26; Rules

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La velada habría sido perfecta de haberla terminado con un beso en los labios y con una confesión por parte de Jihoon, pero ninguno de los dos se quejaba de cómo habían terminado las cosas, pues parecía que la relación y cercanía entre los dos crecía cada vez más. El lunes por la mañana fue un día raro para Jihoon por cómo se sentía, pero había sido un muy buen día, principalmente porque llevaba encima el olor de cierto alfa en su cuerpo, y no fue hasta poco antes del mediodía que se dio cuenta de lo que había hecho el alfa en todo el día anterior.

—¿Ahora sí te estás acostando con tu mascota?— preguntó curioso Joshua.

—No, ¿por qué?— cuestionó dejando algunas cosas en su casillero.

—Hueles a S.Coups— olfateó su hombro y luego dijo —aunque es muy ligero, ¿te dio un abrazo esta mañana?

Jihoon sonrió —no, no me dio ni un abrazo, él llega hasta el mediodía.

—Por eso es sutil, lo dejó anoche— murmuró perspicaz —¿qué hicieron anoche?— preguntó alzando las cejas sugestivamente.

—¿Por qué estás haciendo tantas preguntas? ¿Acaso no es normal que huela a S.Coups si se la pasa en mi departamento todo el día?

Joshua negó chasqueando la lengua y se cruzó de brazos —¿tú ves que yo huela a mis mascotas todo el tiempo? ¡Claro que no! Ellos tienen prohibido soltar feromonas, y si entrenaste bien a S.Coups, esa debió ser la primera regla que debiste haberle dado; y a menos que no sea capaz de controlar sus feromonas, le debiste dar supresores de aroma, no puedes permitir que una mascota se sienta dueña de ti.

—¿Eso se hacía?— preguntó algo incrédulo y confundido.

—¿No lo hiciste? ¡Está en el contrato!— al ver la cara de confusión de su amigo, supo de inmediato que Jihoon ni siquiera había leído el papel —deberías leerlo y dejarle en claro a tu mascota las cosas que tiene prohibidas. Por cierto— rápidamente recordó —¿cómo le enseñaste la etiqueta de fiestas si no has leído el contrato?

—Yo no le he enseñado nada, sólo le dije que buscara en internet las cosas que debía hacer— se encogió de hombros.

—Muy mal Jihoon, tienes muy mal educada a tu mascota, pero yo le puedo enseñar todo— dijo con un tono sugestivo.

Jihoon rodó los ojos, y decidió cambiar de tema antes de despedirse y marcharse a casa. Al llegar al departamento y encontrarse con Seungcheol dentro, le hizo recordar su conversación con su mejor amigo, así que decidió sacar del cajón el contrato que Seungcheol había firmado, se acomodó en el sofá frente al alfa y comenzó a leer la parte trasera que especificaba las reglas, etiquetas y cosas que las mascotas debían y no debían hacer.

Se sorprendió mucho al saber cuántas cosas tenían prohibidas las mascotas, sobre todo quienes eran mascotas omegas, pero esas cosas no aplicaban para Seungcheol, así que muchas las omitió y sólo leyó las que pertenecían a los alfas.

—¡Feromonas!— exclamó al encontrar lo que Joshua le había mencionado.

Seungcheol lo miró con el ceño fruncido, comenzando a preocuparse por no haber leído el contrato de antemano.

—¡Oh, que curioso!— exclamó con una sonrisa que a Seungcheol le pareció un poco macabra. Levantó la vista y miró a su mascota antes de decir —te prohibo coger con Joshua, y si te atreves a hacerlo, o a siquiera dejar que él lo haga, me debes 2 millones de wons.

—¿Qué?— expresó sorprendido.

—Tu contrato dice que si llegas a incumplir alguna de las reglas que yo te imponga o que el contrato imponga, tu castigo es monetario, y la cantidad mínima a pagar, son 2 millones de wons por castigo— dijo con una amplia sonrisa.

—¿Y qué se supone que haga con el joven Hong?

—Lo que sea, menos coger. Y ya que no firmaste contrato con él, no tienes la obligación de cumplir sus caprichos.

SeungCheol suspiró y terminó asintiendo, tampoco es como que deseará mucho desobedecer aquella orden —sí, amo.

—Y otra cosa más— mencionó, se levantó de su asiento y se acercó al alfa —has estado soltando feromonas últimamente y eso está prohibido, hay que castigarte— dijo con una sonrisa ladina.

Seungcheol parpadeó un poco perplejo. Lo de las feromonas era algo que él ya sabía cuando investigó en internet las etiquetas de las mascotas alfas, por eso Jihoon no había terminado con su aroma en todo ese tiempo, pero ya que Jihoon no había mencionado nada al respecto y que tenía la presión de sus padres por reclamarlo, además de que el omega ni siquiera se había dado cuenta (hasta ahora) de las feromonas que había soltado, creyó que esa regla podría ser una excepción para él, pero estaba equivocado.

—Lo lamento. ¿Quitará el dinero de mi salario?— preguntó con la mirada baja.

—De hecho, creo que te castigaré diferente— mencionó y tomó a Seungcheol de la camisa, haciendo que se encorvara para unir sus labios en un demandante beso donde él llevó todo el control.

Ambos se quedaron sin aliento y habían avanzado unos pocos pasos hacia la pared, acorralando a Jihoon contra un mueble de madera. Se separaron momentáneamente para mirarse a los ojos y un escalofrío recorrió el cuerpo del omega al darse cuenta de lo mucho que deseaba tener sexo con su mascota y del calor que se había apoderado de su cuerpo, así que sin controlar más sus impulsos, volvió a tomar sus labios y permitió que el alfa lo tocara con lujuria.

Las manos de Seungcheol se deslizaron por las caderas, desarreglando un poco la camisa del omega; sus labios pronto se separaron del contrario, pero no por ello dejó de besarlo, pasó de su mentón a su cuello y se quedó un rato succionando la piel y embriagándose del dulce aroma de Jihoon.

—E-espero que con esto... uhm~ vayas a aprender tu lección— murmuró acariciando sus cabellos y revolviéndolos.

—Lo haré— dijo sobre la piel —amo.

Aquella última palabra estremeció a Jihoon, haciéndolo soltar demasiadas feromonas sin querer y lo hizo montar una pierna en la cadera de Seungcheol, quien tuvo el reflejo rápido de tomar su muslo y sostenerlo arriba. El alfa dio una falsa embestida contra la entrepierna de Jihoon en un espasmo de placer, ambos gimieron y mientras los labios de Seungcheol se deslizaban por la caliente piel del omega, sintiendo su aroma con más intensidad y más picor, se dio cuenta de una cosa.

—¿Acaba de entrar en celo?— preguntó Seungcheol alejándose ligeramente del bajito, sólo lo suficiente para mirarlo a los ojos, pero no para que sus cuerpos se separaran.

—Oh— murmuró —eso explica el impulso que me dio a besarte, y desnudarte, y montarte mgh...— él mismo estaba excitándose por sus palabras, aunque no era el único.

Seungcheol se estremeció cuando una rápida imagen de Jihoon desnudo pasó por su mente —¿de verdad quiere que yo me haga cargo de su celo?

—Oh sí, sí, para eso te contraté— dijo sin poder resistirlo más, moviendo su cuerpo para que sus penes rozaran uno con el otro.

El mayor contuvo el jadeo que aquel movimiento le provocó y dio un pequeño suspiro al pensar que nuevamente Jihoon estaba usándolo, pero estaba bien, para eso había sido contratado; así que tomó al omega de los muslos y lo cargó para llevarlo a la habitación.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora