Las Siete Voces [+21]

Extra 2

Atenea 16 años

Atenea

Odio los deportes, joder que lo hago con toda mi alma.

Doy vueltas por toda la cancha sintiendo que mi corazón saldrá por mi boca en cualquier momento, veo a Paula sentada en una esquina mientras toma agua y ¿Cómo no? Si se folla al maestro y por eso es la mejor de su clase.

Llega un momento donde siento que no puedo respirar y decido detenerme antes de caer de bruces contra el suelo, escucho al maestro gritar mi nombre mientras camina hacia mí pero yo aún estoy en el suelo ¿Desde cuándo se volvió tan cómodo?

Maestro: Smirnov, levántese y corra ¡Tiene veinte vueltas más!

Lo miro con aburrimiento, no correré un carajo.

Atenea: Empiece entonces.

Hago un gesto perezoso con mi mano incitandolo a correr.

Maestro: Veinte vueltas ¡Ahora!

Frunzo el ceño aún en el suelo y suelto un bostezo.

Atenea: No correré.

Le digo mirándolo a los ojos con la mirada más fría e intimidante que tengo y aprendí de Vladimir, mi padre.

Maestro: Tienes que hacer algo para ganarte eso.

Mira mi cuerpo tendido en el suelo con una mirada cargada de lujuria y siento asco, se agacha hasta estar a mi altura antes de que pueda incorporarme y antes de que pueda evitarlo toca mi trasero.

Maestro: ¿Qué estás dispuesta a hacer?

Apartó su mano de mi cuerpo de forma brusca mientras lo miró con asco.

Atenea: Corta aquello con lo que me tocó.

Y con una sonrisa macabra me levanto y tomando mi teléfono salgo de la cancha dejando atrás una hoja de papel que se hace pasar por maestro.

Atenea: Quiero jugar.

Tecleo en mi teléfono, les mando el nombre de mi nueva mascota y sé que la encontraré donde quiero y como quiero, sé que me ensuciaré de su sangre y la idea no hace más que gustarme.

*****

Veo a mis hermanos, están más nerviosos que cuando hago algo y se echan la culpa para que mamá no me castigue y eso es casi nunca ya que papá no deja que me castiguen, soy su consentida.

Atenea: Yo no hice nada esta vez ¿Qué hicieron ustedes?

Preguntó mientras caminamos por el bosque luego de decirles a los chicos que se podían retirar una vez mi mascota esté suelta buscando su libertad.

Una que no tendrá.

Hermes: Nada, osita.

Se que miente y cuando voy a hacérselos saber escucho el crujir de una rama a unos cuantos pasos de nosotros y cuando volteo no puedo evitar soltar una carcajada.

¿Cómo se puede ser tan pendejo?

Veo al maestro detrás de un árbol a unos cuantos pasos de mí alcance mientras intenta inútilmente pasar desapercibido.

Atenea: Bonito camuflaje, mascota.

Se sobresalta e intenta correr, me quedó tranquila viéndolo mientras Thor saca una navaja y se la lanza parando de inmediato su huida cuando está impacta con el tobillo del inútil.

Hades: Rata, no nos hagas correr.

Suficiente tuve ya.

Me acerco al cuerpo del maestro que se encuentra en el suelo mientras sus alaridos de dolor se escuchan por todo el bosque, exagerado, solo fue un pequeño corte.

Atenea: Te voy a ayudar.

Saco la navaja de su cuerpo viendo cómo la sangre brota de la herida dejándome fascinada por un momento, clavó la navaja en su hombro buscando más de ese bello carmesí, escuchó sus gritos por piedad y es como si quisiese más, clavó la navaja en su muslo muy cerca de su polla y veo cómo  su rostro se llena de pánico.

Hermes: La usó mucho pero eso no importa, lo que importa aquí es con quién quería usarla.

No le dije pero ellos siempre se enteran de todo y más si tiene que ver conmigo.

Maestro: P...por favor

Veo la súplica en sus ojos y me detengo.

Atenea: ¿Me estás pidiendo que siga? ¿Te gusta?

Sé con certeza que no, pero no me importa.

Con la navaja corto su camisa por pedido de los chicos, cuando terminó de eso dejando su pecho al descubierto clavó la navaja en su entrepierna una y otra vez mientras escucho como grita y su piel cada vez se torna más pálida.

Apolo: Déjanos hacer algo, rojita.

Me detengo al escuchar sus palabras dejando su polla que ahora ha de parecer más un queso, veo que estoy llena de sangre y eso me gusta.

Ares: Haremos algo pero no puedes verlo hasta que no esté muerto.

Esta aún más nervioso que antes, asiento con mi cabeza, si no quieren que lo vea no lo veré.

Veo como se acercan al cuerpo y hacen algo en su pecho desnudo sacándole incontables gritos que no hacen más que fascinarme, cuando terminan tienen pequeñas gotas de sangre en sus rostros y eso los hace ver más atractivos de lo que ya son.

Zeus: No lo veas hasta que te muera, cerecita.

Sus miradas muestran que están ansiosos y nerviosos y me causa curiosidad saber la razón pero aún así me limito a asentir con mi cabeza acercándome de nuevo al cuerpo del maestro casi muerto ansiando terminar ya con su vida para poder saber que hicieron en su pecho.

Atenea: ¿Con que mano me tocaste?

Se queda callado mientras me mira con terror, se muy bien que fue con la derecha así que tomando esa mano comienzo a cortar dedo por dedo escuchando como llora y grita, viendo su sangre salir a brotones mientras ensucia mi ropa, cara y cabello. Corto su mano con una paciencia que no tengo mientras sonrió viendo cómo sus ojos van perdiendo brillo.

Ya era hora.

Atenea: Para que aprendas a no tocar lo que no es tuyo.

Calvo la navaja en su garganta bañandome más con su sangre y terminado de una vez por todas con su patética vida, me levanto de donde estaba viendo al fin su pecho sangrante, lo detallo bien y aquellas gotas de sangre forman una pregunta.

¿Quieres ser nuestra novia, Atenea?

Miró a los chicos quienes se encuentran mirando sus pies y jugando con sus manos mientras evitan mi mirada ¿Por eso estaban tan nerviosos?

Atenea: Ya se habían tardado.

Hermes: ¿Querés ser nuestra?

Ares: ¿Quieres que seamos tuyos?

Atenea: La pregunta ofende, claro que sí.

Ya eran míos, solo que no lo sabían.

Y con un cadáver junto a nosotros, en una noche oscura en un bosque peligroso me hago novia de mis hermanos.

Mi primera mascota y mi primer día de novia.

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Nota de la autora.

Hice algunos cambios en los personajes de la historia, agregué algunos detalles y cambie el rostro de Ares y Benjamín (que es el mismo de Bastián).

Faltan 3 extras.

Hasta pronto, wattperos.