Capítulo 36

10.6K 846 13
                                    

Atenea.

Estoy en un profundo sueño, relajada como hace mucho no estaba cuando despierto desorientada y exaltada al escuchar un grito desgarrador.

Me levanto de la cama de manera rápida e imprevista ocasionando que me maree un poco, espero unos segundos y cuando ya no siento que el mundo me da vueltas salgo de la habitación con un solo pensamiento.

Los chicos.

Si algo les pasó no sé qué jodida mierda haría, salgo de la habitación sin saber a dónde exactamente dirigirme.

Joder.

Escucho unos gritos desgarradores y un llanto incontrolable que me ensordece por unos segundos, decido seguir aquellos ruidos sin ni una puta arma para defenderme, para defenderlos.

Bajo unas escaleras oscuras siguiendo los horribles gritos con el corazón latiéndome a mil y cuando llegó al lugar de destino mi corazón no es el único en latir.

Acabo de tener un puto órganos visual.

Veo a los chicos y todos están bien, más que bien. Los miro apretando mis muslos por tan erótica escena.

¿Si me masturbo ahora estaría mal?

Veo como torturan al estúpido que casi me viola, y jodidamente se que esto no debería excitarme pero ¿Cómo no hacerlo?

Verlos bañados de sangre, con una sonrisa macabra y oscura en sus rostros mientras sus pantalones parecen una tienda de acampar me tiene casi al borde del orgasmo. Muerdo mi labio al ver como Apolo corta su lengua y parte de su torso se llena de sangre.

No te corras, no te corras, no te co...

Apolo: ¿Te duele?

Ya está, me les fuí.

Mi coño en este momento parece una jodida cascada y solo deseo tocarme para aliviar un poco el dolor que empiezo a sentir en mi hinchado clitorirs.

Zeus: Se ahogará con su propia sangre en cuestión de minutos.

Enfocó mi vista en la basura y me doy cuenta que Zeus tiene razón.

Hermes se acerca a él con el ácido en mano y le echa en el cuerpo escuchando más gritos ahogados y lágrimas pero siempre teniendo cuidado de que no le caiga nada ni a él ni a sus hermanos. Hades se acerca también y con una botella que entra en su boca veo como está empieza a hervir también.

Mis pezones se ponen duros al ver como ellos terminan con una vida insignificante por mí.

Thor: Fue un poco divertido jugar contigo.

Me mojo más de lo que ya estaba al verlos con unos bultos gigantes en sus pantalones.

Estamos en las mismas condiciones a diferencia de que lo mío es un río, un gran río.

Dice antes de ver como de sus ojos se va la vida soltando su último grito que es amortiguado por la botella en su boca.

Creo que ya es hora de hacerme notar.

Atenea: ¿Se estaban divirtiendo?

Pregunto con un tono coqueto que hace a sus cuerpos tensarse. Veo como se giran en mí dirección pero en sus ojos no veo sorpresa, veo un pozo azul lleno de morbo y deseo pero sé que si no doy el paso ellos no lo harán debido a los acontecimientos pasados.

Atenea: Jugaron sin mi, es justo que yo también tenga una recompensa ¿No?

Ares se acerca a mí y me toma por la cintura pero veo en sus ojos la batalla interna por bajar sus mano un poco más.

Fluye, corazón.

Ares: ¿Qué quiere mi gruñoncita?

Me estremezco.

Atenea: Quiero jugar.

Hades: ¿Qué quieres jugar, pequeña?

Si supieran lo que pasa por mi mente al verlos llenos de sangre y con unas gigantes erecciones posiblemente se asustarían.

Bueno no, ellos están igual de locos que yo.

Beso a Ares sintiendo como esté de inmediato pone sus manos en mi trasero con desesperación, es lo que quería desde un inicio y no puedo estar más gustosa con eso. Siento como tiene que doblarse un poco mientras yo me pongo en puntas de pie debido a la gran diferencia de altura, la posición se hace un poco incómoda y cundo voy a separarme para descansar mis pies siento como me alza haciendo que envuelva mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello sintiendo como la falda se levanta haciendo que su tacto con mis nalgas sea directo.

Bendita sea la hora en que me puse falda.

Siento su lengua ingresar a mi boca de forma demandante y brusca haciendo que me moje cada vez más, cuando me estoy quedando sin oxígeno separo nuestros labios y los dirijo a su cuello besándolo, lamiendo lo y dejando pequeñas marcas que le sacan algunos gruñidos.

Atenea: Quiero que me follen.

Susurro en su oído viendo a sus hermanos palpando sus erecciones por encima de sus pantalones mientras me ven fijamente.

Ares: No hasta que recuerdes.

Atenea: ¿Qué?

Hades: Nada, no le hagas caso.

Ares me estampa contra el pecho de Hermes quien empieza a acariciar mis pechos por encima del body mientras siento su erección en mi espalda baja.

¿Es normal que sean tan grandes?

Thor: Jugaremos.

Zeus: Pero sin meter nuestras pollas en ese coño que tanto anhelamos.

El mencionado se comprime al escuchar las palabras sucias de Zeus.

Apolo: Por ahora.

Atenea: ¿Y qué esperan?

Al decir esas palabras no sabía en lo que me metía.

¿Se puede una morir de tantos orgamos?

Si es así moriría feliz.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora