Las Siete Voces [+21]

Capítulo 39

Atenea

Siento un sofocante calor, demasiado y más teniendo en cuenta que yo siempre tengo frío. Me remuevo en la cama buscando una posición más cómoda pero en eso siento unos brazos aprisionando mi pequeño cuerpo, sigo removiendome escuchando unos gruñidos de disgusto...

Espera ¿Qué?

Me levanto sobresaltada sin poder mover mucho mi cuerpo por los agarres en este y volteo a todos lados aún con los ojos cerrados.

Si seré estúpida.

Abro lentamente los ojos acostumbrandome a la luz provienente de las ventanas por donde entran los rayos del sol.

¿A quién se le ocurre dejar las cortinas abiertas?

Carajo.

Thor: No te muevas, joder.

Escucho a Thor gruñir y ahora es que caigo en cuenta de donde estoy y de lo que pasó anoche.

Mierda.

Atenea: No me dejan respirar.

Zeus: Cállense, quiero dormir.

Da la vuelta quedando de espaldas a mí mostrándome su ancha espalda y apetitosas nalgas.

Controlate.

Atenea: Quiero ir al baño.

Apolo: No, vuelve a dormir.

Al parecer todos se despertaron.

Atenea: Me orinare en la cama si no me sueltan.

No veo movimientos de sus partes, parecen muertos los malditos.

Atenea: Si no me sueltan moriré axficiada.

Es un poco exagerado pero funciona ya que siento como aflojan sus fuertes y firmes agarres en mi cintura. Por fin puedo levantarme y sin dudar ni un segundo me dirijo al baño como si ya lo conociera cuando nunca en mi puta vida he entrado al mismo, solo anoche y estaba más muerta que viva por el intenso orgamos que tuve y que en estos momentos solo me hace sonrojar. Hago mis necesidades y lavo mi cara encontrando un cepillo de dientes nuevo él cual uso sin meditarlo mucho, una vez mis necesidades echas y dientes limpios salgo y veo que los chicos están despiertos y sentados en la cama cubriendo su desnudez solo con unos boxers.

Bendita imágen.

Hades: Buenos días, pequeña.

Saluda con una gran sonrisa.

¿Hades sonriendo? Eso es raro.

Atenea: Buenos días.

Veo como fruncen sus ceños en señal de confusión y podría decirse que disgusto al escuchar mi no muy animado saludo, no es mi culpa es de algo que me carcome la cabeza.

Zeus: Anoche estabas muy mojada ¿Por qué hoy tan seca?

Será idiota.

Siento mi cara arder inmediatamente esas palabras terminan de salir de su boca mientras veo como Ares le da un zape en la cabeza.

Ares: Cállate, idiota.

Zeus solo se limita a acariciar la parte afectada, es un dramático, ni que le hubiese dado duro.

Atenea: Tengo una duda desde anoche.

Anoche no pude formularla por obvias razones.

Apolo: ¿Cuál? Dinos y te diremos la respuesta.

Atenea: Anoche dijeron que no podían tocarme hasta que los recordará ¿A qué se referían con eso?

Veo como sus cuerpos se tensan de una manera tan sincronizada que hasta daría miedo, pero no sé porque conmigo no lo hace, porque siento esto tan normal y natural, porque lo siento tan familiar.

Debo estar volviéndome loca.

Apolo desvía su mirada de la mía así que decido acercarme ya que los otros parecen estatuas pero él está tenso, abatido, herido y podría jurar que triste.

Aunque todos parecen estar en la misma situación Apolo parece apunto de llorar y eso de alguna forma mueve algo en mi que no sabía que tenía.

Una vena sensible.

Me preocupa genuinamente lo que está pasando por sus cabezas, me preocupa que no puedan emitir sonido alguno, me preocupa lo que puedan decirme. Quise nunca haber dicho esas palabras, pero era algo que generaba en mí una profunda inquietud y un terrible zumbido en lo más profundo de mi cabeza.

Zeus: Y...ya lo entenderás.

Eso no responde a mi pregunta.

Atenea: Esa no es una respuesta.

Hades: Es lo que podemos ofrecerte hasta ahora.

Eso me enoja un poco.

Atenea: ¿Por qué?

Thor: Solo... solo déjalo.

No, no lo dejaré. Investigaré por mi cuenta si ellos no quieren decirme nada.

Veo a Apolo, Ares y Hermes quienes siguen inmersos en sus pensamientos, en sus cabezas y parece ser que no es con nada bueno. Me acerco a Apolo y tocó su mejilla suavemente viendo cómo se relaja y tira de mi cuerpo para sentarme sobre el mientras entierra su rostro en mi cuello.

Apolo: No te vayas por favor- siento algo húmedo en mi cuello- no nos dejes, no me dejes...

Se me parte el corazón al escuchar su voz quebrada y sentir sus lágrimas mojando mi cuello, le devuelvo el abrazo y sobo su cabello de forma lenta y distraída mientras el llora en mi hombro como si algo lo atormentara.

Atenea: No me voy a ir, no si no quieren- beso su frente- estaré con ustedes hasta que se cansen de mí.

Me apartare de sus lados el día que ya no sea necesaria en sus vidas.

Ares: Nunca nos cansaremos de ti.

Hades: Eres el amor de nuestras vidas, Atenea.

Thor: Y eso no va a cambiar.

Zeus: Nunca.

Una lágrima solitaria sale de mi ojo izquierdo porque sé que algo ocultan y temo que ese algo termine por destruirme.

A fin de cuentas ellos ya tienen a alguien aunque eso me duela en el alma.

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Nota de autora

Recomienden oculista para nuestra Nea que está medio ciega y no ve lo que está más claro que el agua.

Dicen que antes de la tormenta viene la calma 👀.

Voten y comenten si les está gustando la historia.

Hasta pronto, wattperos.