27. Andrew

22 10 9
                                    

Era absurdo evitar lo inevitable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era absurdo evitar lo inevitable. Mi madre siempre decía que los problemas hay que arrancarlos de raíz, como cuando te quitas una tirita de golpe. ¿Pero cómo podía solucionar el problema? No podía deshacerme de Abril así como así solo porque los miedos me comían por dentro.

Llevaba toda la semana pensando en ella, escribiendo canciones sobre ella. Se había convertido en mi musa, gracias a Abril había vuelto a componer y según Keyla y los demás eran unos temazos. Yo no lo creía así pero ellos insistían, así que tendría que creerlos.

El sábado, antes de ir a trabajar, hablé con los del grupo y les informé que Abril había pensado un nombre genial para la banda y por suerte todos estuvieron de acuerdo. Bueno, miento, porque estuvimos discutiendo con Mara algo más de media hora, ya que ella se negaba a utilizar ese nombre para el grupo. Pero la mayoría manda, así que dimos por bueno llamarnos Supernova y la verdad es que el nombre cada vez nos gustaba más. Ya no éramos un grupo de amigos que se reunía para tocar y pasarlo bien, empezábamos a tomárnoslo en serio y la verdad es que aquello me daba algo de vértigo. Desde que mi madre me regaló mi primera guitarra, mi mayor sueño había sido dedicarme a la música porque no hay nada mejor que dedicarte a lo que más amas y la música lo era todo para mí. Pero debido a mis inseguridades nunca me atreví a grabar covers y subirlas a internet como hacían muchos artistas, me daba pánico tener que mostrarme delante de una cámara y que cientos de personas me juzgaran, así que siempre he tocado y cantado en la sombra hasta que conocí a mis amigos. Estábamos tan emocionados e ilusionados que todo nos parecía un sueño, aún no habíamos grabado la maqueta pero ya estábamos encarrilados en el buen camino y eso nos infundía la energía necesaria para seguir hacia delante.

Lo malo era que ninguno de nosotros sabía como producir música, si alquilábamos un estudio, necesitaríamos algún técnico y no teníamos el suficiente dinero como para pagarle a alguien, así que llevaba unos días buscando escuelas que impartieran el curso de producción musical pero de momento no estaba teniendo mucha suerte, ya que algunos cursos duraban más de dos años y no nos podíamos esperar tanto tiempo para grabar la maqueta.

Domingo había llegado pronto, demasiado pronto. Había quedado con Abril por la tarde, no le apetecía ir muy lejos de su residencia, así que quedamos cerca de allí. A mí tampoco me apetecía ir muy lejos de casa porque sabía lo que ocurriría y se me haría el camino demasiado largo, pero prefería pasarlo mal yo antes que ella, así que accedí ir hacia su territorio.

Me vestí con lo primero que encontré en el armario y salí de casa con paso lento, no quería ir hacia allí, no quería tener que decirle adiós para siempre. Pero supongo que aquello era lo mejor para los dos.

Cuando llegué al paseo que transcurría al lado del Támesis la vi enseguida, estaba sentada en un banco comiéndose un helado. Me quedé un rato de pie observándola desde la distancia, era tan bonita que podía eclipsar a cualquier estrella.

Suspiré hondo y cuando me acerqué ella levantó la mirada y esbozó una pequeña sonrisa, sus ojos estaban llenos de tristeza y se me creó un nudo en la garganta al verla así.

Siempre nos quedará Londres #1  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora