El amor renace

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En el capítulo anterior

Nathaniel se tuvo que alejar de su trabajo, porque quedo mal herido por su pelea con el asesino en serie, ahora decidió irse de vacaciones ¿a Paris? Nada más que con el mismísimo Castiel, se divirtieron tocando juntos y con todos los otros miembros de la banda, pero eso no fue todo ¡ambos se confesaron que sentían algo por el otro!

¿Qué pasará ahora? ¡Averigüémoslo!

Narra Nathaniel

Ese mismo día, salimos al frio aire de la calle, mi ropa ya no era el atuendo tan estrafalario que había usado durante el video musical, había cambiado a mi ropa normal, al igual que Castiel.

Sin cruzar palabra, ambos subimos a su auto y él en el asiento del conductor, arranco el auto en dirección al apartamento que compartía con Lysandro. Habíamos intentado fingir que nada había pasado mientras salíamos del edificio de la disquera y yo esperaba que nadie notara nada raro en nuestros comportamientos.

-Es hermosa ¿no crees? – pregunto el guitarrista de la nada, yo lo miré sin comprender.

- ¿Qué...? –

- Paris, de noche... justo ahora me parece espectacular – Comentó mirando hacia el camino, tenía en su rostro una sonrisa algo idiota en su rostro. Yo miré por la ventana, observe las luces en los faroles y las decoraciones lumínicas en los jardines que surcaban la ciudad, tenía razón, el cielo nocturno combinado con esa iluminación dorada que golpeaba las paredes de edificios de otra época, hacían que se sintiera un aire bastante nostálgico y dulce, sonreí sin poder evitarlo, parecía una ciudad diferente, una ciudad hecha solo para nosotros dos.

- Si, se ve magnifica – Respondí haciendo mi aliento empañara el cristal de mi ventana.

Llegamos a su apartamento y al entrar dejé mi mochila en el sillón y de inmediato me gire hacia el enorme ventanal que estaba en su sala, la luz de la ciudad iluminaba el interior, a ninguno de los dos se nos ocurrió encender la luz.

-Nathaniel – Dijo en un susurro el pelirrojo a mi lado, colocó una mano en mi mejilla y con delicadeza me hizo voltear a verlo. Ambos nos quedamos así, en la semí oscuridad, mirándonos, cómodos en el silencio dulce que nos rodeaba, sus ojos brillaban reflejando los faroles de Paris, había olvidado lo hermosos que esos ojos podían llegar a ser, justo ene se momento parecían dos gotas de plata liquida que me atraían y me hacían desear poder verlos por siempre.

Su mirada se volvió penetrante, de inmediato supe que sus ojos podían observar cada parte de mi ser y me estaban analizando por completo, me miró como lo hacía tantos años atrás con esa añoranza y ese cariño, que yo había intentado tantas veces olvidar supe que esos ojos me veían perfectamente, podían apreciar cada detalle de mí, me estremecí al sentirme expuesto, en medio de la penumbra.

- Castiel – Dije también en un susurro, mientras presionaba su mano contra mi rostro, una sensación de calidez inundo mi pecho, la alegría me inundo mientras sus dedos acariciaban dulcemente mi rostro.

Pero entonces un pensamiento hizo que la incertidumbre recorriera mi cuerpo, haciendo toda la alegría se desvaneciera, dejando paso a un pendiente sin resolver, algo que me detenía en seco y no me dejaba continuar.

– Castiel – Dije en un tono duro y tome su mano quitándola de mi rostro, pero sin soltarlo – Si sientes lo mismo por mi... ¿qué se supone que haremos ahora? – El me miro confundido, como si no supiera que decir, eso confirmo mis sospechas y me aleje un paso de él, baje la mirada, si el me rechazaba, no quería verlo reflejado en su rostro – Supongo que no podemos comenzar una relación – Solté una cargada – Después de todo, soy solo una persona normal y tú eres... - Él me tomo de los hombros y me atrajo hacia él, con brusquedad, haciéndome alzar la mirada, su rostro no mostraba rechazo, más bien, parecía enojado.

Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora