Las Siete Voces [+21]

Capítulo 2

Atenea.

Después del interesante desayuno me retiro de la mesa para salir a la biblioteca.

Si, mi vida es un poco aburrida, por no decir que es una mierda.

Salgo de casa y emprendo mi camino a la biblioteca, no es tan lejos y no me supone ningún problema ir caminando.

Al llegar la biblioteca parece un desierto.

Bueno, eso no es raro.

Los únicos que visitan este lugar somos la bibliotecaria y yo.

Y ella solo lo hace por su paga, bien por ella.

Atenea: Buenos días, señora.

Es una señora amargada de unos 57 años, con el cabello blanco por las canas y una cara que te dice "vete a la mierda y no me jodas".

La educada señora solo me voltea la cara sin emitir ningún sonido.

Siempre tan amable.

Me retiro para buscar en qué mundo perderme hoy.

Me gusta la sensación que me da el leer un libro.

Siento que puedo teletransportarme al lugar que quiera, vivir la vida que se me plazca sin ser juzgada, sin sentir las miradas taladrandome y los susurros juzgadores a mi alrededor comiéndome viva mientras paso.

Gente de mierda que quieren tú lugar y al no tenerlo solo critican, eso es lo que son.

Tomó un libro con una portada de un bosque y varias personas, se ve interesante así que decido leerlo.

[🖤🖤🖤]

Pasan y pasan las horas y no me doy cuenta por estar metida en lo más profundo del libro.

Es tan jodidamente retorcido que me tiene atrapada.

Todos los escenarios plasmados en estas hojas me tienen delirando.

Estoy sentada desde hace cuatro horas leyendo este libro y ya voy por la mitad.

Así de atrapada me tiene.

Me duelen las nalgas de estar sentada así que decido pararme y acercarme a la amable bibliotecaria, Gerta.

Atenea: Quiero este libro.

Le digo sin más, este libro tiene que ser mío si o si.

Gerta: ¿Eh?

Me dice desorientada.

Como no sí se estaba durmiendo en su asiento.

Atenea: Me llevaré este libro ¿Cuanto por el?

Le digo sin rodeos.

Quiero irme a mi casa para seguir mi lectura.

Gerta: No está a la venta, niña.

Contesta fastidiada.

Necesita un orgasmo.

Yo también pero no estoy tan insoportable.

Atenea: No me está entendiendo, quiero y me llevaré este libro. Usted sabrá si toma el dinero o no

Estoy dispuesta a robarme el libro.

¿Qué podría pasar?

A esta biblioteca solo vengo yo así que nadie le echará de menos.

Gerta: Ese libro es muy antiguo y tendrá un costo elevado.

Si, lo sé.

Se aprovechará de la situación y tomará una muy buena "propina"

Hago un sonido con la garganta para que prosiga

Gerta: 70 dólares.

Tanto rodeos para como quiera terminar en lo mismo.

Aprovechándose de la situación, como todos en este lugar.

Saco mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y le quitó la funda para sacar un billete de cien.

Se lo pasó y lo toma enseguida como si fuese lo mejor que ha visto en su vida.

Se va para la caja y me devuelve el dinero restante.

Yo simplemente salgo de ese lugar con mi libro en mano.

Más que feliz, pero estafada.

Vale la pena.