Todo estaba siendo una mierda. Andrew se estaba comportando como un auténtico gilipollas conmigo y decidí ignorarle el resto del curso. Al final Héctor tenía razón cuando me dijo que a él le encantaba jugar con las chicas, que yo tan solo fui una distracción pasajera. Me dolía horrores, cada noche me tapaba con el edredón para llorar a gusto y que nadie me escuchara. Dejé de ir a la psicóloga, sabía que era una mala idea pero estaba tan destrozada que no tenía ganas de nada. Tuve que hacer un esfuerzo monumental para hacer los exámenes y lograr que me salieran bien, solo faltaría que suspendiera todas las asignaturas, no podía permitírmelo. Por suerte los aprobé todos, así que podría conseguir el título sin ningún problema.
Quedé con las chicas una de las tardes libres que tenía, necesitaba salir con ellas y poder olvidar la situación que había entre Andrew y yo. Fuimos a la cafetería nueva que habían abierto antes de navidad y nos sentamos en la terraza cubierta para tomarnos un café bien calentito. Estaba más callada de lo normal, tenía los ojos tristes pero eso no era nada comparado con lo que sentía mi pobre corazón. Estaba devastado, echando de menos a ese chico de mirada verdosa que tan feliz me hacía.
—¡Vamos a alegrar esas caras! —exclamó Claudia—. Tenemos que celebrar que ya hemos acabado los exámenes, así que... ¿fiesta este finde?
—¡Fiestaaaa! —Miri levantó los brazos con alegría—. ¡Quemaremos la ciudad!
—Bueno tranquilidad, tampoco hay que volverse locas.
Carlota siempre dando su punto de cordura entre tanta loca. Yo tan solo suspiré y seguí removiendo el café.
—Abril, vamos, no puedes seguir lamentándote toda la vida.
—Joder es que no lo entiendo. No entiendo su cambio de actitud, por qué de repente me odia, yo... ¿qué he hecho? —me falló la voz y todas corrieron a abrazarme.
—Tú no has hecho nada —susurró Miri a mi oído—. Él es el único culpable, el maldito idiota, ¿tú crees que me ha estado evitando? ¡No ha contestado ni un mensaje! Que se esconda, sí... ya lo pillaré y cuando lo pille se arrepentirá de haber nacido.
El sonido de mi móvil hizo que diésemos un respingo, cada una se sentó en su silla mientras sacaba el teléfono del bolso y lo miraba con el ceño fruncido.
—He recibido un mensaje de un número desconocido —suspiré—, creo que ya he vivido esto antes.
—Menudo déjà vu. ¿Mara ataca de nuevo?
—No creo...
Abrí el mensaje y vi que estaba acompañado de un audio.
Núm. Desconocido: Abril, lo siento pero tienes que escuchar este audio. Te va a doler pero seguro que tarde o temprano lo superarás, tienes que saber la verdad sobre Andrew.
El pulso se me aceleró como el aleteo de un colibrí. La verdad sobre Andrew, ¿qué más podía haberme ocultado? Estaba cansada de todo eso, de él, de las mentiras, de los secretos...
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Siempre nos quedará Londres #1 #PGP2024
Novela Juvenil«Solo somos dos almas rotas destinadas a encontrarse». Abril solo tiene clara una cosa en su vida: no quiere saber nada de chicos. Pero el destino le tiene preparada una sorpresa cuando decide hacer un viaje a Londres junto a su inseparable amiga...