19. Abril (Parte 1)

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Viernes había llegado presentándose como un día lluvioso y frío, de los que a mí me gustaban tanto

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Viernes había llegado presentándose como un día lluvioso y frío, de los que a mí me gustaban tanto. Lo único malo era que tenía que salir por la noche y no podía quedarme en la habitación tranquila leyendo un libro o viendo alguna serie. Estuve tentada de inventarme alguna excusa pero no podía hacerlo, le había prometido a Drew que estaría en primera fila y así lo haría.

Poco antes de las siete, Miri apareció en mi habitación para escoger la ropa para esa noche.

—Tienes que estar rompedora —comentó ella con la cabeza metida en mi armario—. A ver si Andrew se espabila y te empotra de una puta vez.

—¿Quieres hablar bien? Eres más basta que unas bragas de esparto.

—¿Prefieres que diga que a ver si Andrew te hace gemir hasta quedarte sin voz?

—¡No! —exclamé roja de vergüenza—. No sé qué es peor, la verdad.

Miri al fin sacó la cabeza de mi armario y suspirando derrotada se encaminó hacia la ropa que había traído de su habitación.

—Tu ropa es demasiado de monja.

—Vaya, gracias. —Rodé los ojos y me tumbé en la cama esperando a que Miriam se decidiera de una santa vez.

Empezó a rebuscar entre su ropa y sonrió victoriosa mientras levantaba unos pantalones negros de cuero, de esos que tanto odiaba porque se pegaban a la piel y a nadie le podían quedar bien esos pantalones del demonio.

—No.

—Sí, te harán un culazo de infarto. Y con unos tacones...

—¡No! Quiero ir cómoda, no voy a ir con tacones.

—Pero con los pantalones sí.

Me mordí el labio inferior algo indecisa. No mentiré, esa noche quería sorprender. Me encantó el repaso que me dio Andrew cuando me vio con aquel vestido, si me veía con esos pantalones del demonio quizás...

—Deja de pensar en Andrew y póntelos que llegaremos tarde. Ah y ponte este top negro, irás muy oscura pero... te hará pechotes.

Respiré hondo y rodé los ojos. Miriam era imposible.

—¿Es lo único que interesa? ¿Que se me marque culo y pecho?

—Tienes que realzar todas tus virtudes, amigui —me sonrió y me empujó hacia el baño para que me cambiara de una vez.

Me lo puse todo y quedé maravillada con lo bien que me quedaban los pantalones del demonio, sin embargo, el top me quedaba fatal, así que me lo quité y fui corriendo hacia el armario para buscar alguna camiseta de las mías. Volví a encerrarme en el baño sin dejar que Miri soltara ni un solo comentario y me coloqué la camiseta, no quedaba muy bien con los pantalones pero le hice un nudo un poco más arriba del ombligo y parecía que llevara un top de esos que le gustaban a mi amiga. Salí y Miri me fulminó con la mirada.

Siempre nos quedará Londres #1  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora