Capítulo 51

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Bastián

Desde que me enteré que mi gatita estaba en el hospital dejé todo y regrese a Rusia, aunque si hubiese sabido que ella estaba en el pueblo hubiese regresado en ese mismo instante pero nadie me dijo nada, ni siquiera que ella estaba viva.

Ya arreglaré eso después, Benjamín y los chicos me conocerán.

Bueno, en lo que estaba, cuando me enteré que estaba en coma regrese de inmediato y la he visitados diariamente cuando se que está sola, no quiero que los chicos me vean antes que ella.

Quiero golpear a los chicos por comerse las informaciones importantes.

Me ha causado gracia la forma en la que mi gemelo se ha acercado a nuestra mujer, si, nuestra, de todos.

También será nuestra, solo es cuestión de que despierte.

El hecho de que haya tenido que fingir ser gay para poder acercarse a ella de forma "amistosa" me causa tanta gracia que empiezo a reír como loco, la gente en el hospital me ve raro pero no es mi es mi problema.

Joder, que lo he visto masturbándose mientras gime el nombre de Atenea y teniendo sueños húmedos con la misma.

Gay no es el maldito.

Veo al doctor saliendo de la habitación de Atenea y antes de que la cierre entro por la misma quedándome paralizado

Atenea: ¿Qué carajos?

Su cara es de total sorpresa y confusión, pero yo no puedo dejar de verla, de anhelar estar con ella entre mis brazos mientras le digo lo mucho que la extrañé estos años.

Que me siento jodidamente culpable por lo que le pasó pero que soy tan malditamente egoísta que no quiero dejarla ir.

La quiero para mí, para nosotros.

Me acerco a donde está pero sus palabras me detienen.

Atenea: Benjamín ¿Por qué no me dijiste que tenías un gemelo?

Aparto mi mirada antes de que vea mis lágrimas, el hecho de que no me recuerde me es difícil de afrontar, no recordaba que aún no tiene sus memorias.

Haré que las recupere.

Benjamín: Eh, a veces me olvidó de mi mala copia.

Intenta bromear al notar mis ojos aguados, nunca pude ocultarle nada.

Atenea: Hola, soy Atenea.

Desvía la mirada de la mía y aunque me parezca raro lo dejo pasar, por ahora.

Aclaro mi garganta antes de presentarme como si fuésemos jodidos desconocidos.

Bastián: Benjamín me ha hablado mucho de ti, soy Bastián el gemelo guapo, un gusto gatita.

Me acerco a ella y me inclino besando su mejilla y tardando un poco más de lo necesario, ella cierra los ojos fuertemente e inhala profundo.

Apolo: Hacia mucho no te veíamos, amigo.

Suelta con reproche.

Zeus: Si, nos tenías abandonados.

Esas palabras salen llenas de veneno y se que lo que me espera no es pequeño.

Hades: ¿Dónde estabas?

Puede que me haya ido del pueblo porque todo me recordaba a Atenea y eso dolía como el carajo y porque quería forjar lazos y contactos externos para acabar con Paula de la forma más dolorosa posible y luego pues, terminar con mi mediocre existencia.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora