36; Following The Alpha

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Seungcheol se había alegrado bastante cuando recibió el mensaje de Joshua de que ya no lo quería de mascota y que de cualquier manera se podía quedar con la chaqueta que le había comprado, aunque se lamentaba de que aún fuese un rehén en casa de Jihoon.

Para ese día no tenía planes, pensaba quedarse en casa y dormir todo el día, pero al medio día recibió un mensaje de Minki, con quien ya se había comenzado a mensajear desde el martes en la mañana, ya que estaba enfadado con su amo por haberlo castigado, precisamente por hablar con ese omega, le dio el impulso de comunicarse con su ex novio. El omega quería verlo y que conversaran un rato para ponerse al día de lo que había pasado en los últimos 3 años desde que se dejaron de ver; habían sido novios por 2 años, y cuando terminaron siguieron siendo amigos por casi 1 año hasta que el omega se mudó a la ciudad y perdieron el contacto.

El alfa no estaba muy convencido de salir, pero sentía que necesitaba convivir con un omega que no estuviese enfadado con él, así que aceptó la salida a pesar de ser repentina, así que luego de una hora salió de su casa.

Tomó un taxi para llegar más rápido al lugar, pues Minki le había dicho que a las 5 debía irse a trabajar y sólo tenían 3 horas para verse. Llegó a un centro comercial en la parte poniente de la ciudad, donde la mayoría de las personas con un estatus medio vivían; el lugar era grande y muy bonito.

Caminó por el lugar hasta que se encontró con Minki cerca de una fuente. El omega tenía el cabello largo y negro con un flequillo que cubría su frente, unos labios abultados y rosas que llevaban un brillo labial ligero, su cuerpo era delgado, y llevaba un suéter blanco y un poco largo, con una falda de tablones grandes en color negro.

Seungcheol sonrió al verlo, seguía luciendo hermoso tal como lo recordaba; se acercó a él y lo saludó con un beso en la mejilla, sin esperarse que Minki lo saludara con más emoción, pues este se lanzó al alfa y lo abrazó por el cuello. Un repentino escándolo los hizo alejarse y mirar hacia atrás, pero sólo pudieron ver a un niño llorando y a su mamá tratando de consolarlo.

Sin embargo, Jihoon había enfurecido tanto por el abrazo, que terminó reventando con sus propias manos el globo del niño que ahora lloraba, y al darse cuenta que Seungcheol y Minki voltearían a ver, Seungkwan y Joshua jalaron a Jihoon para que se ocultara detrás de un grupo de personas.

Los tres los siguieron hasta un restaurante, donde, afortunadamente para los chicos espías, se sentaron junto a la ventana, mientras ellos se sentaron en una banca lo suficientemente lejos para que no los vieran, pero tampoco para perderse nada de lo que pasara.

—¿Cómo fue que te volviste una mascota? Creí que tenías una mala opinión de ellos— comentó Minki después de que tomaran sus pedidos.

—No tenía una taan mala opinión de ellos— se excusó —y no es que yo lo buscara, simplemente un omega me vio, le gusté y me contrató— se encogió de hombros —pero de cualquier forma es temporal, y mi contrato termina en como en 2 o 3 semanas, así que pronto volveré a mi honrado trabajo de portero.

—Eso es genial, ya no te tendrás que humillar— comentó sin darse cuenta y sin saber que Seungcheol jamás se había sentido humillado siendo la mascota de Jihoon, pero ahora que su ex novio lo había comentado, comenzó a sentir un poco de vergüenza.

Seungcheol sólo respondió con una sonrisa apenada, y Minki continuó hablando, contando de cómo había llegado hasta el restaurante en el que ahora trabajaba; su sueño siempre había sido tocar en orquestas y en los más famosos musicales de la ciudad, pero por ahora no se quejaba del lugar en el que trabajaba, al menos no públicamente.

Poco antes de terminar el almuerzo, Seungcheol se perdió un poco de lo que Minki estaba contándole, pues mientras veía fuera de la ventana, notó a un grupo de omegas que conocía. Entrecerró los ojos para enfocar bien y supo que era Jihoon y sus amigos cuando el propio Jihoon se dio cuenta que Seungcheol estaba mirándolos y los jaló para que se escurrieran en la banca y salieran de la vista del alfa.

El pelinegro frunció ligeramente el ceño, ¿ahora qué hacía ahí su amo? ¿No le bastaba con dejarlo a medias durante el sexo, así que ahora estaba espiándolo? Cada vez entendía menos a Jihoon, y con lo enfadado que seguía con él, comenzaba a mirarlo de otra manera. Minki no se dio cuenta de que el alfa se había perdido por unos instantes, así que no detuvo su animada plática en la que se quejaba de un antiguo jefe alfa que había tenido.

Al terminar el almuerzo, Seungcheol se despidió de Minki en la puerta (pero fuera) del restaurante, lo tomó por debajo de las orejas y besó su frente con cariño, haciendo que los ojos de Jihoon se cristalizaran por las lágrimas que comenzaron acumularse, pues era evidente el amor que aún le tenía a ese omega. Pero lo que hizo que se pusiera a llorar realmente y que se marchara del lugar con tristeza, fue el beso que se dieron en los labios.

El beso había tomado por sorpresa a Seungcheol, quien no esperaba que Minki siguiera teniendo sentimientos románticos hacia él, pero parecía que ahí estaban todavía; las mejillas del omega enrojecieron un poco y se disculpó por el impulso que lo llevó a besarlo.

—Lo siento, pero realmente deseaba probar otra vez tus labios.

Seungcheol sonrió un poco —ya ha pasado bastante, creí que ya habías superado lo nuestro.

—Lo había hecho, es sólo que verte con esa máscara y ese collar... debo decir que te queda muy sexy— dijo sugestivamente.

El alfa volvía a sonreír en respuesta —pero lo odio, ahorcan los collares tan justos, la máscara molesta, y cuando tiran de la cadena siento que el aire se me va— comentó con una mueca de desagrado, expresando lo que sus sentimientos enfadados le hacían pensar y no lo que realmente sentía al respecto de ser mascota de Jihoon.

—Lo imagino— comentó como si no supiera lo que era llevar esos accesorios, cuando él había portado de ellos por mucho más tiempo que Seungcheol, pero le avergonzaba tanto decir que había sido una mascota, que jamás iba a mencionárselo —pero ya queda poco tiempo, así que pronto te librarás de todo eso— dijo con una sonrisa animada y volvió a acercarse a Seungcheol, posó sus brazos en sus hombros y casi rozando sus labios con los del alfa murmuró —veámonos pronto otra vez, tal vez pueda ser en tu casa o en la mía— dijo con un tono coqueto y lascivo.

—Claro— sonrió de lado y unió sus labios en un beso hambriento, sintiéndose extraño por los sentimientos que comenzaron a invadirlo.

«No es Jihoon» escuchó a su alfa decir y terminó el beso. Le sonrió algo incómodo y terminaron despidiéndose para cada uno marcharse por su lado. Comenzó a caminar mirando al suelo, pensando en lo muy diferente que era besar a Jihoon y a Minki; con su amo, su corazón se agitaba, su estómago cosquilleaba y en más de una ocasión se había erizado su piel con sólo rozar sus labios, pero con Minki se sentía simple, ya no sentía ese amor que alguna vez le tuvo, y se sentía incorrecto besarlo, pero por el enfado que sentía con Jihoon, no fue capaz de admitirse a sí mismo que estaba tan enamorado, que no quería a otro omega que no fuese él.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora