The Omega's Pet [JiCheol]

53; Something is wrong

Al llegar a la cama, Seungcheol se recostó sobre el omega, sus labios todavía se movían con pasión sobre los contrarios; las manos de ambos se movían por todo el cuerpo del otro, acariciándose, estimulándose y deleitándose con cada sensación que se provocaban. La sesión de besos duró varios minutos, pero nuevamente retomaron el placer de la penetración.

La posición del misionero se había vuelto la favorita de ambos esa noche, y en cuanto Jihoon se quitó el collar que sentía que le ahorcaba (porque lo había ajustado demasiado), Seungcheol se tomó las cosas con más calma, y comenzó a embestir al bajito con amor y pasión. Sus manos se entrelazaron con fuerza, sus labios se rozaban constantemente, sus bocas emitían gemidos, jadeos y palabras de amor y algunos balbuceos sin sentido, sus pieles chocaban sonoramente, sudando por el calor de la acción, y sus cuerpos se movían en sincronía, cada vez con más placer.

—Ah ah... agh S-Seung~ ah ah sí... oh ngh ah— salía de los labios de Jihoon.

Los gemidos de Seungcheol eran más pesados, siseantes y roncos —ngh ah ah... ngh.

Finalmente, luego de varios minutos en un suave vaivén, con embestidas certeras y deliciosas, ambos alcanzaron sus orgasmos, Jihoon siendo el primero en correrse una tercera vez, apretando su ano en palpitantes movimientos, hasta que Seungcheol lo anudó y se hundió más profundo en su interior.

Los dos respiraban pesadamente, sus miradas estaban clavadas en el contrario y unieron sus labios torpe y rápidamente para poder regular sus respiraciones más pronto. Se sonrieron con dulzura y se quedaron en esa posición a pesar de lo cansados y agotados que estaban.

—Aún... quiero una cama nueva— murmuró Jihoon pesadamente entre jadeos.

Seungcheol sonrió —no te preocupes, una de estas noches la conseguiremos— contestó con el mismo tono jadeante por lo agotado que estaba.

Los dos rieron y decidieron cerrar sus ojos unos instantes, pero Jihoon terminó quedándose dormido profundamente; el alfa no quiso despertarlo, así que cuando el nudo se desinflamó, se levantó con cuidado, se deshizo del condón (que por la magia de wattpad(?) se colocó en algún punto del anterior capítulo xd) limpió el cuerpo del omega y luego lo cubrió con su sábana antes de ir al baño y volver a la cama a su lado.

Algunas horas después, la alarma del teléfono de Seungcheol comenzó a sonar escandalosamente sobre el buró que estaba frente a la cama de Jihoon, el omega se removió cansado y harto de escuchar el timbre, mientras que Seungcheol se apresuró en levantarse y apagarlo.

—¿Qué hora es?— preguntó soñoliento el menor.

—Las 4— respondió seguido de un bostezo y regresó a la cama —ya puse una para las 6.

—Mmm...— murmuró el omega y en cuanto sintió al mayor recostarse a su lado, se acomodó con los ojos cerrados para abrazarlo, montando sus brazos y piernas a su cuerpo.

Esa era la hora en la que el alfa debía levantarse si quería estar puntual en la puerta del edificio listo para trabajar como portero, pero ya que se había quedado dormido en casa de Jihoon, no era necesario madrugar tan temprano.

Cuando la alarma volvió a sonar, Jihoon también tuvo que levantarse para arreglarse e ir a la universidad, su primera clase iniciaba a las 8, así que tenía tiempo de sobra para desayunar, arreglarse e ir al plantel. Al levantarse de la cama, sintió sus piernas pesadas y adoloridas, sobre todo en la parte del interior de sus muslos y de la ingle, pensando en la mala idea que fue estar tanto tiempo en la posición del misionero, a veces con las piernas más elevadas o abiertas de lo que podía soportar sin dolor, pero es que Seungcheol estaba follándolo tan bien, que no pensó en las consecuencias que vendrían después.

Mientras desayunaban (en la mesa que tenía una pata rota), Seungcheol se dio cuenta que esa era la vida que quería: despertar abrazado y abrazando a la persona que más amaba; verlo con el cabello revuelto y ojeras de cansancio; desayunar a su lado sin decir nada, pues era demasiado temprano como para pensar en una conversación; despedirse en la puerta con un beso en los labios y desearse mutuamente un buen día. Quería todas esas trivialidades al lado del bajito, y estaba dispuesto a hacer lo que fuese para conseguirlo.

Al salir del departamento minutos antes de su hora de entrada, Seungcheol se puso un poco nervioso, como si fuera su primer día trabajando ahí. Decidió dar la vuelta y usar las entradas de la servidumbre, como hacía a veces cuando el lobby estaba muy transcurrido y nadie debía verlo ingresar a su trabajo como mascota. Saludó a algunos compañeros y llegó a las casillas donde guardaba su uniforme, el cual no había usado en dos meses.

Mingyu lo saludó animadamente, se alegraba de tenerlo nuevamente de compañero, pues tenía más de qué conversar con él que con Wonwoo, quien había sido el remplazo temporal de Seungcheol. El omega era bastante atractivo con un aroma agridulce, pero le colocaba nervioso tener que hablar con él, así que le agradaba un poco no tener que interactuar más con el, pero también era algo que le desagradaba.

El día transcurrió como una eternidad para Seungcheol, quien deseaba estar en el departamento de Jihoon, besándolo y conversando a su lado de lo que fuera; odiaba tener que verlo pasar sólo unas pocas veces al día por unos escasos segundos, en los que se daban una mirada intensa, pero pretendiendo que no había más relación entre ellos.

Así fue ese día, y los siguientes días de la semana que siguió. Al volver a casa por las tardes, conversaban por mensajes o por llamada, escuchando sus voces y reconfortándose, así como animándose para que pudieran llegar al fin de semana y poder verse y pasar todo el día juntos, muy probablemente en el departamento de Seungcheol, para que los empleados e inquilinos no sospechen de la relación, aunque eventualmente terminará siendo de conocimiento público.

Joshua y Seungkwan notaban algo raro en Jihoon, ellos sabían de la relación, así que no tenía que ocultárselos, pero parecía que estaba haciéndolo, u ocultando un peor secreto. Seungkwan tuvo la idea de ir a casa del bajito y conversar con él para saber qué le ocurría; Jihoon no solía hablar de sus sentimientos si es que no presionaban un poco, sólo lo suficiente para que el bajito finalmente desahogara lo que reprimía en un interior.

El jueves por la tarde de la siguiente semana, el timbre sonó y Jihoon abrió la puerta con pereza, no estaba de ánimos para hablar con alguien, pero cuando escuchó la insistencia en el timbre, terminó yendo. Les sonrió con pocos ánimos, y ni siquiera los invitó a pasar.

—¿Qué hacen aquí?

—Venimos a verte, ¿no es obvio?— dijo Joshua empujando un poco al bajito para entrar.

—Debemos hablar— dijo el menor abrazando a Jihoon.

—¿Por qué qué ocurre?— cuestionó correspondiendo el abrazo. En cuanto se separaron, cerró la puerta y caminó hacia la estancia detrás de sus amigos.

—Es lo que queremos saber, ¿qué es lo que te está pasando?— preguntó Seungkwan mirándolo y tomando asiento en el nuevo sofá (que había sido reemplazado el lunes), donde Jihoon se sentó a su lado —la semana pasada estabas muy feliz por finalmente hacerte novio con Seungcheol, y ahora parece que estás deprimido y que terminaron, ¿qué ocurrió?

—Nada, estamos bien. El fin de semana la pase en su casa, y estos días hemos conversado por llamadas o mensajes.

—Algo más ocurre, ¿qué nos ocultas Jihoonie?— acusó Joshua, caminando por la sala como si estuviese impaciente. De pronto sintió un olor que no encajaba con el ambiente y se dejó guiar.

—No les oculto nada... ¿a dónde vas? ¿Qué haces Josh?— preguntó levantándose de su lugar, un poco alarmado; terminó mordiéndose el labio y con las mejillas y orejas enrojecidas, cuando Joshua abrió la puerta de su habitación, y una ráfaga de viento que llevaba las feromonas de cierto alfa los golpeó.

—¡Jihoon!— exclamó Joshua con sorpresa —¡¿estas anidando?!— lo miró perplejo.

Jihoon tragó en seco y cerró la puerta con prisa; no miró a sus amigos, pero murmuró —sí... creo que estoy embarazado.

🐾
Genteeeeeee me olvidé del condón y nadie me lo recordoooooo 🫠 pero ya quedó resuelto uwu JAJAJA