Las Siete Voces [+21]

Capítulo 44

Apolo

Una semana después.

Veo su cuerpo lleno de tubos, cables y aparatos para monitorear la, han pasado siete jodidos días y aún no abre aquellos ojos que nos tienen suspirando.

Extraño tanto sus ojos puestos en mi, pendientes de mi.

Luego de que el doctor Wagner nos dijera que tuvieron que inducirle un coma todo se fue a la mierda.

*****

No sé cuánto tiempo llevo sentado en el suelo frío e insípido de este hospital, solo sé que Zeus salió y cuando entró su mano goteaba sangre pero se veía un poco más calmado.

Solo un poco.

El doctor en algún momento se fue dejándonos solos.

Vladimir: Llevaré a Elena a casa, necesita descansar.

Nadie les presta atención, todos estamos inmersos en nuestras cabeza donde podemos imaginar una vida feliz con Atenea y con muchos minis ella.

Joder como me encantaría verla embarazada, cargando a nuestros hijos.

De solo pensarlo siento más lagrimas bañar mi rostro mientras mi cuerpo se mueve por los sollozos silenciosos que salen de mi boca.

Vladimir: Cualquier novedad nos avisan de inmediato.

Nadie tiene cabeza para eso, padre, aunque también sabemos que le dijo al doctor que le avise sobre cualquier avance que tenga Atenea por más mínimo que sea. Se retiran sabiendo que escuchamos todas y cada unas de sus palabras pero simplemente no tenemos ánimos para hablar con nadie más que no sea Atenea, solo ella.

Sus amigos están en una silla con los ojos rojos e hinchados mientras miran sus manos de forma fija, pensando.

Mis hermanos se encuentran mirando las puertas por donde llevaron a nuestra mujer y por dónde recientemente entró el doctor Wagner.

Saco mi teléfono viendo mi fondo de pantalla sintiendo mi corazón encogerse en mi interior, es una foto de ella de está mañana, la tomé mientras dormía con una expresión tan relajada y pacífica.

¿Quién diría que pasaría esta mierda? ¿Quién podría siquiera imaginarlo?

Si lo hubiese sabido hubiese hecho todo lo imposible porque nada de esto pasará, por evitar esta mierda.

Un carraspeo nos saca de nuestro mundos donde somos felices o simplemente nos atormentamos más de lo que ya estamos, levanto la vista viendo al doctor frente a nosotros con una mirada que no me gusta, joder que no.

Thor: ¿Qué pasó?

Ares: ¿Ya despertó?

Hades: ¿Está bien?

Zeus: ¿Podemos verla?

En sus miradas veo la ilusión pero también el miedo a lo que pueda salir de la boca del doctor.

Toda nuestra vida depende de las siguientes palabras.

Apolo: Podrían dejarlo hablar, quiero saber cómo se encuentra mi mujer.

Hades: Nuestra, nuestra mujer.

Dice con los dientes apretados.

Dr Wagner:  Tuvimos que inducir a un coma a la señorita Atenea ya que el veneno en su cuerpo era demasiado y el golpe en su cabeza no fue de mucha ayuda que digamos.