28; Sunset

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La tarde estaba avanzando con rapidez, la habitación era iluminada por la luz naranja del atardecer y eso les daba una sensación romántica que Jihoon creía que sólo compartiría con una pareja estable, a quien amara y no con su mascota, pero estaba tan enamorado de Seungcheol, que se sentía correcto.

El alfa se levantó del suelo y subió a la cama tal como Jihoon se lo había pedido, recostándose en el centro sobre su espalda, mientras el omega rodeaba la cama; buscó los condones (que ahora sí se había tomado la molestia de comprar desde aquella ocasión) y al tomar uno, subió a la cama y montó al alfa como alguna vez había imaginado en sus más locas y lujuriosas fantasías.

Comenzó a frotar su trasero en el pene de Seungcheol, sintiendo su dureza, su calidez y su humedad, dejando escapar ligeros jadeos de placer, pues estaba tan sensible, que todo su cuerpo se había vuelto una zona erógena, y el mayor lo descubrió cuando al tocar sus caderas y ayudarlo con los movimientos de su cuerpo, Jihoon se estremeció completamente. El aroma del omega se había intensificado por el celo, abarcando toda la habitación y reclamando al alfa como suyo, lo cual a Seungcheol le pareció un insulto, y no por ser reclamado por un omega, sino porque él también quería reclamarlo, pero luchaba internamente por no hacerlo, pues él era sólo una mascota.

Mgh ah ngh... m-mételo ya— pidió el bajito sin dejar de mover su cuerpo.

—Deme el condón— pidió, quitando de las manos del omega el sobrecito.

Lo abrió con cuidado, lo menos que quería era embarazar al omega en ese momento, así que detuvo los movimientos de su amo y éste se arrodilló a sus costados para ver al alfa colocarse la protección, lo hizo tan sensualmente (al menos ante la perspectiva de Jihoon), que en cuanto el condón estuvo seguro en su sitio, el omega rápidamente se sentó sobre ese gran trozo de carne. Su entrada estaba tan dilatada y tan húmeda, que ni siquiera necesitó preparación previa.

Aaah~— gimió largamente Jihoon por la combinación de dolor y placer que sintió.

Agh...— gruñó Seungcheol al sentir lo apretado y cálido que era el omega en su interior —a-amo... u-usted ngh, ¿es virgen?

Jihoon estaba derritiéndose entre el placer y el calor de su celo, así que sólo atinó a asentir desordenadamente al tiempo que comenzaba a subir y a bajar sus caderas en el pene del alfa. Sin embargo, estaba tan desesperado y era tan inexperto, que lo único que estaba haciendo era lastimar a Seungcheol.

Ngh... d-deténgase— pidió entre jadeos de dolor y sostuvo con fuerza las caderas de Jihoon para detenerlo; el omega lo miró con el ceño fruncido, descontento por haber detenido su placer —me está lastimando. Y me debió haber dicho antes que era virgen.

—¿Hacía alguna diferencia?— preguntó inquieto al no estar recibiendo placer.

—Sí, lo hubiéramos hecho con cuidado, si no, al rato va a dolerle mucho— dijo con un toque de ternura, acariciando la piel de su cintura en pequeños y ligeros círculos que trazaba con su dedo gordo.

La piel de Jihoon se erizaba y su cuerpo se estremecía con cada roce entre sus pieles —bueno, ¿y ahora qué? ¿Vas a detenerte o calmarás mi celo?

Si Jihoon de por sí era muy exigente, con su celo cegándolo, se había vuelto mucho más exigente, y eso de alguna manera hizo sonreír a Seungcheol en lugar de molestarle como lo estaba hace algunos minutos. Esa mirada le hizo saber al omega que la acción iba a continuar, pero que ahora el alfa estaba a cargo de todo, pues ambos rodaron en la cama y Seungcheol quedó arriba, listo para darle todo el placer que Jihoon pedía y que merecía.

Se quedaron mirando por unos instantes, Seungcheol tenía los brazos derechos, sosteniéndose a los costados de la cabeza del omega. En un movimiento en falso, flexionó los brazos para acercar sus rostros, esperando que Jihoon moviera su cabeza y la desviara para evitar un beso, pero al ver sus ojos dilatados, sus labios entre abiertos, húmedos y rosados, se atrevió a bajar más y unir sus labios en un fogoso beso que hizo gemir a Jihoon con placer.

Mientras se besaban, el alfa acariciaba el cuerpo del menor, logrando quitarle la camisa que aún llevaba; hasta que se separaron y Seungcheol continuó un camino de besos en el cuello del omega, sintiendo sus penetrantes feromonas. Para Jihoon era desesperante que el pene del alfa rozara con el suyo, y que simplemente no lo estuviera penetrando, así que con movimientos inquietos, le hizo saber a su mascota que necesitaba más que besos.

Seungcheol entendió claramente la señal, así que se separó un poco para tomar su miembro y alinearlo a la abertura del omega; levantó una de sus piernas, colocándola en su hombro, y lo penetró lentamente. El placer que sintió Jihoon en ese momento en definitiva no se compraba con el que había sentido la primera vez, pues ese había sido combinado con dolor, pero en esta ocasión la sensación era perfecta, y se lo hizo saber con el gemido que dejó escapar, siendo largo y pesado.

Aaagh~ oh, ah si~ ngh— se mordió el labio inferior sin dejar de ver directamente a los ojos del mayor, aunque entrecerraba un poco los ojos por el placer.

El lento vaivén comenzó, y Seungcheol abrió más las piernas de Jihoon, embistiendo unas cuantas veces hasta que después decidió subir la otra y juntarlas en un solo hombro. Jihoon era tan apretado y tan cálido, que comenzaba a enloquecerlo, así que las embestidas aumentaron su ritmo por unos instantes, para luego volver a ese vaivén lento, jugando un poco con los ritmos y fuerza al embestirlo.

Ah ah agh ngh... ah ah sí ah aah— cada gemido era genuino, algunos eran silenciosos, otros más escandalosos, pero todos eran expresados con mucho placer.

Seungcheol también jadeaba y gruñía por lo bien que se sentía, limitándose a atrapar el nombre de su amo entre sus labios, pues estaba consciente que ese acto era solo para calmar el celo de Jihoon, y no porque fuese un verdadero acto de amor, sin saber que el omega, a pesar de estar en celo, estaba tratando de ocultar también sus sentimientos y no expresarlos al gemir el verdadero nombre de su mascota, pues si lo hacía, estaría exponiéndose de una forma que no quería.

Después de varios minutos, en sus cuerpos se había acumulado una capa de sudor, sus miradas se encontraban demasiado seguido, y la mantenían fija en el otro, disfrutando de las sensaciones en sus cuerpos. Fue entonces que el alfa decidió bajar las piernas del omega, lo hizo recostarse de lado y se posicionó detrás de él (también acostándose de lado), levantó una de sus piernas y volvió a penetrarlo suave y con cuidado; el omega miró hacia atrás sobre su hombro, encontrándose nuevamente con la fija mirada del alfa sobre la suya; y en cuanto el vaivén comenzó, sus labios se unieron torpemente.

El beso duró unos escasos segundos, pues entre las sacudidas de sus cuerpos por las fuertes embestidas, los gemidos que salían de sus bocas y la dificultad al respirar, les hizo tener que cortar el beso, pero no separar sus labios, los cuales se rozaban con cada penetración. Jihoon levantó un brazo, llevándolo detrás de su cabeza para sostener al alfa por la nuca, y hacer que esa cercanía no se perdiera, gimiendo cada vez más alto sobre sus labios.

Ah ah s-sí ah~ ah ngh ah ah...— con cada gemido que escapaba, debía morderse los labios para no expresar el nombre de Seungcheol y decirle lo mucho que estaba disfrutándolo, aunque no era necesario, pues el mayor sabía que estaba haciéndolo.

Agh ah...— expresó el alfa en un roncho gemido que estremeció a Jihoon, y eso fue suficiente para correrse en ese instante.

El omega abrió más la boca expresando más gemidos de placer cuando su semen salió disparado al aire, y movió su cuerpo hacia atrás para más cercanía con el alfa, quien comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas, así como la fuerza. La mano de Seungcheol sostenía la pierna del bajito por el muslo, manteniéndola elevada, pero se aferró tanto a ese agarre, que seguramente Jihoon terminará con las marcas de los dedos en su pierna. El alfa comenzó a sentir su orgasmo aproximándose, así que su nariz olió el cuello de Jihoon, dejando varias marcas a su paso, algunos eran simples chupetones, pero otros eran mordidas (no profundas), hasta que terminó corriéndose en el interior de Jihoon, con su semen atrapado en el condón, fue entonces que mordió su hombro, para no marcarlo como su alfa le pedía.

El nudo creció en el interior de Jihoon, quien gimió más audiblemente y su omega finalmente se sintió satisfecho (por el momento) al sentirse lleno y tontamente preñado, pero se sentía aún más estúpido por sentirse amado, pues no sabía que realmente Seungcheol lo había amado, y no sólo lo había ayudado con su celo, o lo había usado como su padre dijo que harían algunos alfas con él antes de encontrar al indicado, sin saber que ya lo había encontrado.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora