10; Jealousy

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Jihoon no dejaba de moverse de un lado a otro en la cama, imaginando a Seungcheol follando a su mejor amigo, era una idea con la que no podía, y comenzaba a arrepentirse de haber dejado que Joshua lo contratara. Para su amigo el alfa no era importante, sino el hecho de probarlo en la cama y saber qué tan bueno era, mientras que para Jihoon, poco a poco comenzaba a ser más que eso.

El jueves llegaría pronto, en dos días para ser exactos y no podía quitarse la idea de que su mascota iba a ser de alguien más —¡que se joda! Él nunca comparte las cosas buenas que tiene, ¿por qué yo debería compartir con él?— pensó en voz alta luego de finalmente desenredar el hilo de sus pensamientos que se habían amarrado luego de darle tantas vueltas al asunto. Se levantó de la cama y salió a la estancia, donde un adormilado Seungcheol se encontraba, eran las 9:45 de la noche, así que aún quedaban 15 minutos para que su turno terminara. El mayor dio un respingo al escuchar la puerta abrirse de golpe, y su sueño se esfumó de su cuerpo.

—Cancela tu día libre— le dijo al alfa —tengo un evento al que te llevaré, y es una orden— dijo demandante y volvió a la cama.

Bien, ahora debía encontrar un evento importante al cual asistir con Seungcheol.

Al día siguiente, Seungcheol contactó a Joshua para decirle que Jihoon había ocupado su día libre para un evento, lo que entristeció al omega, pero rápidamente le dijo que debía pedir el viernes como libre en su lugar, algo en lo que Jihoon no había pensado, pero cuando el alfa le dijo lo que su mejor amigo había dicho, volvió a negarse a dejarle un día libre.

—No, eres mío de viernes a miércoles, y si te requiero un jueves, esa semana no tendrás días libres— dijo con un tono molesto y autoritario, haciéndole saber a Seungcheol que su trato a partir de ahora sería más severo.

—¿Me pagará extra por trabajar en mi día libre?

Para Jihoon fue algo descortés el tono de su voz y lo miró frunciendo aún más su ceño —¿es el dinero lo que te preocupa? Puedo aumentarte el sueldo si es lo que quieres.

—Lo que me preocupa es no poder descansar ni un día a la semana, y si trabajaré ese día, al menos quisiera ser remunerado bien— se encogió de hombros.

—De cualquier forma trabajarás ese día, y Joshua no va a pagarte, así que ¿de qué te quejas?

Seungcheol hizo una mueca molesto, no entendía a Jihoon, ¿por qué de pronto se había vuelto tan exigente con él y menos considerado, tal como trataba a sus asistentes? Prefirió mantener la boca cerrada, si respondía a ello, no iba a hacerse cargo de las consecuencias de sus palabras.

El omega no apartó la mirada de él hasta que tomó su bolso y salió del departamento sin decirle nada, dejando al alfa desconcertado y abatido, pero peor aún, de pie junto a la mesa del comedor.

Dos horas después Jihoon regresó a su departamento, ya estaba animado, contento y había olvidado que Seungcheol lo hizo molestar por unos breves instantes. Al entrar al departamento y ver al alfa ahí de pie, tal como lo había dejado horas atrás, se sintió un poco mal por no haberle dicho que podía descansar en su ausencia, así que a modo de disculpas, sacó helado y sirvió dos tazones.

—Para ti— le dijo y asentó el tazón en el asiento frente a él.

S.Coups seguía un poco molesto, pero se acercó para sentarse a comer, sin decir ni una sola palabra.

—Iremos de compras mañana— anunció en medio del silencio —te compraré un nuevo traje para la comida del jueves— dijo y se concentró en mirar su helado.

Afortunadamente había conseguido un evento al cual asistir ese día, Minhyuk solía hacer almuerzos luego de clases, y él disfrutaba tanto de la humillación de las mascotas, que si los invitados no llevaban una, no eran bienvenidos a la comida, así que no desaprovechó la oportunidad de ocupar a Seungcheol en su día libre con tal de que no la pasara en la cama de Joshua.

Cuando llegó el jueves, Seungcheol fue recogido por una limosina en la puerta del edificio departamental y Mingyu no contuvo su sorpresa y celos al ver a su compañero subir al auto lujoso. Para el alfa era un poco incómodo las miradas que ahora recibía de quienes eran sus amigos en el trabajo, sabía que no volverían a tratarlo igual, y muy seguramente cuando regresara a su puesto de portero, lo menospreciarían.

La limosina se dirigió a la universidad de Jihoon y este subió en cuanto su última clase terminó; sonrió al ver lo apuesto que el alfa lucía con el traje negro y elegante, aunque su collar se ocultaba en el cuello de la camisa, la cadena que sobresalía por encima del moño, y la máscara que llevaba en el rostro, le hacían recordar a todo el mundo que se trataba de una mascota.

—Muy guapo— murmuró para sí mismo, sin dejar que el mayor alcanzara a escucharlo.

Se dirigieron al almuerzo, llegando a una mansión lujosa donde otras personas se encontraban; la mayoría era estudiantes de bellas artes, pero habían de otras carreras y facultades, quienes habían asistido después de sus clases. Jihoon caminaba tranquilamente por el jardín, llamando la atención de todos en el lugar, y no por lo angelical e irreal que lucía en color blanco, sino porque su mascota alfa llevaba un porte impecable y superior al de cualquier alfa que estuviese presente en el evento, y ni siquiera era necesario que emitiera ni un poco de sus feromonas.

Por algunos momentos Jihoon deseaba que los alfas se propasaran con él y que Seungcheol lo protegiera como si tuviese el derecho a hacerlo como pasó la última vez; comenzó a coquetear con algunos esperando ese momento, pero lo único que estaba provocando era que su mascota hirviera lentamente en celos, incluso teniendo que contener sus feromonas para que nadie notara lo muy celoso que estaba de los coqueteos.

Luego de algunas horas de ligues fracasados, Jihoon se dirigió al baño y suspiró pesadamente al verse en el espejo, viendo disimuladamente la mirada del alfa sobre de él. ¿Y si tal vez sólo debía dejar a Seungcheol hacer su trabajo como mascota, sin tener que acudir a juegos sucios para escuchar su seductora y sexy voz de alfa? Ya estaba pasado un poco de copas, así que sus pensamientos no estaban siendo tan claros y racionales, pero aún así quería dejarse llevar.

Se acercó al alfa y tiró de la cadena en su cuello haciendo que se encorvara hasta su altura y unió sus labios en un demandante y fogoso beso, en el que tuvieron que luchar arduamente por el control; Seungcheol no quería ser sometido por el omega y Jihoon quería dejar en claro su posición como amo, así que luego de unos minutos, el alfa terminó rendido, dejando que el castaño oscuro explorara toda su cavidad bucal a su gusto.

Poco a poco las feromonas de ambos comenzaron a soltarse, atrayéndose mutuamente, pero la puerta del baño fue abierta y Jihoon se apartó rápidamente del alfa.

—Váyanse a un motel— dijo Minhyuk con un pedante tono al verlos comerse la boca. Jihoon rodó los ojos y caminó hacia la salida del baño, pero nuevamente la voz del anfitrión detenía sus acciones —¿ahora entiendes lo magnífico que es tener a una mascota?

Jihoon miró a Seungcheol y luego nuevamente a Minhyuk —no, aún no— dijo y se marchó, haciendo que el alfa se sintiese ofendido, pero a la vez desconcertado.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora