Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.

Una aventura única

Advertencia: El contenido puede ser largo, así que recomiendo que si tienen que hacer algo importante lo hagan antes de leer este capitulo, porque una vez que comieses no podrás detenerte, muajajaja. Ok no , no sé, si no puedan detenerse pero me entienden :3

Narro yo, muajajaja  muajajaja  cof, cof ,     *se muere x( * 

*revive para poder escribir*

A la mañana siguiente Nathaniel despertó antes de que el sol saliera, pero los tonos azul claro en el cielo ya se podían identificar en la lejanía, el rubio se dio cuenta que todos seguían dormidos, Castiel tenía un brazo sobre él, sin pensarlo dos veces se soltó de su agarre con una gran habilidad, digna de su cuerpo mejorado, el delegado se puso ropa deportiva, él acostumbraba a correr todas las mañanas antes de ir al Instituto, era un habito suyo que le ayudaba a despejar la mente y lo relajaba, además que complementaba su entrenamiento de boxeo.

Una adormilada Azuquitar123 que regresaba del baño vio salir al delegado de la tienda, pero tenía tanto sueño que no le tomo mucha importancia, continuo con su regreso a la tienda que compartía con Kim y otras dos chicas.

Nathaniel decidido dar un recorrido siguiendo el camino de gravilla que había sido formado para que los visitantes pudieran hacer excursiones dentro del bosque, sin perderse, el chico de cabellos dorados se colocó sus audífonos en los oídos y después de unos estiramientos comenzó a trotar. A medida que avanzaba dentro del bosque vio entre los arboles lo que parecía un minotauro, pero rápidamente desapareció de su vista, "Esto es raro pero fascinante" pensó el rubio sin distraerse de su ejercicio.

No muy lejos de allí, Castiel se removió bajo la cobija, sentía que faltaba algo, pero su mente adormilada no le decía que es lo que faltaba, aun así sus brazos se movieron instintivamente buscando algo, fue cuando el pelirrojo abrió los ojos de golpe y busco a su alrededor "nada" pensó, no vio rastros de su rubio, hizo que su nariz fuera más poderosa y al sentir el olor del delegado supo que ya llevaba un rato de haberse ido "Ese hijo de... ¿Cómo se atreve a irse sin avisarme?" pensó el oji gris con una furia creciente.

El guitarrista salió de la tienda de campaña aún en piyama y siguió el rastro del delegado con la nariz, tuvo que correr, pues noto que su rubio olía a sudor, por lo que concluyó que el delegado estaba corriendo y si quería alcanzarlo debía correr también.

Al poco tiempo divisó al oji dorado a lo lejos, acelero el paso y al alcanzarlo puso su mano sobre el hombro del rubio, haciendo que el pobre chico se llevara el susto de su vida y diera un salto que lo llevaría a quedar sujeto en lo alto de un árbol, abrasando el tronco con manos y piernas.

-¡¿Qué demonios te pasa?! – Dijo el delegado enojado por completo, al ver que el que había pensado era un asesino, era solo Castiel quien lo veía con una sonrisa divertida, el rubio estaba trepado a un árbol tan enojado que su rostro había enrojecido, al guitarrista le pareció un gato enfurruñado y poco le faltaba para poder verle una cola sacudiéndose furiosamente.

- Podría preguntarte lo mismo – Respondió el pelirrojo mirando a su chico trepado en el árbol, no resistió más y comenzó a reírse haciendo sonrojar a Nathaniel, esta vez por la verguenza.

- Deja de reírte no es divertido – El pelirrojo pudo imaginarle dos orejas llevabadas hacia atrás, un signo de los gatos que significaba que estaban molestos.

- Si lo es – Replico entre carcajadas, el rubio tomo impulso y con una habilidad felina, dio una voltereta en el aire hacia atrás aterrizando de pie a espaldas de  Castiel,  el delegado se giró para encararlo con furia.