.

Continuamos desayunando con tranquilidad, hasta que una serie de lechuzas fueron entrando por la ventana, dejando diferentes cartas a su paso.

Mi padre Remus se puso a revisar el correo al mismo tiempo que yo le daba un trozo de pan a cada una de las lechuzas antes de que abandonaran el lugar.

-Estas son para ti, cachorra. Dijo entregándome varias cartas.

-Una de harry, otra de Dora, de las fotocopias y de Ginny, de Hermione, de Angelina, de Wood, de Cedric y de... y la carta de Hogwarts. Enumeré cortante.

Hace semanas que no tengo noticias suyas...

-Pareces desanimada, ¿esperabas alguna otra? Me preguntó mi padre Sirius, a lo que negué rápidamente con una sonrisa.

Pequeña Lunática [Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora