22; The Visit

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Jihoon había tomado una decisión, enamoraría al alfa antes de confesarle sus sentimientos, y se sentía tan seguro de ello, que al día siguiente había estado de muy buen humor, y todos lo notaron por el dulce aroma que estaba emitiendo; lo hacía de manera inconsciente, porque lo que menos quería era tener la mirada de la mayoría de los alfas sobre de él. Sin embargo no fue consciente de ello, y al mostrarse entusiasmado por Seungkwan y su cita de esa tarde, sus amigos creyeron que se debía a eso y no le mencionaron nada, sin imaginar que el omega estaba tan contento debido a los mensajes que se había enviado con Seungcheol durante la noche.

Al llegar a casa y ver a Seungcheol en la puerta como siempre, lo hizo sonreír y endulzar más su aroma, haciendo que su asistente omega se mareara un poco, mientras el alfa disfrutaba del espléndido aroma a frutilla, enamorándolo todavía más. Entraron los tres al departamento y Jihoon se encerró en su habitación sin decir nada, mientras el otro omega hacía su trabajo.

—El joven Lee me pidió que le diera esto— dijo acercándose a Seungcheol y entregándole una llave. El alfa lo miró con interrogación y tomó la llave con ambas manos —es del departamento, ya no necesita esperar a fuera.

—Oh— murmuró con una expresión que reflejaba lo inesperado que había sido recibir aquello —gracias.

Ambos hicieron una reverencia y el omega se marchó.

Seungcheol se colocó en el rincón de siempre al guardar la llave en su bolsillo y suspiró por lo largo que sería el día; muchas veces así era, Jihoon lo ignoraba tanto, que a veces olvidaba su presencia ahí en el rincón, y eso volvía los días largos, lentos y en ocasiones, pesados.

Por la tarde, mientras Jihoon estaba haciendo su tarea, Seungcheol recibió una llamada, decidió contestarla por dos razones: una era porque el omega estaba en la habitación y no se enteraría de la llamada (o eso creía) y la segunda era porque se trataba de su madre quien le estaba llamando.

—Hola mamá, ¿qué pasa?

—"¿Qué pasa?" Hace dos semanas que no recibimos ni una llamada de ti. ¿Todo bien?

—Oh, sí mamá todo está bien. Lo siento, el trabajo me tiene absorto, ni siquiera debería estar contestando ahora.

De acuerdo, ¿a qué hora terminas? Tu padre y yo estamos en la ciudad y no sabemos a dónde ir, nunca mandaste la dirección de tu departamento.

—¿Están aquí? ¿Cómo? ¿Por qué?— cuestionó un poco asombrado, elevando un poco su voz al principio y bajándola de inmediato para que Jihoon no lo escuchara, pero el omega ya estaba con la oreja pegada en la puerta escuchando lo que su mascota decía.

Tu padre ganó un dinerito apostando. No lo apruebo en nada, pero me dijo que usáramos el dinero en ir a verte y eso estamos haciendo.

Seungcheol suspiró, eran al rededor de las 6 de la tarde, no podía dejar a sus padres en la estación de buses tanto tiempo, así que tomó una rápida decisión —veré si puedo ir por ustedes ahora y luego regresar a trabajar, termino hasta las 10.

—¿Por qué tan tarde?

—Luego lo hablamos, pediré permiso, te llamo en unos minutos.

Bien— respondió y colgó.

Al escuchar las últimas palabras del alfa, Jihoon corrió a su escritorio, donde estaba realizando algunos bocetos. La puerta fue tocada, dio permiso para que pasara y miró hacia atrás para ver al mayor, pretendiendo que no había escuchado (a medias) la conversación del alfa con su madre.

—Mis padres llegaron a la ciudad y quieren que vaya por ellos a la estación, ¿me da permiso de irme unas horas? Regresare en cuanto pueda.

Jihoon miró el reloj en su teléfono y dijo —regresa hasta mañana, no tiene caso que vuelvas. Es en compensación por las horas que estuviste ayer.

Seungcheol sonrió agitando el corazón de Jihoon —gracias, lo veré mañana, amo.

El omega sonrió y agitó su mano al despedirse.

Seungcheol estaba bastante nervioso, hasta donde sus padres sabían, él estaba trabajando como portero en un edificio departamental, y no siendo la mascota de un niño rico, así que se quitó el collar que delataba su nuevo oficio y encontró a sus padres esperándolo en la estación de buses. Los saludó con amor y los llevó a su departamento en una colonia de baja clase (aunque de las mejores entre la clase baja), bastante parecida en la que sus padres vivían en Daegu.

—¿Y tú uniforme de portero?— preguntó su madre.

Seungcheol se miró, dándose cuenta que llevaba uno de los conjuntos que Jihoon le había comprado, no parecían prendas costosas, pero sí algo que alguien de clase baja o media no podría costearse tan fácilmente —eh... me cambié antes de venir. Allá dejo el uniforme, así no lo ensucio más de la cuenta.

—¿Dónde compraste eso? Parece muy caro— dijo su madre revisando superficialmente la ropa que su hijo llevaba puesta.

—Uhm... lo compré en una tienda de segunda mano, ahí venden ropa muy buena que los ricos ya no usan, y es a precios accesibles— mintió.

—Hum— murmuró y se alejó para mirar su alrededor —está muy vacío tu departamento Seungcheol...

—También el refrigerador— dijo el señor Choi con la puerta del electrodoméstico abierto.

—Invierte un poco en tu hogar cariño, esto es deprimente— dijo levantando algunas prendas de Seungcheol del suelo.

—No invertiré aquí mamá, me mudaré en cuanto reúna el dinero suficiente.

—¿Y eso cuándo será? Ya llevas aquí más de un año.

—No es fácil mamá, gano bien, pero debo pagar todavía el alquiler, la luz, el agua, la tarjeta, mi transporte y comida, y eso no me deja demasiado para ahorrar más.

Su mamá hacía muecas de disgusto, pero ella sabía perfectamente lo difícil que era iniciar una vida independiente. Antes de que pudiera hacer otro comentario sobre el lugar, la puerta fue tocada, y tanto los padres de Seungcheol, como el mismo Seungcheol, se sorprendieron.

Al abrir la puerta, el alfa quedó completamente perplejo, sin poder decir palabra alguna.

—Hola, Seungcheol, supe que llegaste antes a casa— saludó animadamente el omega, entrando al lugar aunque el alfa ni siquiera se había movido.

La señora Choi escaneó al delgado, pequeño y lindo omega que había entrado y lo saludó con una amplia sonrisa —hola, ¿quién eres?— fue directa, ya que su hijo a penas y había reaccionado para cerrar la puerta.

—Me llamo Lee Jihoon, soy el omega de Seungcheol— se presentó, dejando todavía más atónito a Seungcheol, quien no sabía qué estaba pasando.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora