Capítulo 14

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Atenea.

Han pasado tres días desde aquel raro y excitante encuentro.

¿Se le podría llamar encuentro?

Con los chicos he tenido varios intercambios de miradas que parecen decir más que mil palabras y prometer montones de cosas.

A mi solo me gustaría...

No seas pervertida.

No dije nada.

Por suerte.

Ahora estoy con Lía quien me está contando de una fiesta el viernes, pero es en casa de la loca, mi supuesta prima.

Paula Fedorov, una chica insoportable que se cree la reina del pueblo porque es parte del círculo de los niños pijos y jura que será la mujer de todos ellos.

Un dato que Lía no había mencionado pero que ya había notado es que aquí en este pueblo se practica bastante la poligamia, mayormente un hombre y varias mujeres.

No podría compartir a mi hombre.

Ni yo.

Soy un poco, no mucho, celosa.

Si, claro.

Lía: Nunca se les ha visto con nadie en los últimos tres años.

Por estar inmersa en mis pensamientos me perdí de lo que Lía decía, pero esto claramente me interesa.

Atenea: ¿Cómo?

Lía: ¿No me estabas prestando atención?

Pregunta con el ceño ligeramente fruncido.

Atenea: Si te soy sincera, no.

Honestidad ante todo.

Lía: A los Smirnov nunca se les ha visto con una chica, bueno en los últimos tres años como ya te dije — levantó una ceja sorprendida— muchas personas, por no decir todas, dicen que mantienen una relación entre ellos.

No me esperaba este dato.

Atenea: No me lo esperaba.

Lía: Yo creía en esas versiones pero viendo ahora como te comen con la mirada lo estoy poniendo en duda, puede que sean bisexuales, no sé.

Atenea: Puede.

No sé qué más responder.

Lía: ¿Me acompañaras a la fiesta?

Me lo pienso un poco y no me caería nada mal.

Siempre y cuando la loca no moleste.

Atenea: Claro.

Lía: Nos cambiamos en mi casa y de ahí partimos a la fiesta.

Atenea: Me parece bien.

No quiero a Robert y Tina de chusmas.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora