52; The Alpha's Pet

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Al volver de su paseo, Jihoon comenzó a emitir feromonas para atraer a Seungcheol, el cual rápidamente cayó por ese aroma encantador. Comenzaron a besarse junto a la puerta principal, moviendo sus labios con hambre y deslizando sus manos por sus cuerpos, para comenzar a deshacerse de las prendas que pronto se volverían un estorbo para los dos; sus chaquetas fueron las primeras en desaparecer de sus cuerpos y con torpes pasos lograron llegar al comedor, donde Jihoon fue acorralado antes de que el alfa lo tomara por los muslos para cargarlo y sentarlo sobre la mesa.

Sus labios se separaron únicamente para que Seungcheol pudiese quitarle la camisa a Jihoon, dejando su torso al descubierto; esta vez sus labios se deslizaron por la piel, comenzando por el cuello y bajando un poco hacia las clavículas y pecho, las cuales fueron marcadas con algunos chupetones que el alfa creó en la piel. El omega aprovechó un poco para manosear al alfa y ayudarlo a quitarle su camisa de la misma manera; sus cabellos se desordenaron y se miraron con un brillo de lujuria en sus ojos, se sonrieron y Jihoon desvió la mirada al collar que el alfa llevaba.

Primero quitó la cadena y luego desabrochó lentamente el collar, el cual Seungcheol pensó que dejaría tirado en algún lugar del comedor, pero la expresión de su rostro reflejó algo de sorpresa y confusión al verlo colocarse el collar él mismo.

—Esta noche soy su mascota, amo— dijo Jihoon al terminar de abrochar el collar en su propio cuello —haga conmigo lo que desee.

Aquellas palabras y ese tono sensual que el omega uso, erizó la piel de Seungcheol, quien llegó a sentir una punzada en su pene al excitarse por aquella idea —no tendré piedad de ti— murmuró incrédulo, pues jamás creyó que Jihoon quisiera ser su mascota aunque fuese una noche.

—Eso es lo que espero— sonrió de lado y de pronto sus labios fueron atacados.

El hambre y el deseo aumentaron drásticamente, el ambiente se volvió pesado por tantas feromonas de excitación que comenzaron a soltar ambos, y las falsas embestidas comenzaron a golpear contra el omega. Se apresuraron en deshacerse de las prendas inferiores y regresaron a la misma posición sobre la mesa, la cual Jihoon esperaba que aguantara su peso y los bruscos movimientos que muy seguramente comenzarían.

Sus labios se movían en compás, sus manos se deslizaban por la cálida piel y sus penes se rozaban uno contra el otro en un desesperado vaivén.

Amo...— murmuró Jihoon en un gemido —mgh duele.

Seungcheol se separó para asegurarse de que los movimientos que estaba haciendo no lo lastimaran, pero se dio cuenta que a lo que se refería Jihoon, era que necesitaba tenerlo dentro en ese preciso instante —resiste un poco— le dijo y bajó por el pecho hacia el abdomen.

Dejó unos cuantos besos en la piel antes de tomar ambas piernas y levantarlas para que las pusiera sobre la mesa, las separó lo más que pudo, haciendo que Jihoon terminara recostado sobre la mesa, sosteniéndose de sus codos para que pudiese ver las acciones del alfa, y con una sonrisa ladina llevó sus labios a la abertura del omega.

Introdujo la lengua sin cuidado, haciendo gemir a Jihoon demasiado alto, y haciéndolo cubrirse la boca para contener un poco aquellos gemidos. El mayor comenzó a mover su lengua hacia el interior, llegando lo más profundo que podía (que eran unos escasos centímetros, pero los suficientes para tocar zonas sensibles), mientras que una de sus manos había comenzado a masturbar al bajito. A Jihoon estaba fascinándole lo poco cuidadoso que estaba siendo Seungcheol, y lo ansiosos que parecía, como si quisiera hacer tantas cosas al mismo tiempo, todo para que Jihoon lo disfrutara al máximo.

El cuerpo del omega comenzó a retorcerse con placer, sintiendo su orgasmo demasiado cerca, y cuando no pudo más, su espalda se arqueó y se derramó en la mano del alfa, quien incluso había apretado un poco la cabeza de su pene y presionado el orificio del glande, haciendo que la sensación fuese dolorosamente buena.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora