Las Siete Voces [+21]

Capítulo 3

Atenea

Han pasado las semanas de forma monótona, nada nuevo ni mucho menos interesante.

Hoy es mi último día en la universidad, ya que en una semana nos mudaremos a Rusia.

Me preparo para mi nuevo y caótico día en la universidad.

Nótese el sarcasmo.

Estudió psicología, no para ayudar a las personas ni nada de esas mierdas. La estudio porque me gusta saber lo que pasa por cada retorcida cabeza de seres que se proclaman perfectos.

Analizar cada detalle por mínimo que sea, conocer las intenciones de cualquiera sin la necesidad de entablar una conversación y contarle hasta qué bragas llevo puestas.

La gente a veces es muy estúpida.

Por eso mismo Tina y Robert no me cuadran del todo, sé que algo ocultan, pero ese no es el tema.

Me pongo unos jeans negros rasgados en las rodillas y un crop top blanco de tiras finas, me calso unas zapatillas blancas y me plancho el cabello.

Así sin maquillaje parto a la universidad, no me gusta maquillarme.

Me parece una pérdida de tiempo pero respeto a quienes sí lo hacen.

Una vez llegué voy sin más a el aula que me toca, estadística. La odio y no por la materia si no por el maestro.

Es un hombre de edad medio avanzada que tiene una obsesión conmigo desde que entre a la carrera. Me acosa constantemente y en varias ocasiones me ha ofrecido pasarme la materia si me acuesto con él.

Es un cerdo.

El aula se va llenando poco a poco hasta que llega el maestro y cierra la puerta.

Aquí vamos…

[🖤🖤🖤]

Una vez salí de la universidad con todos mis papeles listos para irme sin ningún inconveniente llegó a mi casa y me preparo para dormir. Eso era hasta que mi celular vibra.

Un total milagro.

Prendo y desbloqueo el teléfono para ver quién es.

Frunzo el ceño al ver que es un número desconocido.

Desconocido: No todo es lo que parece.

Desconocido: Cuando duermes con el enemigo piensas que todo el mundo es bueno.

Desconocido: Pronto llegará la hora y las siete voces se harán presentes.

¿Que mierda?

¿Siete voces? De qué diablos me está hablando.

Atenea:  ¿Quién eres y qué quieres?

Atenea: ¿Las siete voces?

De que rayos habla.

Desconocido:  Antes de correr debes aprender a caminar pequeña liebre.

Atenea:  ¿Es acaso una broma?

Desconocido: Llegará el momento en el que siete voces se escucharán gritando todas las verdades que terceros han ocultado.

Después de ese mensaje no recibo ningún otro y cuando le escribo o llamo me manda directo a buzón o solo plasma una palomita.

Descubriré quién es me está escribiendo estos mensajes y a qué se refería cuando dijo que siete voces se escucharan gritando las verdades ocultas.

¿Será que es una broma? No creo, nadie se tomaría el tiempo en esta estupidez ¿O sí?

Decido no darle más mente a esos mensajes y proceder a acostarme.

Ojalá esta vez sí pueda verles las caras a esos niños de mis sueños.

Con esos pensamientos caigo en un profundo sueño.