Castiel x Nathaniel: El misterio de un amor secreto.

Conociéndose otra vez

Anteriormente en Este Fanfic.

Nathaniel continúo con su trabajo, tratando de atrapar al asesino en serie el "asesino del callejón", no había pistas y solo quedaba vigilar y esperar, pero entonces una amiga de Nathaniel fue secuestrada por el mismísimo asesino. 

Nathaniel se enfrentó a él, salvó a la chica, pero también terminó en el hospital.

Henry el asesino, cuando Nathaniel lo interrogo, le dijo al detective que eran iguales, y eso termino por destruir al rubio, física y mentalmente.

Cuando el detective se encontraba ya en su apartamento, sintiendo que los monstruos de su mente lo estaban a punto de derrotarlo, Castiel llegó a su lado, ayudándolo a salir del remolino de emociones oscuras en el que se había hundido.

¿Qué pasará ahora? Descúbranlo ya.

Narro yo

Ambos durmieron por un largo rato en el sillón azulado del detective, en medio de la noche, el rubio abrió los ojos y se encontró recargado en el hombro del guitarrista, la sorpresa y la vergüenza le barrieron la somnolencia. Se levantó tan rápido, que sintió su cuerpo castigarlo por el movimiento tan brusco.

-Agh – Soltó el rubio con dolor, sujetándose el hombro. El pelirrojo se despertó de inmediato y se giro a mirar a Nathaniel.

- ¿Estas bien? –

- Si, solo... - El rubio se pasó la mano con cuidado por el punzante costado, allí donde uno de los martillos había rosado.

- ¿Te duele? –

- No demasiado – Respondió con una sonrisa de disculpa. Entonces el guitarrista levantó su celular para encontrarlo llenó de mensajes y llamadas.

- A pesar de que les dije que me tomaba el día libre, siguieron molestando – Se quejó el pelirrojo tecleando con molestia en su teléfono.

- ¿Tendrás que irte? – Preguntó el rubio algo entristecido ante la idea de alejarse del pelirrojo, pero algo aliviado al no seguir exponiendo su lado más vergonzoso al guitarrista.

- No de inmediato – Castiel pasó la mano por su cabello - ¿Y tú? ¿Tendrás que ir a trabajar mañana? – preguntó observando el estado convaleciente del rubio, quien suspiró pesadamente.

- Es lo que más quisiera, regresar – Negó con la cabeza – Pero por ahora, estoy seguro que no me dejaran regresar hasta que un doctor diga que estoy totalmente curado, sobre todo después de lo que pasó... –

- Nathaniel ¿Puedes decirme exactamente qué sucedió ayer? – Preguntó con curiosidad el pelirrojo. Entonces el rubio calló en la cuenta, que él guitarrista había escuchado sus quejas, pero nunca le contó como habían sucedido los acontecimientos del día anterior.

- Pues... - El detective le contó a detalle al pelirrojo lo que sucedió en el parque, la pelea, los martillazos que recibió y luego habló sobre esa sala de interrogatorios, el enfrentamiento, la herida que recibió en el brazo, además de que tuvieron que sujetar entre varios a ese hombre en el suelo. Al terminar de escuchar la historia, el pelirrojo pasó una mano por su rostro.

- Sigues actuando sin pensar en tu propia seguridad – Entonces con un gesto suave, el oji gris tomo el brazo vendado del rubio y lo observo – Después de tantos años, creí que al menos aprenderías eso – Mencionó con cierto deje de tristeza en la voz y en la mirada. El rubio recordó el modo que había llorado en los brazos del guitarrista hacia solo unos momentos y no pudo evitar sonrojarse.

- Lo tendré – Respondió quitando la mano – Lección aprendida, no podré trabajar por un tiempo y es frustrante estar lejos del caso cuando está por resolverse – Nathaniel miraba hacia enfrente, notoriamente pensando bastante acerca de su caso.