Llama del alma

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Me he dado cuenta que muchos no reciben notificaciones de mi historia, por lo que comenzaré a publicar las actualizaciones en el muro de mi perfil, así que si quieres estar al día con los capítulos, te recomiendo seguirme. En fin, gracias por leer <3

En el capítulo anterior...

Nathaniel está enfrentándose a su padre, quien es el mejor para actuar como un hombre honrado.

Castiel se sacrificó a sí mismo para hacer que los elfos puedan completar la misión y ahora está atrapado en la casa de Hefesto, dentro de una pequeña jaula.

Narra... ¡Yo la autora! Hola :D

Los tres elfos, justo después de escapar de la casa de Hefesto, aterrizaron en frente de la casa del de cabellos rojos, todos se apresuraron a la puerta, la cual fue abierta por una de las sacerdotisas de la Diosa, una joven mujer de cabello castaño atado en una pulcra trenza y vestida únicamente con una túnica blanca.

-Rápido, sirvienta. Llévanos ante Afrodita – Ordenó Darien.

La chica abrió sus ojos como platos, nunca había oído al elfo de cabello blanco alzar la voz de esa manera tan ruda.

-Por... por aquí – Dijo con temor, las joyas que colgaban de su cabello y que rodeaban sus muñecas tintinearon mientras los llevaba a toda velocidad por el pasillo hasta la habitación principal – Mi... mi Diosa, los elfos guerreros están de regreso, quieren verla de inmediato – La dulce voz de la diosa, que hacia estremecer a cualquier ser vivo con la belleza de su sonido, se hizo oír a través de la puerta.

- Que pasen – Ordeno la nueva dueña de la casa.

Al entrar, los elfos vieron que la que había sido la habitación principal, se había convertido en una pequeña sala de trono. Vieron esa gran silla de oro, donde se encontraba sentada una de las diosas más bellas... wsh tr asd'g'wdroj... hajem... *Afrodita me ve feo desde donde está sentada* jeje (ˆuˆ)' más bien... la más bella de las diosas.

Ella se encontraba rodeada de sus sacerdotisas, sirviéndole lo que sea que alguien pudiera desear. Una le daba aire con un enorme abanico, algunas danzaban con agilidad y elegancia, otras tocaban dulces melodías con instrumentos de todo tipo, etc.

- Mi Diosa – Dijeron los tres elfos al mismo tiempo, mientras colocaban una rodilla en el suelo.

-¡Mis guerreros, habéis regresado! – Dijo con la más bella de las sonrisas, mientras la música y las bailarinas se detenían, para no interrumpir - ¿Cómo les ha ido en la misión? –

- Encontramos evidencias concluyentes en la casa de su esposo – Dijo Darlia, mientras le hacia una señal a Darien, el elfo se acercó para extenderle a Afrodita su mochila, donde había guardado todos los papeles. La Diosa la abrió y saco uno a uno los pergaminos.

- Vuestro esposo planeó todo, mi señora – Dijo Lisfeth mientras se ponía de pie – Quería destruir su jardín. Por eso envió al jabalí. Incluso el ciclope que logramos enviar al mundo humano antes de que destruyera su casa, era amigo de Hefesto. También, la peineta que perdió hace tiempo, la robo él mismo y la lanzo al mundo mortal -

El rostro de la Diosa no mostro expresión alguna mientras leía uno a uno todos los papeles que había en la mochila, la tensión en el silencio que se creó en la casa era palpable, pero nadie se atrevería a perturbar la concentración de la Diosa.

-Habéis hecho bien, su misión está completa, estoy orgullosa de voso...-Fue entonces cuando levanto la mirada y vio a los que habían llegado con las pruebas de la traición de Hefesto - ¿Dónde está Castiel cabellos de fuego? – Darien se postró ante su diosa con la cabeza hasta el suelo.

Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora