65; Vibrations

627 86 2
                                    

La relación de Jihoon y Seungcheol crecía más con cada día que pasaba, su amor se volvía fuerte y ahora que tenían el apoyo de sus padres, parecía todo ir de maravilla.

En esta ocasión, cuando el celo de Jihoon llegó un par de semanas después de que el alfa comenzara su trabajo en la empresa de su suegro, no pudieron pasarla como les habría gustado. El omega quiso que su padre le diera los días a Seungcheol para que la pasara en su casa todo el día y toda la noche complaciéndolo, pero los permisos no dependían del alfa, sino del jefe de Seungcheol, el cual se había negado porque recientemente había ingresado a la empresa.

Tal vez el pelinegro no era alguien importante del que necesitaran en todo momento, pero el que él fuera encargado de llevar los cafés cada mañana, de entregar las copias que salían de la copiadora a sus respectivos dueños, de hacer alguna que otra tabla en excel, u otra tarea que le fuera encargada, aliviaba el trabajo de cada empleado.

Eso puso de mal humor a Jihoon, quien toda su vida había conseguido todo lo que quería, y aunque estaba dispuesto a hablar con el jefe de su novio, este le rogó que no lo hiciera, pues no quería ser la burla en la oficina, pero lo que menos quería era que supieran de su relación con el hijo del actual dueño, pues entonces eso cambiaría la forma en la que los empleados lo verían, y en lugar de ayudarlo a progresar en la empresa como él quería, podría perjudicarlo.

Así que al no conseguir que su novio fuera suyo durante los próximos 4 largos días y 3 largas noches, lo puso de muy mal humor en ese primer día, lo cual mejoró en la tarde, cuando decidió ir a casa de Seungcheol para esperarlo entre sus sábanas, calmándose él mismo con sus juguetes y con el aroma de su novio que lo invadía en la habitación, pues eso lo ayudaba a estar un poco tranquilo antes de que su novio llegara y se hiciera cargo.

—Buenas tardes— saludó Seungcheol al entrar a la habitación, encontrándose a su novio desnudo, frotándose contra una de sus almohadas que se encontraba entre sus piernas y con un pequeño vibrador en el interior de su ano.

Jihoon volteó a verlo y sonrió enormemente al ver esa sonrisa lasciva y esa mirada intensa que estaba dándole, además, llevaba en las manos un gran ramo de flores, que quizás en otro momento le habría prestado más atención al detalle —mgh... apresúrate y ah desnúdate, me hace falta tu pene— comentó con un tono sensual, acariciando sus pezones y meneándose sobre la almohada.

Seungcheol volvió a sonreír, dejó el ramo sobre el buró frente a la cama y se apresuró en desvestirse, no lo quería hacer esperar más. La atenta mirada del omega estuvo sobre de él mientras continuaba frotándose en la almohada, viendo cada movimiento hasta que terminó enfocándose en el gran pene que el alfa poseía, ya estaba duro y erguido, pues el aroma a omega en celo que sintió el mayor desde que entró a su departamento, lo colocó duro.

El alfa subió a la cama, arrodillándose detrás de Jihoon y movió el vibrador (que estaba apagado en ese momento) con suavidad —¿qué hace esto aquí? Mi pene debería ser lo único que entre por tu precioso trasero— murmuro contra la oreja de Jihoon, haciendo que su aliento caliente chocara contra su piel, y lo erizara.

Antes de que el omega pudiese contestar, un chorro de semen salió disparado directo a la almohada, pues la sensual voz de su alfa, combinando con el calor de su cuerpo, el movimiento del vibrador y las feromonas del alfa elevando su excitación, provocaron su orgasmo —¡aagh! Ah Cheol... ngh— gimió ante tanto placer y luego respondió —es que... uhm te tardaste en llegar— su respiración pesada entrecortaba su oración.

Seungcheol disfrutó de ver al omega estremecerse, acarició una nalga con una mano mientras la otra seguía moviendo el vibrador y dijo —no es excusa, voy a tener que castigarte— dijo con voz grave.

—¡Ay sí ngh!— gimió con emoción.

Seungcheol sonrió, se separó del omega y bajó de la cama para buscar los condones, los cuales estaban sobre la mesita de noche. Se colocó el primero que tomó y regresó a su posición detrás de su novio, pero antes de subir a la cama, hizo que Jihoon se inclinara sobre el colchón, dejando su trasero levantado (aún con la almohada entre sus piernas) —¿cómo enciendes esto?— cuestionó al no ver un botón.

—Es con control, ahí— señaló hacia la esquina de la cama, donde el pequeño control se hallaba.

El alfa lo tomó, revisó los botones y lo encendió. Jihoon comenzó a deshacerse en gemidos, aunque el vibrador era pequeño y delgado, lograba tocar sus zonas más sensibles en el interior de su cuerpo y eso estaba causándole mucho placer. Estuvo cambiando las velocidades y los modos, provocando mucho descontrol en el cuerpo del bajito, pero aún no lo suficiente para provocar otro orgasmo.

Luego de algunos minutos, apagó el aparato y se posicionó detrás de su novio, jaló el juguete lentamente con cuidado, y después se introdujo con mucho cuidado, aún cuando el vibrador ni siquiera había salido de la abertura.

—¡Aahh!— gimió el omega y respiró profundo cuando sintió el pene del alfa deslizarse suavemente junto al vibrador en su interior.

Fue un poco incómodo al inicio para los dos, pues el juguete era más estorboso de lo que podría ayudarles con el placer. Seungcheol pensó en retirarlo y hacerlo como siempre, pero la curiosidad de sentir las vibraciones mientras estaba en el interior de su novio, lo llevó a encender el aparato.

Ambos gimieron audiblemente cuando sintieron la vibración en su primer nivel, los dos podían sentir sus piernas flaqueando, y al menos las de Jihoon habían comenzando a temblarle más. Seungcheol tenía demasiadas ganas de comenzar las embestidas, pero temía lastimar al rubio, así que se dejó llevar por la sensación que el juegue estaba brindándoles.

¡Aah ay Cheol ah ah...!— gemía pesadamente el omega. Su pene ya estaba duro nuevamente y en cualquier momento volvería a correrse.

Agh ah... esto es muy... ah Ji...— Seungcheol también sentía que estaba al borde, y ni siquiera estaba follando a su novio, simplemente el vibrador estaba estimulando toda su extensión.

Luego de pocos minutos, aumentó la intensidad de la vibración, así como el modo en el que vibraba, cambiando constantemente hasta que encontró el modo perfecto que los enloqueció y los hizo estremecerse. Jihoon movió su trasero con inquietud ante el delicioso placer que recibía, mientras que Seungcheol comenzó a mover sus caderas en diminutas embestidas, lo que provocó el orgasmo de ambos.

Afortunadamente Seungcheol reaccionó rápido y sacó el vibrador antes de que anudara al omega, pues imaginaba que terminaría siendo demasiado para el omega, y que incluso podría lastimarlo. Así que con el vibrador fuera, y su pene anudando a su omega, el alfa cayó sobre Jihoon, aplastándolo completamente por lo débil que se sentían sus piernas.

—Aahh Cheol... fue... ngh oh fue muy... ¡hay que repetirlo!— pidió Jihoon entre pesados gemidos de placer.

Seungcheol asintió mientras besaba su hombro —sí, mgh en definitiva sí— suspiró —pero no esta noche, tengo otros planes— dijo y mordió su hombro.

Jihoon sonrió y levantó un poco la cabeza para alcanzar los labios de su alfa, los cuales estaban muy cerca a los suyos. Él necesitaba ser complacido, y amaba lo muy bien que se encargaba Seungcheol de ese asunto.

En cuanto el nudo se deshinchó, y fueron liberados, nuevamente comenzaron la siguiente ronda, besándose y tocándose, dejando que sus cuerpos se bañaran de sudor, de besos, mordidas y marcas rojas provocadas por sus labios y manos (sobre todo Jihoon, quien fue nalgueado demasiadas veces). Los dos gemían el nombre del contrario, dejándose envolver por esos eróticos sonidos que se combinaban perfectamente con el chocar de sus pieles y el rechinar de la cama, incluso tuvieron que despegar un poco la cama de la pared, pues el constante golpear había puesto de mal humor al vecino, quien llamó a la puerta para quejarse en una ocasión.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora