Capítulo 54

10.2K 827 7
                                    

Atenea

Han pasado aproximadamente una dos horas  donde lo único que puedo sentir es estar al borde de un abismo con una caída deliciosa pero esta nunca llega, llevo dos putas horas rogando por un orgasmo.

Mi coño se siente tan jodidamente sensible que con el solo viento estoy gimiendo.

Todos y cada uno se han acercado a mí y puesto sus bocas en mi coño, unos siendo más rápidos, otros más duro pero todos siendo igual de placenteros y frustrantes a la vez.

Me tienen rogando por un orgasmo, ya pasaron siete de ellos, solo falta Thor por venir a comerme el coño y no darme lo que quiero.

Atenea: P...por favor.

Mis ojos están llorosos por la frustración que siento en este momento, ya han bajado un par de lágrimas, mi rostro y pecho están rojos y ahora me arrepiento de haber dejado que Hermes me atara.

Thor: Te daré lo que quieras, muñeca, solo pídelo.

Su voz está ronca y se con certeza que al negarme mi orgasmo se están torturando a ellos mismo, lo veo en sus monumentales erecciones.

Atenea: Q...quiero correrme.

¿A dónde he llegado?

Thor: Lo harás, pero antes tienes que estar lista para nuestras pollas.

Veo como entierra su rostro en mi coño atacando inmediatamente a mi clítoris, estoy tan sensible que no creo que pueda durar mucho tiempo, empiezo a sentir un cosquilleo en mi vientre bajo cuando muerde mi hinchado clítoris, dejó de ver y escuchar lo que pasa a mi alrededor, me siento en un estado donde solo siento placer.

Atenea: AH

Siento como sigue prendido a mi coño aún después de correrme y mis piernas temblar como gelatina.

Joder.

Thor: ¿Estás cansada?

Pregunta mientras desata mis mano.

Si...

Atenea: N...no

Si les digo que si no querrán tocarme y yo necesito sentirlos.

Hades: Que bueno, será una larga noche.

Siento como un cuerpo se cierne sobre el mío y unos labios sobre los míos mientras una mano se pone sobre mi coño de manera posesiva.

Hades: Esto es nuestro ¿Entiendes?

Asiento perdida en sus besos en mi cuello. Tiemblo un poco cuando su polla se pasea por mi raja bañándose con mi humedad.

Hades: ¿Puedo entrar? Necesito sentirte.

Atenea: Si...

Siento como poco a poco mete su polla en mi interior y cuando siente esa barrera la pasa de un solo golpe sacándome un grito, se queda quieto mientras me acostumbro a su tamaño mientras clavo mis uñas en sus brazos y muerdo mi labio inferior.

Carajo.

Sus dedos quitan mi labio de entre mis dientes.

Hades: No te hagas daño, relajate y pasará, pequeña.

Trato de relajarme sintiendo como poco a poco comienza con embestida suaves que disminuyen el dolor que sentía en un inicio convirtiéndolo en placer.

Atenea: más rápido...

Agarrar uno de mis pechos y lo aprieta mientras aumenta la velocidad volviéndome loca, veo a los chicos y la imagen que me dan es tan erótica que siento como mi coño se aprieta y moja más.

Las Siete Voces [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora