El regreso.

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Nathaniel al habla (hola Nath, siento que hace tiempo que no hablas tu).

La alarma de mi despertador y mis ojos se abrieron de golpe, mi respiración estaba agitada, con las pupilas recorrí mi habitación "¿solo fue un sueño?", fruncí el ceño "que raro todo parecía tan real", me quise levantar para vestirme, pero al recargar mi mano derecha un horrible dolor recorrió mi brazo entero, haciendo que yo soltara un grito desgarrador, escuche como unos rápidos pasos se acercaron a mi cuarto "madre" pensé reconociendo el sonido de sus tacones, unos rápidos toques sonaron en mi puerta.

-¡Nathaniel! ¡¿Qué paso?! – Grito mi madre, mi corazón dio un brinco, yo realmente la había echado de menos.

- Lo siento, madre –

- ¡No hagas tanto ruido! ¡¿Qué eres idiota?! – Yo estaba totalmente sorprendido y un poco desconcertado por el dolor que sentí, con mi mano izquierda levante las sabanas que me cubrían y analiza mi mano derecha, en efecto estaba hinchada y amoratada.

- Es qué... -

- Es qué, es que, ¡es que! – Me interrumpió - Nathaniel cuantas veces te he dicho que no digas eso, esas palabras de los jóvenes de ahora no debes usarlas– La rubia regañaba a su hijo detrás de la puerta, puse los ojos en blanco.

- Si Madre lo siento, pasa que me he roto la muñeca –

- ¡¿Qué?! – Gritó furiosa, abriendo la puerta, la cual yo tenía prohibido cerrar con seguro - ¡¿Cómo me haces eso?! – La mujer me dio un golpe en la mejilla mientras seguía recostado en la cama - ¡No tengo tiempo para verte eso!, ¡Veras lo que pasara cuando llegue tu padre¡ - al escuchar eso me dio un escalofrió, pero mantuve una cara seria, no dejaría que mi madre viera mis emociones. En ese momento la mujer tomo el teléfono y llamo a un número con manos temblorosas.

- ¿Doctor Rogers? – Mi madre sonrió como un gesto involuntario – Hola soy Adelaida, si la esposa de Francis, me gustaría que viniera lo más pronto posible, mi hijo... si Nathaniel, ahora creo que se ha roto la muñeca... Aja... si... Por favor si es tan amable, debo irme pero puede pasar... si en su habitación, gracias envíenos la cuenta – Colgó su celular y rápidamente su mirada volvió a ser fría, mi miro con solemne molestia - ¿Vez lo que haces?, ahora aras que tu padre gaste dinero innecesariamente – Se giró dándome la espalda y se dirigió hacia la puerta – ponte algo de ropa – dijo al salir – Debes estar un poco presentable – En efecto yo no traía nada puesto, ni siquiera ropa interior, pero no quería moverme mi mano no debería moverse y la verdad dolería mucho si lo hiciese, decidí esperar al doctor.

Cubrí mi rostro con mi mano izquierda, no podía o más bien no quería imaginar lo que pasaría esta noche cuando mi padre sepa de lo que paso. Escuche como mi mamá salió de la casa y también cuando llego el doctor, toco la puerta y supe que Amber le abrió, ella no pregunto nada, pues no era la primera vez que lo llamábamos de emergencia.

El doctor Rogers, es el médico familiar que me ha atendido desde que yo era niño, mi padre le ha pagado cada consulta que ha hecho, él siempre fue amable conmigo a pesar que llegue a patearlo en ciertas ocasiones cunado era niño. Tres toques en mi puerta.

-Pasa por favor – El doctor de cabello castaño oscuro, tenía 32 años y comenzó a trabajar con nuestra familia desde hacía 13 años.

-Pasa por favor – El doctor de cabello castaño oscuro, tenía 32 años y comenzó a trabajar con nuestra familia desde hacía 13 años

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Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora