Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.

El triste sabor dulce.

Narra Armin.

Estaba en el multijugador de Call of Duty rompiendo mi marca, llevaba más de cien bajas y ni una muerte, cuando repentinamente algo callo encima de mí, no me dejaba moverme, ni respirar, mis manos no podían moverse, por lo que yo no podía controlar  el mando... me mataron enseguida.

"Nooooo, allá va mi record" pensé mientras intentaba moverme, mire a mi alrededor me encontraba en mi habitación pero aun así había una presión que me ahogaba, intente mover mis piernas con fuerza, pero no servía de nada, me sentía ahogado y estaban oprimiendo mi pecho "¡Ayuda!, voy a morir en la vida real" pensé agitado.

Mis ojos se abrieron de golpe, supe que me encontraba en la tienda de campaña, recordé de inmediato que todos nos encontrábamos en un campamento "¡N0! vuélvanme a matar, prefiero morir en mi cuarto que aquí", pensé al ver que me encontraba en el campo, ya había amanecido, pero entonces noté que yo seguía sin poder respirar, comencé a hiperventilar "será que ¡¿me está secuestrando un alíen?!" Intente moverme y no lo logre, el miedo me atravesó la espina dorsal "¡No! ¿y si es un fantasma?"

-¡haaa! – Grite del puro terror, entonces la voz de Lysandro sonó en mi oído.

- ¿Qué sused...? – Me di cuenta que su brazo y la mitad de su cuerpo estaban sobre mí, apresando mis brazos sobre mi pecho dificultándome respirar, creo que él también se dio cuenta en ese momento, porque me soltó de inmediato, me gire para verlo sentarse y mirar sorprendido a su mano y luego a mí una y otra vez – Lo siento – Alcanzo a decir.

- Esta bien – Dije con una sonrisa, aliviado que no fuera un monstruo Alienígena fantasma que quisiera comerme – Pero ¿podrías decirme por qué casi me ahogas? – Pregunte con voz irónica. El alvino enrojeció frente a mí.

- Bu... Bueno – Nunca lo había visto sonrojarse menos balbucear, me pareció divertido, lo observé remover entre sus cosas – Siento haberte perturbado – Dijo con mucha seriedad, antes de salir de la casa con algunas de sus ropas.

- No pasa nada – Alcance a decir alegremente, me olvide de él al instante cuando note que yo era el único en la casa "Castiel y Nathaniel no están tampoco ¿Me dejaron solo?" Pensé ilusionado, supuse que si se olvidaban de mi, podría estar todo el día en la casa de campaña, preferí quedarme en la tienda jugando con mi consola, digo mientras más tiempo me quedara mejor, podía escuchar a los insectos y aves fuera de la casa, me ponían los pelos de punta.

Continúe jugando durante un rato, cuando comencé a escuchar un alboroto afuera, entonces la cabeza de Alexy apareció por la cremallera de la tienda.

-¡Armin! – Se lanzó sobre mi abrasándome con fuerza, al verlo sentí una presión sobre mi pecho y me fue cuando me di cuenta de algo– Te extrañe – Me dijo, sus palabras rebelaron mis propios sentimientos, "me pregunto cuándo fue la última vez que dormimos separados" pensé, mi hermano y yo desde que nacimos compartimos la misma habitación y bueno a pesar de haber sido casi asfixiado esa mañana, nada se comparaba con los brazos de Alexy, él si parecía una máquina de presión.

- Si, si, yo también - dije como pude, acariciándole la cabeza – Pero... estas... apunto de... sacarme el alma – Que me costara respirar no era exagerar, me soltó de inmediato.

- Lo siento – Dijo  asiendo un puchero soltándome y sentándose a mi lado, me reí mientras le sacudía el pelo de la cabeza.

- Te perdonare sí al regresar me dejas quedarme dentro de casa por un mes –

- Armin... - Me miro enojado.

- ¿Una semana? Acabas de casi matarme–

- De acuerdo – Dijo renuente, entonces sonaron unos apresurados pasos de alguien pasando a lado de la casa de campaña, mi hermano volteo hacia el sonido y luego me miro con sus ojos violeta una vez más, la emoción se veía impresa en su expresión - ¡Ha! Claro, ya recuerdo –