Capítulo 47

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Narrador desconocido.

Escucho mi teléfono sonar ¿Quién llama a estas horas?

Desconocido: ¿Quién?

No me gusta que me despierten.

Hombre: Tuvo un accidente, tienes que volver.

Mi cuerpo se paraliza y mi respiración se atasca en mi garganta.

¿Mi gatita tuvo un accidente? ¿Está bien?

*****

Hermes

Dos semanas después

La razón de mis jodidas respiraciones a este oxígeno tan putrefacto aún no despierta, aún no abre sus bellos ojos verdes y eso me tiene desesperado.

¿Cuándo despertarás, mi pequeña osita?

Extraño cuando frunce el ceño cuando no sabe cómo expresar con señas lo que quiere gritarme, cuando se enoja conmigo y aún así me habla por señas para que no me sienta mal al no poder responder de la misma manera.

Me está dando jodidamente duro el echo de verla todos los días postrada en una cama sin moverse, con cables rodeando su hermosos cuerpo.

Tomo mi teléfono y tecleo algunas palabras rápidas.

Hermes: ¿Cuándo piensas volver?

Guardo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón cuando llegó a la sala donde todos mis hermanos se encuentras.

Desde hace un mes que todo está más silencioso, vacío, triste y tenso en la casa. Ya nadie sonríe, a nadie le brillan los ojos y casi nadie habla.

Hasta el amigo de nuestra mujer está mal, demasiado mal.

Si no fuera gay creería que le gusta nuestra mujer, pero se que algo oculta y aún no he podido averiguarlo por estar pendiente de los avances de Atenea. El médico dice que no quiere despertar, que algo se lo impide, que su cuerpo ya está recuperado y que cualquier resido del veneno ya fue eliminado de su cuerpo.

Pero sigue sin abrir sus ojos.

¿Qué necesita para hacerlo? Le daré lo que sea con tal de verla mirarme nuevamente.

Miro su cuerpo sin poder hacer o decir más, acercó mi rostro a su cabello que ha perdido el brillo que antes tenía e inhaló profundo tratando de embriagarme con su rico olor a vainilla y coco que a pesar de estar en coma sigue impregnado a su cabello, a su piel.

Es como su esencia.

Dejo un beso en su cabeza tardando más tiempo del necesario, queriendo fundirme en ella. Quisiera estar yo en su lugar, que sea yo quien esté postrado en esa cama. Se me escapa un sollozo desde el fondo de mi garganta al saber que es ella quien tiene un mes, un puto mes sin abrir los ojos.

Sigo llorando, jodida mierda que me duele no tenerla conmigo y mis hermanos conscientes y sin cables cubriendo su bello cuerpo.

Siento una presencia a mis espaldas pero no volteo, ya sé de quién se trata.

Thor: Despertará, no puede dejarnos, no de nuevo.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora