Capítulo 1

35.5K 1.9K 156
                                        

Atenea

Escucho unas risas resonar y hacer eco en todo el bosque.

Pisadas se acercan cada vez más.

Veo a una niña pelirroja escondida mientras se ríe.

***: Vamos por ti...

***: Y cuando te atrapemos...

***: Serás nuestra.

Esas son voces infantiles, de niños.

La pequeña pelirroja se ríe a carcajadas mientras las pisadas se escuchan cada vez más cerca.

***: ¡Te atrapamos!

Gritan unas voces infantiles a coro.

La niña se sobresalta y grita mientras ríe.

***: ¡No es justo!

Me despierto desorientada en medio de la madrugada.

Otra vez ese sueño

Siempre el mismo y nunca puedo ver las caras de los niños pero siempre es el mismo sueño.

Me levanto para tomar una ducha con agua fría, la necesito, todo mi cuerpo está transpirando.

Me meto en la ducha y siento la lluvia artificial caer por todo mi cuerpo desnudo.

Cierro los ojos tratando de buscar una excusa lógica para estar soñando hace unos meses lo mismo, todas las noches sin falta.

Quizás sea el estrés, si, es eso.

Tomó el shampoo y comienzo a lavar mi cabello, esa acción logra relajarme.

Lavo mi cuerpo y una vez considero que estoy limpia salgo de la ducha para secar mi cuerpo y esperar a que amanezca del todo.

Me pongo a ver Coraline y la puerta secreta mientras.

🖤🖤🖤

Pasaron las horas y ya puedo levantarme y simular que dormí de maravilla, como siempre en estos últimos meses.

Bajo a desayunar y me encuentro con mis padres en la cocina.

Atenea: Buenos días.

Saludo tratando de aparentar buen humor.

Tina: Hola, hija ¿Como amaneciste?

Pregunta sonriendo ¿No le duele la cara?

Atenea: Bien, Tina.

Le respondo con una sonrisa.

Bien, todo siempre está bien.

Robert: Ven, siéntate y desayuna con nosotros.

Demanda y lo hago.

Empezamos a comer en silencio, prefiero esto a escuchar el constante parloteo de Tina.

Tina: Hija, tenemos que decirte algo.

Si, no todo podría ser tan bueno.

Hago un sonido con mi garganta para que prosiga.

Robert: Nos mudaremos.

Dejó caer la cuchara con la que estaba comiendo mi cereal y me ahogo con lo que tenía en la boca.

Empiezo a toser y Tina se levanta para darme palmadas en la espalda.

Tina: ¿Quieres agua?

Pregunta y niego con mi cabeza.

Atenea: ¿Mudarnos?

Preguntó atónita.

Robert: Si, nos mudaremos a Rusia.

¿Por qué dejar Australia para ir tan lejos?

Ellos nunca quisieron sacar un pie del país y eso me parecía raro.

Más raro me parece que quieran mudarse a Rusia así sin más, de la nada y sin previo aviso.

Atenea: ¿por qué tenemos que mudarnos?

Preguntó calmada, no voy hacer un show.

Ni que tuviera por quién quedarme.

Tina: Tu padre encontró un trabajo con mejor paga que el que tiene en este momento, aparte sería una muy buena oportunidad para conocer nuevos lugares y que hagas nuevos amigos.

Nuevos amigos. Ja, como si tuviera.

Atenea: cuándo nos mudamos?

Robert: En un mes, tienes tiempo suficiente para recoger tus cosas y desperdite.

¿De quién?

De la bibliotecaria.

De la abuelita del frente

O del que entrega los periódicos por la mañana.

Tantas opciones.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora